España
INMIGRACIÓN ILEGAL

Sánchez envía un buque militar a patrullar la costa de Mauritania pero sin orden de interceptar pateras

El BAM 'Furor', de 93 metros y con un helicóptero embarcado, patrullará las aguas de África pero sin interceptar pateras

En los dos primeros meses de 2024, Canarias ha recibido en sus costas a 11.932 inmigrantes ilegales. Una cifra superior a los 11.439 que habían llegado a Canarias entre enero y agosto de 2023. La gran mayoría de ellos han partido del litoral de Mauritania, donde en estos momentos se encuentra el Buque de Acción Marítima (BAM) Furor de la Armada Española, enviado a patrullar las aguas del Golfo de Guinea y el África Occidental. Sin embargo, el Gobierno no le ha dado instrucciones de interceptar las rutas que siguen las mafias de la inmigración ilegal.

Canarias se ha convertido en el punto de entrada a Europa de la inmigración ilegal proveniente de África. La ruta del Atlántico, la más mayoritaria en este 2024, parte de las costas de Mauritania y llega a las playas canarias, desde donde los inmigrantes llegados dan el salto a la Península a través del puente aéreo hacia Madrid fletado por el Gobierno. En lo que va de año ya han llegado cerca de 12.000 personas, una cifra que apunta a batir el récord histórico de 2023.

En plena oleada, el Gobierno ha dado luz verde al despliegue en la misión CMP-GoG, siglas de Presencia Marítima Coordinada – Golfo de Guinea, del buque de la Armada Furor para que patrulle durante semanas la costa occidental de África. La zona donde operan las principales redes de tráfico de personas.

Sin embargo, según ha sabido OKDIARIO de fuentes militares, entre las órdenes del Furor y su tripulación no se encuentran las de la lucha contra esas redes de la inmigración ilegal ni la interceptación de pateras. No son cometidos de su hoja de ruta.

En cambio, la propia Armada define la misión de estos buques BAM de una forma que encaja en este tipo de operaciones. Están diseñados para dar «seguridad marítima en escenarios de baja intensidad, con capacidad de disuasión y reacción ante amenazas asimétricas o convencionales, y por otro, de protección de los intereses marítimos nacionales». Además, destacan que colaboran con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros departamentos ministeriales, «en misiones de vigilancia, salvamento, ayuda humanitaria, lucha contra el tráfico ilegal o lucha contra la contaminación marítima». Esta vez, al menos con las pateras, no será el caso.

Misiones de seguridad

Según explica el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), «el buque llevará a cabo actividades de vigilancia marítima y conocimiento del entorno de forma permanente, contribuyendo así a incrementar la seguridad marítima en la región».

Además, «también está previsto realizar múltiples actividades de cooperación militar con los países ribereños, fomentando el conocimiento y confianza mutuos y ayudando a incrementar sus capacidades en el área de seguridad marítima». Su presencia, dice Defensa, contribuirá a la acción del Estado en el exterior y a «reforzar los intereses nacionales en la región». Sin embargo, la lucha contra la inmigración se queda fuera de esos objetivos.

Durante su misión, el buque estará integrado en el Mando Operativo Marítimo (MOM), con sede en Cartagena, y bajo el control operacional del Mando de Operaciones (MOPS).

Esta misión se enmarca dentro de la iniciativa de la Unión Europea de Presencias Marítimas Coordinadas, «como instrumento eficaz para mejorar la seguridad marítima en la zona, y avanzar en la cooperación entre la UE y los Estados del África Occidental y Central», explica el EMAD.

El buque ha estado atracado durante una semana en el puerto de Nouakchott, capital de Mauritania, donde ha recibido la visita de los responsables diplomáticos de España en aquel país.

Además, ha realizado una serie de ejercicios conjuntos con la marina mauritana, enfocados a operaciones de protección de la fuerza, interdicción marítima, defensa contra drones, buceo y sanidad. Un equipo operativo de seguridad de Infantes de Marina españoles realizó un simulacro de asalto a un buque hostil junto a militares mauritanos.

El BAM Furor es uno de los buques más modernos que tiene en servicio la Armada, diseñado para realizar todo tipo de misiones. Se trata de un buque polivalente de 93,9 metros de eslora con cubierta de vuelo para helicóptero.