Hablemos de futuro

Este es el compromiso del mundo de las finanzas con el planeta

Cada día más exigentes con la sostenibilidad y el cuidado del planeta. Así es el escenario en el que nos movemos desde hace años, sobre todo desde que la sociedad en su conjunto ha tomado conciencia de que la senda verde, tanto social como económica, es fundamental para desarrollar un ecosistema justo para todos. El planeta lleva pidiendo paso algunas décadas, incluso cuando aún no hablábamos de la descarbonización de nuestra economía o de inversión consciente.

Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente bajo el movimiento ‘Una sola tierra’, el mismo lema que se utilizó en los años 70. Hoy, 50 años más tarde, la búsqueda de la armonía con el planeta, el único hogar que tenemos y que debemos preservar con el esfuerzo colectivo, sigue vigente.

Trabajar de manera conjunta por una sola tierra

En este momento, sin duda, no hay plan estratégico de empresa, ya sea grande o pequeña, que no contemple objetivos de sostenibilidad que impacten de manera positiva en todos los sectores. Así lo exigen los organismos internacionales como la ONU o la Comisión Europea con su New Green Deal, por ejemplo, y también los propios clientes y usuarios.

De hecho, según un estudio elaborado por Capgemini Research Institut, el retrato robot del consumidor del S. XXI está preocupado por la huella de carbono que dejan los productos que adquiere o los servicios que contrata y, además, casi el 70% está dispuesto a pagar un poco más si la huella ambiental desciende. El mismo análisis, además, detalla que el 80% de los consumidores quiere cuidar el planeta para las generaciones futuras y el 77% está preocupado por el trato humano y justo de los trabajadores.

Razón por la que las empresas llevan décadas trabajando para que todas sus acciones y estrategia esté guiada y alineada con los criterios ASG –ambientales, sociales y de buen gobierno– con el fin de lograr un equilibrio entre la rentabilidad y el compromiso con la sociedad.

20 años trabajando por la sostenibilidad

Por eso, Banco Santander comenzó hace ya dos décadas –cuando apenas se hablaba de la sostenibilidad– a financiar proyectos destinados a la generación de energías renovables. La entidad financió entonces las primeras plantas fotovoltaicas en nuestro país. Pero aquello sólo fue el punto de partida de una trayectoria de compromiso con la transición verde y el planeta.

Hoy, siendo miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance para movilizar el apoyo financiero necesario para construir una economía global de emisiones cero y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, Banco Santander sigue trabajando día a día para desarrollar proyectos que lideren la transición hacia una economía verde y conseguir las cero emisiones netas en 2050, tanto en su propia actividad como en la derivada de los proyectos de sus clientes e inversores.

Un empeño que le ha hecho evolucionar hacia una banca más responsable donde se han impulsado la financiación verde, los productos verdes y las inversiones sostenibles y ha fijado sus primeros objetivos para alcanzar esta meta, como dejar de financiar a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico y eliminar su exposición a la minería de carbón térmico en todo el mundo; objetivos que se irán ampliando para el resto de sectores en los próximos meses.

Iniciativas comprometidas con el planeta y el empleo inclusivo

Voluntarios participando en la acción Santander Natura. @Banco Santander

También son diversas las iniciativas en las que colabora la entidad para conseguir un ecosistema más sostenible. En esta línea, destaca Motor Verde, un proyecto impulsado por la Fundación Repsol y el Grupo Sylvestris cuyo objetivo es la reforestación a gran escala de tierras que han sufrido incendios o están inutilizables

Concretamente, se van a repoblar más de 70.000 hectáreas en toda España gracias a una plantación de más de 60 millones de árboles que serán capaces de compensar hasta 16 millones de toneladas de CO2 y generará alrededor 15.000 empleos locales e inclusivos. El municipio cacereño de Caminomorico ha sido el lugar elegido para dar los primeros pasos, donde se reforestarán 600 hectáreas en las que crecerá uno de los tres “bosques Santander” contemplados en el acuerdo.

Santander mide y analiza su propia huella de carbono desde 2011, ya que considera que medir el impacto de su actividad es el primer paso para reformular el negocio a partir de criterios basados en la sostenibilidad. Un compromiso con el planeta que, además, han hecho extensivo a sus clientes que en España ya disponen de una nueva funcionalidad en la web y la app del banco que les permitirá medir su propia huella de carbono a partir de las compras realizadas con sus tarjetas y recibos domiciliados y, lo más innovador, podrán compensarla colaborando en distintos proyectos medioambientales.

Otra de las grandes iniciativas de la entidad en nuestro país, que se desarrolla de la mano de los propios empleados, es Santander Natura. Para contribuir al cuidado de los ecosistemas los profesionales de la entidad junto a sus familias y todos aquellos ciudadanos que deciden sumarse, dedican una jornada a la recogida de plásticos y residuos en diversas playas españolas, riberas de ríos o bosques.

Desde su puesta en marcha, más de 800 empleados voluntarios han participado en la limpieza de playas en Galicia y Asturias, así como en la plantación de árboles en Zaragoza y Toledo, y en la recogida de plásticos y basura en riberas de ríos como el del Tormes, el Saja o el Guadiana.

¿Tarjetas? Mejor recicladas

Banco Santander también se compromete con el medio ambiente e invita a sus clientes a reciclar las tarjetas bancarias caducadas de la entidad a través de sus cajeros. Para que el cliente sepa que su tarjeta ha sido aceptada para reciclaje le mandan un mensaje al teléfono móvil.

Una vez ocurra eso, la compañía G+D se responsabilizará del proceso completo de la gestión de las tarjetas caducadas convirtiéndolas en materia prima para fabricar, junto con redes marinas recuperadas del fondo del mar, mobiliario urbano como bancos o papeleras.

De esta forma, Banco Santander apuesta por la economía circular y da una nueva vida a estos objetos que pasarán a formar parte del mobiliario público de ciudades como Valencia, la primera en aceptar la donación de Banco Santander.