Gastronomía
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No sé de vinos ¿cómo elegir la mejor botella en un restaurante?

Como un buen número de personas, quizás no seas un entendido en vinos. Tienes una comida de negocios en un restaurante y te toca elegir el vino. O una cena romántica y quieres quedar bien. ¿Qué hacer? ¿Escoger uno caro para ir más seguro? ¿Arriesgar?

José Ramón Jiménez, enólogo de “El educador en vinos” nos da unas pautas para salir del apuro:

Infórmate antes de acudir al restaurante:

Es el consejo que más practico, sobre todo si queréis quedar bien en una cena de empresa o impresionar a vuestra última conquista. ¿Cómo te puedes informar?

· No es necesario ir al restaurante y estudiar la carta a conciencia. Pero hoy en día la mayoría de los restaurantes publican su carta de vinos en internet. Échale un vistazo y contrasta las referencias de la carta con las guías o críticas de vinos.

· Si no puedes acceder a la carta, llévate estudiado un par de referencias de vinos: vinos  que estén de moda o que sean una apuesta segura. Por si acaso, ten presente varios tipos de vinos: blancos, tintos jóvenes, envejecidos y algún moderno.

· ¿Y si el restaurante no tiene las referencias que he pensado? No pasa nada: de esta manera le dais al camarero o sumiller la idea de vino que buscáis para que os recomienden una referencia similar

· Dónde informarse antes: utiliza las guías de vinos tanto en papel como en Internet o aplicaciones para móvil.

· Preguntar sumiller: aprovéchate de estos profesionales, que para eso están. Un restaurante que se precie tiene una persona encargada de los vinos y es al que hay que preguntar. Seguramente te hará alguna cuestión para así recomendarte un vino según tus gustos.

Elegir el tipo de vino

Si vuestra idea es pedir solo un tipo de vino para toda la comida, tendréis que amoldar este vino dependiendo del plato principal que se vaya a comer, para así tener un buen maridaje. Si cada uno va a elegir un plato principal se deberán pedir varios vinos o pedir uno para todos al principio y luego los correspondientes a los que mejor vayan con los platos principales, por botella si sois unos cuantos a coincidir o por copas si vais solos (bueno, esto va a depender de vuestra capacidad para beber). No olvidéis que si no termináis una botella os la podéis llevar.

Siguiendo un poco con lo anteriormente explicado, es importante seguir un orden en los vinos: del más suave al más fuerte, del más joven al más viejo, etc. Siempre de menos a más. Por ejemplo: no empezar tomando un oloroso de Jerez y continuar con un albariño de Rias Baixas. Éste último os sabrá a poco.

El precio

¿Me dejo guiar por el precio? Es un riesgo tanto por los precios bajos como por los altos. Los restaurantes suelen poner los vinos que más interés tienen en vender, en las gamas de precio más atractivas para sus clientes: entre los 10 y los 25 euros.

Ten en cuenta que no siempre la botella más cara es la mejor ni la más adecuada para maridar con la comida.  Tanto si se trata de una comida de negocios o una cena romántica, valora si eligiendo un vino muy caro vas a apabullar a tu invitado.

Elegir el vino recomendado por el restaurante o vino de la casa: mi opinión personal es que es un riesgo adicional. No siempre los establecimientos ofrecen buena calidad en el vino de la casa. Quizás acabes pidiendo casera…

¿Arriesgo?

Si no eres un entendido de vinos, y es ir importante para ti quedar bien, vete a lo seguro. Referencias conocidas, precios medios. Si vas a arriesgar y no te gusta el vino no podrás devolverlo, ya que únicamente se hace cuando el vino tiene un defecto.

¿Quién prueba el vino?

Si tú eres quien ha convocado la comida o cena, y además has seleccionado el vino, hazlo tú. Pero si sabes que en la mesa hay un conocedor de vinos puedes tener la deferencia de que lo pruebe él o ella.