Eurocopa
Están de cumpleaños

Lamine Yamal y Nico Williams, dos potros salvajes de celebración

Nico Williams cumplió 22 años en medio de una madurez impresionante

Lamine Yamal sopla 17 velas demostrando a Europa su calidad

Terremoto mundial con Lamine Yamal

Los potros salvajes de España están de celebración. Si Nico Williams sopló las velas este viernes 12 de julio, hoy sábado 13 es el turno de Lamine Yamal. Las dos estrellas de la Selección española cumplen años con horas de diferencia. El primero cumplió 22 años, mientras que el segundo, a 24 horas de la finalísima que enfrentará en el estadio Olímpico de Berlín a la selección española contra Inglaterra, sopla 17 velas. Sí, 17. Parece increíble, pero es así.

Si la banda sonora de esta España en la Eurocopa es La potra salvaje de Isabel Aaiún, la selección española tiene dos potros totalmente desbocados en ambos costados. Las dos mejores bandas de este continente las tiene la Selección española. El combinado nacional sabe que con Lamine y Nico tiene dos auténticos baluartes que le pueden permitir vencer a cualquier rival.

Comenzando por la derecha, territorio de Lamine Yamal, encontramos a un jugador diferencial. A un crack mundial que corre por el césped dentro de un cuerpo de un menor de edad. El internacional español dio ante Francia un golpe encima de la mesa de esos que resuenan en la eternidad, pero durante toda la Eurocopa ha demostrado que en sus botas hay un futbolista lleno de talento. Su tarjeta de presentación en Berlín fue una asistencia a Carvajal perfecta. Repartió también regalos a Fabián y Dani Olmo.

El mundo ya ha llegado a la conclusión de que una estrella está en camino y es española. Patrimonio nacional que debemos proteger y cuidar todos. Que este niño de 17 años con alma de crack mundial termine confirmando todo lo que parece que será depende de él, de sus entrenadores y, cómo no, de un entorno que le debe proporcionar calma y tranquilidad. En ningún momento debe olvidar quién es y todo lo que le ha hecho llegar hasta aquí.

Los que mejor le conocen explican que es una esponja tremendamente madura que se queda con todo y aprende de cada cosa que le sucede. Observa, atiende lo que le dicen y trata de asimilarlo todo. Tiene que seguir aprendiendo en todos los aspectos, ya que está en pleno proceso de formación, pero desde el cuerpo técnico de España destacan y celebran que dentro del terreno de juego sigue jugando como el joven que es, lo que le permite tener un atrevimiento y un punto de inconsciencia que le convierte en un jugador diferencial.

Lo que más valoran es lo centrado que está y las ganas que tiene de mejorar en todos los aspectos. Tanto dentro como fuera del terreno de juego, la evolución de Lamine es constante. Por ejemplo, en esta Eurocopa es la primera vez que se ha sentado delante de los periodistas para dar entrevistas individualizadas y lo está haciendo como lo hace todo, con un talento poco usual para un chico de su edad.

Nico Williams, otro ‘crack’

Por el costado izquierdo ataca Nico Williams. Otro futbolista diferencial. El jugador del Athletic cabalga por la banda con elegancia y peligro. Un jugador tremendamente vertical que siempre mira a la portería contraria. En este torneo está siendo un auténtico tormento para las defensas rivales. En seis partidos suma 12 regates completados, de los 34 que ha intentado. Es el jugador español que más veces ha desbordado a sus rivales en una Eurocopa desde 1980.

En lo personal, también está demostrando una madurez impresionante. A pesar de todo el ruido que se genera por su futuro, ha sido capaz de seguir manteniendo el nivel y hablar ante los periodistas sin ningún tipo de problema. Siempre ha dicho lo que ha querido y por encima de todo está su objetivo de hacer historia con España. Su madurez es apabullante.

En definitiva, España puede estar muy tranquila con su futuro, teniendo jugadores de la calidad de Lamine Yamal y Nico Williams. Dos diamantes que ya están dando rédito, pero lo más importante es que la Selección española podrá seguir disfrutando durante muchos años y muchas fases finales de ambos, aunque ésta quieren que sea inolvidable.