España

La primera condición del PNV para apoyar a Rajoy: El acercamiento de los presos

El lehendakari, Íñigo Urkullu, ha pedido al Ejecutivo que cambie la política penitenciaria, que se la transfiera a Euskadi y que asuma el acercamiento de los presos, un epígrafe de la llamada «agenda vasca», con la que el PNV quiere ir a Madrid a dialogar con el presidente en funciones, Mariano Rajoy, sobre posibles apoyos para la formación de Gobierno.

Urkullu ha hecho otra petición: el desarme definitivo de ETA en un año bajo un proceso de verificación, el cual no necesariamente tiene que asumir el Gobierno vasco, sino la administración o el agente internacional que sea menester, con tal de completar la desaparición de ETA de la realidad vasca.

Las situación de Euskadi y la política española, pendiente de si Rajoy consigue el respaldo suficiente para revalidar Presidencia, han copado la intervención y declaraciones de Urkullu este lunes en San Lorenzo de El Escorial. El lehendakari ha dicho que el diálogo no tiene por qué conducir a acuerdos. «De hablar a acordar hay un largo trecho», ha dejado claro. Además ha indicado que no espera una llamada de Rajoy para buscar apoyos porque esa gestión recae en el presidente de su partido, Andoni Ortúzar. Eso sí, si el PP quiere hablar con el PNV, debe poner sobre la mesa «la agenda vasca», ha avisado.

Por otro lado, Urkullo ha recordado que ETA anunció de modo unilateral el fin de sus acciones violentas, y desde entonces ni la banda terrorista ni el Gobierno español «han dado los pasos que cabía esperar», lo que no obstante no ha ralentizado la actuación del Ejecutivo vasco durante los últimos cuatro años. De ahí, la apuesta y el despliegue del Plan de Paz y Convivencia.

«El proceso de pacificación llegó tarde y avanza más despacio de lo que la sociedad querría», ha dicho, una de las consecuencias más notorias es «el retraso de la reivindicación de la paz, asociada al fin de la violencia». A pesar de ello, el lehendakari ha manifestado la apertura y ensanchamiento de una «agenda de la convivencia», que agrupa una serie de propuestas a corto, medio y largo plazo. Entre ellas: el desarme de ETA, una nueva política penitenciaria y una reflexión crítica sobre el pasado; la consolidación de un modelo de convivencia basado en las víctimas, la clarificación de lo ocurrido entre 1960 y 2010, la memoria y la reinserción, así como la instauración de la diversidad y la pluralidad como pilares de una sociedad del futuro.

El lehendakari afronta unas elecciones vascas que pueden suponer la repetición de su actual mandato. Será clave en el cumplimiento de su hoja de ruta el papel del Gobierno de España. Por ello, ha planteado la conveniencia de estabilidad en Madrid para que el Estado español sea más fuerte a la hora de enfrentarse a crisis que perduran, como la económica, la institucional o la del modelo territorial.