España

Sánchez calma a los trabajadores de Ferraz: «Contaré con vosotros sin mirar a quien hayáis votado»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, volvió a Ferraz de nuevo y quiso estrenar su segunda temporada reconciliándose con los trabajadores de la sede. «Voy a contar con todos y cada uno de vosotros. Hayáis votado lo que hayáis votado y hayáis apoyado a quien hayáis apoyado», dijo Sánchez.

El secretario general aterrizó este miércoles en su despacho que se mantenía cerrado con llave. Sólo un cuadro se dejó tras su salida el pasado 1 de octubre. «Está como lo dejó», aseguran fuentes de su entorno. Junto a él, su equipo también recuperó los despachos y se acercaron a saludar a los trabajadores. El secretario general estuvo tan sólo diez minutos con ellos, algo que bastó, según los propios trabajadores, para escenificar un nueva etapa «que viene sin rencores».

La división entre los socialistas también se ha vivido de manera especial entre los trabajadores de Ferraz. Militantes «de toda la vida», señalan, sufren al ver al partido dividido y se tapan la nariz o miran para otro lado cuando observan las ‘guerras’ entre ambos bandos desde la histórica sede. «Con tantos cambios, tememos quedarnos sin trabajo», aseguraban durante la campaña de primarias.

A muchos les finaliza su contrato después del 39 Congreso Federal (en prensa, administración, informática, organización y otros servicios) y siguen con temor a que Sánchez realice esa ‘purga’ pasado un tiempo prudencial para no causar revuelo mediático tras su vuelta a Ferraz.

Una huelga por los ‘sanchistas’

Los de Sánchez son conscientes de que la sede también ha estado dividida entre ‘pedristas’ y ‘susanistas’. Las primarias terminaron de encender los ánimos en Ferraz, precisamente, con el equipo de Sánchez. Hasta el punto de que los propios trabajadores presentaron una queja ante la Comisión de Garantías para que el proceso de primarias no denigrase su imagen.

Fueron tiempos duros que terminaron con esta queja por el famoso recuento de avales. El viernes 5 de mayo, los todavía precandidatos Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez debían de presentar en Ferraz los avales que habían recogido durante esta primera fase para llegar a ser candidatos a la Secretaría General. Tenían que conseguir un total de 9.368 avales que representa el 5% del total de militantes. La jornada se iba desarrollando sin incidentes hasta que desde el equipo de Sánchez trasladaron a los medios hasta tres cifras distintas de avales. Primero 36.000, luego 46.000 y por último y en definitiva 57.369 avales.

Representantes de las candidaturas de López y Díaz trasmitieron su desconcierto por este «baile de cifras». El proceso estaba organizado de manera que una empresa externa analizase las firmas en la sala Ramón Rubial con ayuda de 40 ordenadores y 55 trabajadores.

El malestar comenzó cuando los dos escáneres encargados de archivar los datos de los firmantes tuvieron dificultades en la lectura de los formularios produciéndose algunos errores. Los avales que no se podían detectar bien por estas máquinas tenían que ser comprobados a mano, por lo que añadía más trabajo y fue entonces cuando se pusieron a colaborar trabajadores de Ferraz.

Desde el equipo de Sánchez, este gesto estuvo mal visto. Uno de los allí presentes aseguró a OKDIARIO que dos personas de la candidatura de Sánchez aparecieron gritando: «¡No son de fiar!». «Pedían la paralización del recuento y que nos levantáramos porque no se fían de nosotros que somos militantes del partido de toda la vida como lo son ellos», señalaron a este medio varios trabajadores.

La situación derivó en el paro de los trabajadores con apoyo del gerente durante dos horas con nervios y mucha tensión entre ambas partes. Incluso, llegaron a pedir ayuda a la gestora del PSOE para que respaldase su neutralidad frente a las quejas de los de Sánchez. Miembros conocidos que conforman la gestora socialista mediaron en el desencuentro intentando apaciguar los ánimos y propusieron aplazar el recuento hasta el sábado para calmar las aguas. Finalmente, todo se quedó en un cabreo por ambas partes.

Pelea por el ‘Gordo’ de Navidad

A estas trifulcas se suma el enfado interno que provocó el ‘Gordo’ de Navidad. El pasado 22 de diciembre tocó el Gordo y se ‘armó la gorda’. Los décimos eran regalados y no se repartieron entre los trabajadores. Unos denunciaron que los dos millones de euros del premio correspondían al partido, otros a repartir entre los trabajadores y los que de verdad tenían el décimo se quedaron con el dinero. Finalmente y tras mucho pelear, el departamento de administración se quedó con toda la lotería.

«Afortunadamente ya ha pasado lo malo y ahora toca coser e integrarse», señalan en consonancia con las palabras de Sánchez a los periodistas. Con este gesto, Sánchez pasa página y comienza desde cero para que no se hable de «vencedores ni vencidos». El tiempo será el mejor juez.