Gastronomía
Cataluña

Ni calçots ni pan tumaca: el plato típico de Cataluña que odian en el resto de España

La gastronomía tiene el poder de unir culturas, pero también de generar fuertes debates. Cada región de España tiene platos que son motivo de orgullo, pero no siempre son comprendidos o aceptados fuera de su lugar de origen. ¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir que «no entiende» una receta tradicional de otra comunidad? Esto ocurre especialmente con algunos platos que, por su sabor o su aspecto, pueden chocar con las costumbres culinarias de quienes no crecieron disfrutándolos. En concreto, queremos hablaros del plato típico de Cataluña que es adorado en esta comunidad pero que parece ser bastante desconocido para el resto de España.

Cataluña es una de las comunidades autónomas con mayor tradición gastronómica, donde la diversidad de recetas es innegable. Desde los calçots, que cada vez ganan más popularidad, hasta el icónico pan tumaca, hay platos que se han ganado un lugar en las mesas de toda España y más allá. Sin embargo, no todo lo típico de la región ha tenido la misma suerte. El fricandó, un guiso que es otro de los platos típicos de Cataluña, no ha conseguido traspasar fronteras con el mismo éxito. Pero, ¿qué tiene el fricandó que lo convierte en un plato catalán casi nadie conoce en España? Para entenderlo, es necesario conocer su origen, su elaboración y, sobre todo, los motivos por los que a menudo es malinterpretado. Este guiso, a base de ternera y setas, es mucho más que una receta tradicional: es un reflejo de la historia y la identidad catalana, aunque no siempre logra conquistar paladares en el resto de España.

El plato tradicional de Cataluña que pocos conocen en España

El fricandó es un plato que forma parte de la cocina catalana desde hace siglos. Su primera mención documentada data del siglo XVIII, cuando empezó a aparecer en recetarios de cocina tradicional. Se trata de un guiso de carne de ternera, cocinado a fuego lento con una base de sofrito, caldo y setas secas, especialmente moixernons, que le otorgan un sabor intenso y característico.

En Cataluña, el fricandó es sinónimo de celebración y reuniones familiares. Es un plato que se cocina despacio, con mimo, y se disfruta mejor al día siguiente, cuando los sabores han reposado y se han intensificado. Su preparación, aunque aparentemente sencilla, requiere paciencia y una cuidada selección de ingredientes, lo que lo convierte en un símbolo de la gastronomía tradicional catalana. Un plato que muchos catalanes han comido en todo tipo de ocasiones, especialmente en invierno, aunque muchas veces se asocia a celebraciones especiales.

Por otro lado, en Cataluña, es común acompañar el fricandó con arroz blanco o patatas, lo que ayuda a equilibrar su intensidad. También se puede servir como tapa en pequeñas porciones, acercándolo a un formato más contemporáneo que podría conquistar fuera de la región.

El origen francés del fricandó

Aunque el fricandó es conocido como un plato emblemático de la cocina catalana, su origen tiene influencias que cruzan los Pirineos. Se cree que la receta proviene de la cocina francesa, donde platos similares, como el fricandeau, se preparaban desde la Edad Media. En Francia, este término hacía referencia a un tipo de carne de ternera estofada o braseada, que se servía con salsas ligeras. Con el tiempo, la receta se adaptó a los ingredientes y sabores locales de Cataluña, transformándose en el fricandó que conocemos hoy.

La principal diferencia entre el fricandó catalán y sus posibles raíces francesas está en el uso de las setas. Mientras que en Francia el guiso se enriquecía con hierbas aromáticas y vinos blancos, en Cataluña se incorporaron las setas secas autóctonas, como los moixernons, que aportan un sabor profundo y una textura única. Además, el fricandó catalán se basa en un sofrito elaborado con tomate, cebolla y ajo, un pilar de la cocina mediterránea que lo diferencia claramente de su homólogo francés.

Receta de fricandó de ternera

El fricandó es un plato que, aunque como ya hemos mencionado, requiere algo de tiempo y paciencia, resulta relativamente sencillo de preparar. Su secreto radica en elegir ingredientes de calidad y en respetar los tiempos de cocción para que los sabores se mezclen a la perfección. A continuación, te explicamos cómo preparar un auténtico fricandó catalán en casa.

Ingredientes:

Preparación:

  1. Hidratación de las setas: coloca los moixernons secos en un bol con agua tibia durante al menos 30 minutos. Una vez hidratados, escúrrelos y reserva el agua de remojo, que se puede colar y usar para el guiso.
  2. Preparar la carne: salpimienta los filetes de ternera y pásalos ligeramente por harina. En una cazuela grande, calienta un chorro de aceite de oliva y dora los filetes por ambos lados. Retíralos y resérvalos.
  3. Hacer el sofrito: en la misma cazuela, añade más aceite si es necesario y sofríe la cebolla picada a fuego lento hasta que esté dorada. Incorpora los ajos picados y el tomate rallado, dejando que se cocine todo hasta que el sofrito esté bien concentrado.
  4. Desglasar con vino blanco: añade el vino blanco al sofrito y deja que reduzca unos minutos. Luego, incorpora las setas hidratadas y mezcla bien.
  5. Montar el guiso: vuelve a colocar los filetes de ternera en la cazuela, cúbrelos con el caldo de carne (y un poco del agua de remojo de las setas si quieres intensificar el sabor). Cocina a fuego lento durante 40-50 minutos, hasta que la carne esté tierna y la salsa haya espesado.
  6. Reposo: como todo buen guiso, el fricandó mejora si se deja reposar unas horas antes de servir.

Sirve el fricandó acompañado de arroz blanco, patatas o incluso pan rústico para disfrutar de la deliciosa salsa. Decora con un poco de perejil picado si lo deseas.