Sánchez quiere un ‘no’ a los Presupuestos pero teme que pueda haber «compromisos previos» con el PP

El recién reelegido secretario general del PSOE lo tiene claro, quiere un ‘no’ de su grupo parlamentario a los Presupuestos Generales del Estado de 2017. Sánchez se ha reunido este viernes con la dirección del mismo, un encuentro al que han asistido los 7 miembros de la dirección, incluido el nuevo y temporal portavoz en el Congreso, José Luis Ábalos, y la diputada que se ha consolidado como su mano derecha, la asturiana Adriana Lastra.

En el cónclave celebrado en el 36 del Paseo de los Jerónimos el nuevo líder socialista ha demandado toda la información necesaria para su puesta al día de las estrategias que hasta el momento se estén llevando a cabo por parte del grupo socialista.

Si bien es cierto que se abordaron diferentes asuntos, el de los Presupuestos de Montoro fue el tema estrella. Fuentes cercanas a Sánchez aseguran que en lo que a esto respecto «lo tiene claro», «este PSOE quiere el no» pero señalan que: «Aún no sabemos qué compromisos previos nos vamos a encontrar».

El nuevo líder de Ferraz teme que puedan existir acuerdos bajo manta con los de Rajoy. La desconfianza en lo que ellos denominan «el buen rollo del bipartidismo» es total y señalan que «esto se ha terminado». Dudan de que pueda existir algún acuerdo «extraño» con los populares y por eso prefieren ser cautos y esperar a tener toda la documentación.

En este sentido señalan a los de Susana Díaz y a la propia Gestora de haber dilatado en extremo los tiempos ya que, a su entender: «Los presupuestos están ahí».

Lo cierto es que los pedristas ya denunciaban una estrategia del PSOE de la Gestora para apoyar las Cuentas Generales. Según estas fuentes, los socialistas presentarían una enmienda a la totalidad para más tarde al discutir partida por partida, darle el ok mayoritario y así poder salir adelante.

Sin embargo, ante la tensa carrera electoral de las primarias, el sector más oficialista fue viendo como el horizonte se oscurecía al crecer el apoyo al otro candidato. Sánchez iba creciendo y aumentando el número de apoyos. Esto complicó y mucho la situación para los de Ferraz que criticaron duramente al Ejecutivo por no incluir propuestas como la de la renta mínima, algo que el PSOE insistía en plasmar en el documento y que habría tenido un coste anual de 11.000 millones de euros, equivalente al 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB).

Éste fue el principal motivo por el que las conversaciones entre los dos partidos mayoritarios, que en todo momento se mantuvieron en carácter secreto, terminaron por romperse.

Sin embargo, aunque la ruptura fue pública y notoria, lo cierto es que los de Sánchez aún desconfían de lo que «pueda haber detrás» y de que esas conversaciones no se rompieran del todo lo que podría implicar «algún acuerdo sorpresa» que aún desconocen.

Las mismas fuentes aseguran que por «creencia» y por «estrategia» está claro que el sentido del voto del Partido Socialista tiene que ser el del ‘no’ y señalan que: «Con los apoyos que ya tienen para que prosperen los Presupuestos de Montoro no cabe ninguna otra opción».

Este mismo viernes, los populares cerraban el acuerdo con el diputado de Nueva Canaria, Pedro Quevedo. Con él se cierran las negociaciones ya que era el apoyo imprescindible para que Montoro lograra su objetivo. Con Quevedo, los de Albert Rivera y el PNV, el Gobierno logra el primer e imprescindible éxito de esta legislatura.