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El refugiado sirio dice que fue «un error» darle al «me gusta» en las fotos del ISIS de su Facebook

El refugiado sirio Osama Abdul Mohsen ha concedido una entrevista en exclusiva a OKDIARIO en la que admite que en su cuenta de Facebook existen nexos con personas vinculadas al ISIS, incluso él mismo según la información publicada por este diario, pulsó el ‘like’ en fotos relacionadas con Estado Islámico. Ahora, Mohsen reconoce que fue “un error” darle al ‘Me gusta’ en las fotos de su perfil de la red social.

Mohsen se convirtió en noticia en todo el mundo cuando la periodista Petra Laszlo le zancadilleó mientras cruzaba la frontera entre Serbia y Hungría con su hijo en brazos. Poco después, el Gobierno español admitió como refugiado a este ciudadano sirio pese a que los kurdos le acusaban de terrorista y los servicios secretos veían claras vinculaciones en su cuenta de Facebook con simpatizantes o militantes de ISIS. El propio refugiado había pulsado el ‘like’ en fotos o comentarios de sus amigos en Facebook que tenían una relación directa con Estado Islámico.

Durante la charla, Abdul Mohsen admite que en su cuenta de la red social existieron nexos con personajes poco recomendables vinculados a ISIS, pero asegura que corregirá esos “errores”, y proclama su total desvinculación de la yihad. “Estoy en contra del ISIS, odio el asesinato, cuando lo veo en televisión me enfado muchísimo”

El refugiado, que se gana la vida como entrenador de fútbol, muestra su horror hoy ante las fotos que colgaron en los perfiles de sus amistades de Facebook y ante las que en muchos casos el propio Moshen mostró su agrado o conformidad. Este diario le mostró un campo sembrado de cabezas cortadas que aparecen en una de las fotos de su red de Facebook y le hizo una pregunta directa que él no eludió. ¿Se puede hacer esto en el nombre de Alá? Moshen respondió con un categórico: “No. Cualquiera que se llame musulmán y luche, no es musulmán”. “Creo que mi Dios odia a esta gente porque matan a todo el mundo, eso es lo que creo”, añadió.

Otra de las acusaciones que pesa sobre su persona, desde que las imágenes de la zancadilla de Laszlo le llevó a las portadas y a los telediarios de medio mundo, es su participación en la masacre de Qamishli. Ésta se produjo tras un partido de fútbol disputado en el año 2004 y tras el cual 50 personas, en su mayoría kurdos, fueron asesinados.

Precisamente, el Partido Sirio de los Kurdos (PYD) le señalan como uno de los participantes en la matanza, ya que él sería el entrenador del equipo que había viajado desde Deir Ezzor, equipo al que entrenaba. La comunidad kurda sostiene que este hoy pacífico entrenador afincado en Getafe fue uno de los artífices de aquella carnicería en nombre de Al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.

Pero Osama Abdul Mohsen no responde a la pregunta directa que se le realiza. Prefiere contestar con evasivas a desmentir su participación en aquella masacre, como muestra el vídeo de la entrevista que acompaña este texto.

Tampoco aclara cómo se le colaron tantos amigos del yihadismo en su red de Facebook como Mohamed Alfaraj, que se relaciona con radicales que insertan la bandera de ISIS en sus perfiles, imágenes de decapitaciones, sujetos enmascarados portando armas…o Abu Said  Al Dairi, cuya cuenta viene presidida por un hombre encapuchado armado y todo ello bajo la leyenda allah akbar.

Mohsen se aturulla para explicar tanta coladura de radicales sin que lo advirtiera durante años: «Uno se unen a otros en Facebook, pero mis amigos son buenas personas». Pero al rato no sabe explicara por qué sus amigos usan la bandera de ISIS o apadrinan amigos que aman las decapitaciones o la yihad. «Tendré más cuidado en el futuro». Es la sola respuesta a un Facebook tan rebosante de nexos con el yihadismo que suscitó las alarmas de los servicios de inteligencia españoles. Unos nexos que el Gobierno ocultó para no estropear la foto de acogida de este bipolar refugiado, que hoy condena el yihadismo y ayer disfrutaba con fotos impensables para un ser pacífico como se proclama.