España
Elecciones 28M

Sánchez se apoyará en Bildu para ilegalizar asociaciones que «humillen la dignidad de las víctimas» de Franco

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno tiene hasta mediados de octubre para promover una modificación de la ley orgánica que regula el derecho de asociación, incluyendo «como causa de disolución» la «apología del franquismo» con «menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas». Ése es el plazo que le marca la autodenominada Ley de Memoria Democrática, que Pedro Sánchez pudo aprobar gracias a Bildu. Los proetarras volverán a dar su voto al Ejecutivo para sacar adelante esa reforma, que Sánchez se compromete a lanzar en vísperas de la campaña para las elecciones generales. Será una nueva muestra del papel de socio prioritario que los de Otegi juegan en el Ejecutivo.

La reforma, promovida por el Ministerio del Interior y pensada especialmente para ilegalizar la Fundación Francisco Franco, se recoge en el plan anual normativo para 2023 y tendrá que ser impulsada en los próximos meses si Sánchez quiere cumplir con sus compromisos electoralistas. El voto del Partido Popular no ha sido aclarado, pero los populares ya votaron en contra de la propia ley y Alberto Núñez Feijóo ya ha avanzado que la derogará cuando gobierne. El Ejecutivo cuenta en cualquier caso con mayoría suficiente si sus socios habituales le apoyan.

Socios

El deseo de Sánchez de ilegalizar las asociaciones franquistas contrasta con la normalización con la que pacta con Bildu, partido que no ha condenado la violencia etarra y que ha incluido en sus listas para el 28M a 44 condenados por terrorismo, siete de ellos, con delitos de sangre.

Sánchez no sólo ha desoído las críticas de las víctimas por esos pactos. Este miércoles, ha confirmado en el Congreso su disposición a alcanzar nuevos acuerdos, pidiendo abiertamente a Bildu su apoyo para el decreto económico que tiene previsto llevar al Congreso en junio. El presidente socialista ha evitado así la ruptura con sus socios, como le exigen insistentemente desde el Partido Popular, y les ha tendido la mano para aprobar nuevas leyes tras reprocharles, con tibieza, que se han «equivocado» en la inclusión de etarras condenados en las listas. Este martes, Sánchez ya abrió la puerta a pactar con Bildu tras las elecciones autonómicas y municipales, como actualmente ya sucede en Navarra, donde la socialista María Chivite pudo ser investida gracias a los proetarras.