La Espada en la Piedra: la leyenda de Arturo y la espada real
Sobre el mito de la espada en la piedra, del Rey Arturo, hay varias versiones. Aquí te contamos dos historias.
¿Existió realmente el rey Arturo?
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Tizón y Colada, espadas del Cid
La leyenda del Rey Arturo y la espada en la piedra es mundialmente conocida, pero otro caballero, que se convirtió en santo, también clavó hace siglos una espada en una roca. Ambas historias son diferentes, aunque la espada del santo aún se encuentra en una piedra de una capilla en la región de Toscana, Italia.
La leyenda del Rey Arturo
Durante el reinado del rey Uther, en Inglaterra, el mago de la corte era el famoso mago Merlín, quien podía ver el futuro y anunció a su rey, el día del nacimiento de su hijo, que el niño estaba en peligro.
Poco después, cuando la reina y el rey murieron, Merlín se llevó al niño y lo entregó a Sir Héctor, un buen caballero, quien lo crio como un hijo. Arturo y su hermano mayor, Kay, tomaban clases con el mismo Merlín, aunque Kay pronto abandonó su educación. Arthur era un niño delgado y débil, pero el mago aseguraba que lo más importante era tener un corazón grande y fuerte.
Esperanza para el pueblo
Un día, Merlín le dijo a Arturo: “La gente necesita esperanza”. En la noche oscura, apuntó su varita a las estrellas. A la mañana siguiente, el pueblo encontró una gran piedra en el medio de la plaza, con una espada clavada y un mensaje:
“¡Quien saque la espada de esta piedra es el verdadero Rey de Inglaterra!”
Todos los hombres lo intentaron, pero la espada no se movía. Por lo cual se organizó un torneo para que los caballeros más destacados del reino probaran su valía. Sir Kay fue inmediatamente a anotarse y Arturo lo acompañó como su escudero.
Al llegar, Arturo no encontraba la espada de su hermano, por lo que muy rápidamente, fue hasta la piedra y la tomó prestada. Cuando su padre le preguntó de dónde la había conseguido, Arturo fue hasta la piedra y la volvió a colocar en su sitio.
Una multitud rodeó a los hermanos y les pidió intentar sacar la espada. Sir Kay se esforzó mucho, pero no lo logró, pero cuando Arturo tomó en sus manos el mango dorado, la espada se deslizó fácilmente.
“¡Tenemos un rey!”, exclamó la multitud: “¡Salve el Rey Arturo!”
La espada en la piedra de San Galgano
San Galgano era en su juventud un caballero de noble linaje, iracundo y arrogante, adiestrado para la guerra, que solo se preocupaba por los placeres mundanos. Sin embargo, llegó a ser un santo después de que el Arcángel Miguel se le apareciera y lo llevara al Montesiepi.
Allí el caballero se encontró con un templo, donde encontró con Jesús María y los 12 apóstoles. Galgano se convirtió en ermitaño y clavó su espada en la roca a través de una cruz. Desde entonces, la espada se encuentra en una capilla, llamada la Abadía de San Galgano, a pocos kilómetros de Siena, en el municipio de Chiusdino, en la región de Toscana, Italia.
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