Sánchez aparta a Calvo y toma el control de las negociaciones en la recta final

• Joan Guirado @joanguirado
• Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.
• • 17/08/2019 11:31
  • Actualizado: 17/08/2019 11:31

Carmen Calvo ya no liderará las negociaciones por parte del PSOE de cara a un eventual acuerdo para la investidura del secretario general, Pedro Sánchez. Será el propio presidente en funciones quien, en la recta final antes de una convocatoria electoral automática, busque los apoyos necesarios en un movimiento más bien preelectoral.

El núcleo duro de Sánchez, principalmente su jefe de gabinete, Iván Redondo, creen que Calvo ha quedado muy desgastada tras el intento de llegar a un acuerdo con Podemos durante el mes de julio. Consideran que parte de la desconfianza radica en la difusión del documento facilitado por Pablo Echenique a la vicepresidencia en funciones con las exigencias podemitas, y ven difícil regenerar los puentes con ella al frente.

Es por ese motivo que será el propio presidente en funciones quien a partir de ahora lidere las negociaciones, en un equipo en el que también estarán Calvo, Redondo, la vicesecretaria general Adriana Lastra y la ministra de Hacienda en funciones María Jesús Montero.

Lo que no saben aún es quién se sentará al otro lado de la mesa, sobre todo en el caso de Podemos, dado que Pablo Iglesias lleva semanas sin decir ni una palabra tras su paternidad. Consideran que «lo lógico» si negocia Sánchez, es que fuese con el secretario general de Podemos, aunque creen que este puede delegar otra vez en Echenique.

El movimiento del secretario general del PSOE, no obstante, se debe leer más en un movimiento electoralista que no posibilista de cara a alcanzar un acuerdo que permita la investidura antes del 23 de septiembre. A día de hoy las posiciones entre los dos principales partidos que deben llegar a un pacto, el PSOE y Podemos, están aún muy distanciadas y nadie parece dispuesto a ceder.

Todas las encuestas culpan a Sánchez de no haber llegado a un acuerdo a finales de julio, por lo que de esta forma, y tras las reuniones con los agentes sociales, el presidente y su equipo -muy viciados al marketing político- venderán una imagen de esfuerzo total para no ser señalado como el responsable de la repetición de elecciones.