España

Tezanos resalta la «escasa entidad intelectual» de Isabel Díaz Ayuso e insulta a sus votantes

El presidente del CIS, el socialista José Félix Tezanos, se ha descolgado en el final de la campaña electoral ante los comicios autonómicos del 4M con un singular artículo en la revista Temas en el que carga contra los votantes de Isabel Díaz Ayuso, a los que califica como «la tabernidad», y contra la propia presidenta regional, de la que dice que tiene «escasa entidad intelectual y política».

El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), arranca su retahíla de ataques a Díaz Ayuso criticando a la dirigente por convocar unas elecciones que, dice, «ni eran objetivamente necesarias ni se han convocado en el mejor momento (con una pandemia muy seria), y cuya justificación sólo puede ‘entenderse’ en términos de un ajuste de cuentas con un partido centrista coaligado, al que se quiere ‘ajusticiar’ a cualquier precio».

A continuación, Tezanos da rienda suelta a su inquina contra la regidora autonómica, de quien dice que «la mayor parte de los analistas -al menos los que mantienen alguna independencia de criterio- vienen mostrando [no cita nombres ni ejemplos] su sorpresa por la escasa entidad intelectual y política de la candidata». Como si tuviera cuitas pendientes con Díaz Ayuso, Tezanos vuelve a parapetarse tras estos «analistas» sin identificar para dibujar, de nuevo bajo la fórmula del uso de la tercera persona, que «algunos, incluso, no han dudado en recordar su pobre trayectoria anterior en el PP, subrayando la humillación que tuvo que soportar por parte de quienes valoraron en su día su nivel óptimo de competencia encargándola del twitter del perro de Esperanza Aguirre (‘Pecas’)».

Sí que concede Tezanos que esas características, que no se atreve a asumir explícitamente en primera persona, no han impedido «alcanzar éxitos electorales notables a candidatos de un tenor parecido». En este momento, el presidente del CIS retoma uno de los argumentos preferidos de Podemos, esgrimido por Pablo Iglesias durante esta campaña: la comparación de Ayuso con el ex presidente de EEUU Donald Trump.

Así, tras recordar que en su día Obama ya bromeó con la posibilidad de que Trump fuera su sucesor «en Whashington [sic]» y calificar al magnate de «ser un personaje un tanto estrafalario y empresario discutible», se pregunta, trazando su comparativa entre el norteamericano y la actual candidatura de Ayuso, la que analiza: «¿Hace falta una evidencia mayor para demostrar que en tiempos tan confusos cualquier cosa extraña puede ocurrir en la esfera política?».

El presidente del CIS, entidad cuyo desprestigio ha ido en aumento desde que tomó sus riendas, multiplicando la publicación de unos sondeos políticos caracterizados por sus profusas cocinas al gusto del Ejecutivo socialista, pasa a continuación a lanzar sus invectivas contra los propios votantes de Ayuso, a los que describe como «un amplio sector social que se nuclea en torno al mundo de las tabernas, los bares, los restaurantes y otros establecimientos similares que Madrid tiene en abundancia».

Desarrolla a partir de ahí una teoría, que bautiza como «la tabernidad», según la cual «a partir de esa potencialidad numérica, que incluye a los clientes más habituales de tales establecimientos, la candidata y sus asesores han desarrollado un discurso sociológico que, bajo la bandera de la libertad -libertad de tabernas, se podría decir-, ha logrado movilizar un amplio apoyo a la candidata».

Insiste Tezanos en que esa «tabernidad» es la base del apoyo electoral a la candidata del PP en la Comunidad de Madrid, que se ha convertido en la «abanderada» de un «variopinto substrato de apoyos integrado por empresarios del sector que operan como eficientes agentes electorales permanentes, junto a bastantes jóvenes y adultos habituales de tal tipo de establecimientos». El sociólogo jefe del Gobierno culmina su descripción de los votantes de Ayuso tildándolos de «personas que se sienten cansadas y abrumadas por unas restricciones sociales que se están prolongando más de lo que inicialmente se había podido estimar y desear».