España
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

El PSOE en alerta con Puigdemont: «La amnistía colma a Junts, ya no tiene motivos para apoyar a Sánchez»

La opinión mayoritaria es que Sánchez debería convocar elecciones anticipadas si hay riesgo de una moción de censura

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La Ley de Amnistía, que el PSOE negó por activa y por pasiva, ya es una realidad. Este jueves la norma exigida principalmente por Junts, a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez, fue aprobada con mayoría absoluta por el Congreso. La pregunta que se hacen todos en el Partido Socialista, ahora, es ¿qué hará Junts? En las filas del grupo parlamentario socialista hay una gran coincidencia con que «la amnistía colma a Junts» que «ya no tiene motivos para apoyar a Sánchez».

Entre los 121 parlamentarios del PSOE, de los que este jueves se dio de baja Zaida Cantera por no compartir la aprobación de la amnistía, reina el temor a que los de Carles Puigdemont pueden apoyar una moción de censura presentada por Alberto Núñez Feijóo si se les presenta la oportunidad.

«Nos pedirán más cosas», reconocen, que «en algunos casos como el referéndum son imposibles de conceder». La de la autodeterminación y la cuestión del régimen fiscal propio, explican fuentes socialistas, son las dos cosas que pueden torcer la relación.

Si ocurre eso, si hay un divorcio efectivo a la relación oportunista que sellaron el PSOE y Junts, para investir a Sánchez a cambio de una amnistía, en el grupo socialista la mayoría comparten la opinión de que «el presidente se debería anticipar». Hablan de «evitar lo que le ocurrió al PP en Murcia».

En definitivas cuentas, que si hay visos de un posible acuerdo entre los populares y los junteros para desalojar a Sánchez de La Moncloa, algo que nadie descarta en función de lo que pase con la investidura en Cataluña, el jefe del Ejecutivo debería disolver las Cortes y convocar a los españoles a las urnas.

Presupuestos

La primera gran prueba de fuego que tiene ahora el Gobierno de Pedro Sánchez, cuando se cumple un año de la última disolución del Congreso y del Senado, y prácticamente seis meses de la conformación del Ejecutivo, es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene. Y no será tarea fácil para los socialistas y Sumar.

Junts, aunque algunos no lo quisieron creer, pensando que el acuerdo de investidura era de estabilidad, ya advirtió en noviembre que ellos no se ataban las manos para toda la legislatura. Y ahora, reconocen en el grupo del PSOE, «nos vamos a dar de cara con la realidad».

Tras la amnistía, que antes del 23J nadie preveía ni por asomo, las peticiones de Junts para mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa son muy claras: un pacto fiscal, a cambio de los Presupuestos del 2025, y un referéndum si quiere agotar los cuatro años. Con la boca pequeña, ya que algunos se reconocen «escarmentados» por tener que «defender algo que luego tuvimos que asumir como propio», los diputados del PSOE creen que por ahí ni Sánchez ni ellos pueden pasar.

Pese a que un adelanto electoral no es plato de buen gusto para Moncloa y Ferraz, explican, por el temor a que la suma actual no dé lo suficiente para revalidar el Gobierno, sí miran con cierta esperanza que la caída libre de Sumar y de Podemos pueda aupar a Pedro Sánchez por encima de los 150 escaños. Ese buen resultado, no obstante, no les garantiza la gobernabilidad. Pues si ERC sigue perdiendo apoyos y Junts sigue resistiendo o incluso mejorando ligeramente sus resultados, como ocurrió en Cataluña, el precio a pagar por parte del PSOE puede ser aún más elevado.

El PSOE y la investidura en Cataluña

Pedro Sánchez aseguró hace unos días, en una entrevista televisiva, que la investidura de Salvador Illa en Cataluña «se negociará en Cataluña». Por lo que dio a entender que no se entrometerá en los intereses del PSC. Pero tanto en Pallars, sede de los socialistas catalanes, como en Ferraz, las opiniones respecto a esto son muy distintas. A las pocas horas de los comicios que dejaron como ganador a Illa, el secretario de Organización federal, Santos Cerdán, ya contactó con el equipo de Puigdemont para seguir negociando el apoyo al Gobierno. Y la respuesta que obtuvo Cerdán es que «ya no tenemos las manos atadas».

Una declaración de intenciones de Junts en toda regla. Similar a la que este jueves, en el debate de la Ley de Amnistía, les ha lanzado la portavoz parlamentaria en el Congreso, Míriam Nogueras. La diputada separatista ha recordado al PSOE, en plena aprobación de la norma, que «con el acuerdo de investidura y la ley de amnistía no se resuelve el problema». Junts quiere más -entre otras cosas, la Presidencia de la Generalitat- y le hará pagar caro a Sánchez el mantener su apoyo si quiere mantenerse en el poder.