España

La Policía encuentra cajas enteras de actas del 1-0 destruidas por los Mossos

La Policía Nacional ha detectado cajas enteras de actas del 1-O rotas por los Mossos que revelan su inacción. Las actas estaban destruidas en pequeños trozos, tal y como acredita la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO. La Policía ha conseguido reconstruir, pese a ello, diez ejemplares. Y la radiografía de todo esa documentación es la misma en cada informe: actas que revelan que los Mossos acudieron a los colegios electorales ilegales el día del 1-O y no hicieron su trabajo.

Algunas de las actas revelan que los agentes autonómicos -identificados en esos documentos reconstruidos con sus números de placa y, por lo tanto, perfectamente identificables- argumentaron que no se podía acceder a un colegio para cerrarlo “porque había un tractor obstaculizando la puerta”; en otro que era imposible incautar las urnas porque “había 300 personas”; en otro que decidieron no cerrar el colegio porque estaban en “actitud pacífica”; o en otro, que minutos después llegó la Policía Nacional o la Guardia Civil y casualmente ellos si pudieron entrar en el colegio, incautar las actas y documentación y cerrar el centro ilegal de votación.

La documentación se encontraba en posesión de los Mossos, abarca muchos más informes que los diez que se han podido salvar y, por si el hecho de romperlos en pedazos no era suficiente, tenían la intención de destruirlos por completo, junto con más documentación, en la incineradora de Sant Adriá del Besós (Barcelona).

La Policía se ha encontrado, así, diversas muestras de informes, todos ellos, totalmente esclarecedores de lo ocurrido aquel día con los Mossos. “Un sobre conteniendo trozos de actas del 1 de octubre de 2017. Las referidas actas se encuentran rotas en pequeños trozos”, refleja el informe de la Policía Nacional sobre uno de las cajas con documentos descubierta.

El encabezado de la mayoría de los informes señala lo siguiente: “Acta para dar cumplimiento a las órdenes dadas por el TSJ de Cataluña”. Es decir, que los agentes autonómicos sabían perfectamente qué órdenes debían cumplir y que, además, contaban con la fuerza imperativa de una resolución judicial de un Tribunal Superior.

En unas de las actas se señala que “a las 16 horas del 1 de octubre de 2017 dos funcionarios del cuerpo de Mossos de la USC de Gerona se presentan” en el CEIP de Verd donde especifican que fue imposible identificar al responsable ya que nadie se hace responsable”. Por lo visto, ante semejante argumento de los presentes, no se les ocurrió identificar a ningún sospechoso. “A las 9:10 horas se persona la Policía Nacional con 10 vehículos, entran en la escuela por la fuerza produciendo algunas contusiones y no encuentran ninguna urna y material”, añade esa nota literalmente.

Otra de las actas “donde falta el trozo de identificación del colegio firmada por agentes” asegura “que fue imposible acceder al local por presencia de personas vulnerables, no cerrando el mismo”. Se añade en ese mismo informe y dentro del apartado de observaciones que en el “interior del centro hay unas  300 personas que impiden el paso a los agentes, no identificando al responsable”. Al igual que en la anterior nota, se señala que “sobre las 9:15 horas se presentan 12 vehículos de Policía Nacional, los cuales han desalojado el centro y las personas que estaban en el exterior, los agentes de la Policía Nacional se han llevado diversas urnas del interior y actas”.

En otro acta “manifiestan que han visto agentes del Cuerpo Nacional de Policía, 40 uniformados y 10 de paisano haciendo servir el uso de la fuerza, apartaron de la puerta de la escuela a unas 250 personas que se oponían de manera pacífica a la actuación policial”. Los Mossos, por el contrario, ante la actitud pacífica prefirieron dejar seguir a los votantes del referéndum prohibido e ilegal y esperar a que tuviese que llegar la Policía Nacional ante su inacción.

Llama la atención, además, tanto en esta nota como en otras similares, que el interés de los agentes de los Mossos parecía estar más centrado en controlar los movimientos de la Policía Nacional que en impedir la votación delictiva que se cometía ante sus ojos.

Otro acta narra que “no han accedido al interior porque el pabellón se encontraba cerrado, encontrándose un tractor obstaculizando la puerta de entrada impidiendo el acceso”. Y acto seguido describe cómo “todo ello” sucedía “en el marco de una gran concentración de personas”. Personas a las que, por lo visto, el tractor no les había impedido acceder. “A las nueve horas la Guardia Civil se persona en el lugar desalojando a las personas concentradas, accediendo al interior rompiendo la puerta”. Para los agentes de la Guardia Civil tampoco fue un obstáculo insalvable el tractor.