España
Enaltecimiento del terrorismo

El rapero que ensalza a ETA se atrinchera en la universidad de Lérida para no entrar prisión

Debió entrar de forma voluntaria en prisión el pasado viernes y ahora está en busca y captura

El rapero Pablo Hasél, condenado a 9 meses y un día por enaltecimiento del terrorismo de ETA e injurias a la Corona, no acudió el pasado viernes a la prisión en la que debería ingresado voluntariamente para cumplir su pena. Este lunes ha reaparecido en la universidad de Lérida, donde se ha atrincherado junto con un grupo de simpatizantes para no ser detenido y enviado a prisión. «Tendrán que venir a secuestrarme», había advertido la pasada semana horas antes de que terminase el plazo para ingresar en la cárcel.

«Estoy encerrado junto a bastantes solidarios en la Universitat de Lleida, tendrán que reventarla para detenerme y encarcelarme. Es en el Rectorat de Rambla d’Aragó por si alguien de por aquí quiere echar una mano», ha confirmado Hasél en sus redes sociales, a la vez que lanzaba un llamamiento pidiendo ayuda y ‘refuerzos’.

El encierro se produce apenas 48 horas después de que el rapero haya desafiado a la sentencia de la Audiencia Nacional, que le instaba a ingresar voluntariamente en prisión antes de las 20 horas del viernes. Al no acudir, su detención quedaba a expensas de que Mossos d’Esquadra y Policía Nacional recibiesen la orden de busca y captura y procediesen a su detención.

Su caso se coló en la campaña electoral de las catalanas al coincidir exactamente su hora límite de ingreso voluntario con el fin de la propia campaña. De hecho, tanto PSOE como Podemos han hecho guiños al caso de Hasél, anunciado una reforma que despenalizaría aquellas injurias a la Corona o comentarios que ensalcen al terrorismo que no supongan «implícitamente» un riesgo de violencia.

Esta no es la primera causa penal que pesa sobre Hasél, que ya ha sido condenado cuatro veces por diversos delitos. En 2015 fue condenado a 2 años de prisión por hechos similares a la actual condena, aunque no entró en la cárcel por no tener antecedentes. Sin embargo, ha vuelto a reincidir y la Audiencia Nacional ha dictaminado su ingreso en prisión.

También ha sido condenado en el pasado por otros dos delitos -aun no firmes- y está pendiente de una quinta causa. El rapero, cuyas letras y mensajes en redes sociales están llenas de muestras de odio contra la Policía Nacional y la Guardia Civil, y en las que se apela abiertamente a la violencia de ETA, lleva meses inmerso en una campaña para que se anule su condena. Según defendió en el juicio, sólo se ha limitado a recoger las informaciones periodísticas que aparecen en medios de comunicación.

«Los amigos del reino español bombardeando hospitales, mientras Juan Carlos se va de putas con ellos», decía Hasél en uno de los mensajes que han terminado ante el juez.

La Fiscalía se opone a su libertad

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha contestado al recurso de súplica presentado por el delincuente Pablo Hasél contra su entrada en prisión, denegando la suspensión de la ejecución de la condena.

El abogado del rapero, Diego Herchhoren, explicó  el domingo que esta postura de la Fiscalía contrasta con su informe de septiembre de 2020 en el que no se oponía a la concesión de los beneficios de la suspensión de la condena.

Según el Supremo, que confirmó la postura de la Audiencia Nacional, el artista difundió en su perfil de Twitter –que entonces contaba con más de 54.000 seguidores, hoy más de 100.000– más de 60 mensajes entre los años 2014 y 2016 en los que ensalzó la figura de miembros de ETA, como es el caso del exjefe militar de la banda terrorista, el fallecido Joseba Arregi, de quien dijo que murió torturado por la Policía y de los GRAPO como Isabel Aparicio, detenida en octubre de 1979 y «exterminada por comunista», según sus publicaciones.