España

Sánchez pactó con Torra una tregua de los CDR para negociar los Presupuestos

El encuentro fue el 20 de diciembre. Pedro Sánchez se veía con el presidente catalán Quim Torra. Y en la Policía Nacional aún se asombran de que la conocida capacidad de mando de Quim Torra y su equipo sobre los CDR y el resto de engranajes golpistas sea tan clara.

El presidente Pedro Sánchez solicitó calma para poder negociar los Presupuestos. La tarde y noche posterior al Consejo de Ministros del viernes 21 no pudo ser: todo estaba ya preparado para agitar la calle. Pero desde aquellos días hasta las fechas actuales los CDR se encuentran en letargo. La clave: que Cataluña necesita hacer acopio de dinero y este se encuentra en buena medida en los Presupuestos, que Sánchez se comprometió a ello, y que desde PDeCAT dieron una oportunidad más al presidente del Gobierno para que ofreciera una vía para rebajar las condenas y mejorar el trato de quienes están en prisión y quien quiere volver a España como gran héroe de la independencia catalana, Carles Puigdemont.

Nadie negó al día siguiente a la cita de Sánchez y Torra que allí se hablara de dinero. Más en concreto, de unos Presupuestos en los que ya se sabe que de los poco más de 4.000 millones de incremento en inversiones y dinero para las autonomías, Cataluña se llevará al menos 2.200 millones de euros: más de la mitad. El resto queda para repartir entre las 16 restantes regiones españolas.

En la Policía Nacional aún se asombran de la capacidad de mando de Torra y su equipo sobre los CDR

Pero Sánchez necesitaba una prueba de buena fe y, además, un clima más tranquilo para rebajar las tensiones de su Ejecutivo y el impacto en la intención de voto del continuismo del golpe separatista.

Mensaje recibido

El mensaje llegó al destinatario Torra y lo cierto es que los CDR llevan unos cuantos días sin un exceso de actividad. Más bien todo lo contrario.
Fuentes policiales han confirmado a OKDIARIO que se trata de un exceso de tranquilidad de los CDR para como estaban los preparativos y ánimos separatistas y, además, para como se suelen comportar los radicales en cuanto tienen un periodo de fiesta laboral.

Hay que recordar que Sánchez se mostró favorable a un referéndum pactado dentro de la legalidad y no vinculante para resolver el «conflicto» de Cataluña, tal y como lo denominó en aquella cita con Torra. Ese fue, de hecho, el gran anuncio de la bautizada como ‘cumbre’ de Pedralbes por los independentistas a causa de que se permitió por Moncloa una escenografía más propia del encuentro entre los representantes de dos países soberanos que entre un presidente nacional y un mero representante regional.

“Queremos hacer una valoración muy positiva de la reunión de ayer”, afirmó tras la cita la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en referencia al el encuentro entre Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Pero la verdadera valoración positiva realmente venía de la parte golpista: los independentistas arrancaron al Gobierno un compromiso para la celebración de un referéndum no vinculante con “seguridad jurídica”. Y, además, demostraron su plena coordinación con los sistemas de agitación violenta en la calle. Algo pese a lo que Sánchez sigue sin aplicar ni el 155 ni nada que se le parezca.