La Policía desconoce los planes del Gobierno a una hora de cerrar Madrid: «Improvisación» y «chapuza»
Pasado el mediodía, la instrucción del ministerio del Interior no estaba redactada a la espera de la discusión interna en el Consejo de Ministros sobre quién tendría el mando y el alcance geográfico del estado de alarma
Policía Nacional y Guardia Civil se encuentran, superadas las dos de la tarde, «desconcertadas» a la espera de los detalles del decreto de estado de alarma que el Gobierno seguía a esa hora discutiendo en el Consejo de Ministros. Algunas fuentes consultadas hablan de «chapuza» para «algo tan serio» como decretar un estado de alarma y las «dificultades operativas» que conllevan implementarlo antes de las tres de la tarde en cuestión de minutos.
El Consejo de Ministros, según fuentes de Moncloa, presidido por la vicepresidenta Carmen Calvo, iba a ser rápido, pero ha durado más de dos horas. Se trata de determinar si se le otorga el mando o no a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y del alcance geográfico del estado de alarma.
Fuentes policiales señalan a OKDIARIO que los detalles del operativo se están improvisando en el ministerio del Interior esta misma mañana a la espera de saber qué dice exactamente el decreto de estado de alarma que va a ser presentado por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. «La instrucción se está cerrando porque no conocemos concretamente el marco legal que es ese decreto, ni sabemos si afecta a toda la región o solo a unos municipios, aparte de Madrid capital», señalan las fuentes consultadas.
La Policía Nacional va a aportar, al menos, 1000 agentes para cerrar el perímetro de la capital y de las ciudades afectadas que son de su competencia con ayuda de sus policía municipales, la estaciones de Atocha, Chamartín y Méndez Álvaro y el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. La Guardia Civil se ocuparía del cierre perimetral de la Comunidad. Está por ver si Interior asume también el control de las policías municipales de las ciudades afectadas o el mando queda bajo la presidenta Ayuso.
«Nosotros somos el último eslabón aún no sabemos nada», señalaban a las 12 del mediodía fuentes policiales. En cualquier caso, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen suficiente experiencia y los dispositivos -según el grado que establezca el Gobierno en el decreto- pueden asemejarse a los de una Operación Salida, pero «con la premura de tiempo» -dicen las fuentes consultadas- de una Operación Jaula que se usa en caso de atentado terrorista. «Dada la premura de tiempo -dicen fuentes policiales- el objetivo es evitar un éxodo masivo de madrileños por el puente del 12 de octubre».
Todo apunta, de todos modos, a un operativo parecido al de estos días y que anuló el jueves el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por entender que la Orden Ministerial de Sanidad de cerrar Madrid vulneraba derechos fundamentales, el primero el del libre tránsito. Desde ese momento, Interior destaca que los controles policiales fueron cancelados.
Las fuentes policiales y de la guardia civil consultadas transmiten una cierta sensación de desconcierto y enfado por la improvisación de una medida que parece -en términos políticos- tomada hace ya horas por el Gobierno, independientemente de lo que decidiera el gobierno regional de Madrid.
El sindicato JUPOL solicita directrices claras y sin sesgo político para la Policía Nacional. JUPOL insta a Interior a aplicar medidas de prevención para no incrementar los contagios. JUPOL, mayoritario en el Consejo de la Policía, ha mostrado su malestar por la inseguridad jurídica que se está generando en Madrid por las decisiones políticas enfrentadas entre Gobierno Regional y Nacional.
Vuelta atrás
Madrid vuelve así al estado de alarma tres meses y medio después de que se levantara el de la pasada primavera en toda España, que se alargó hasta finales de junio. Pero esta vez la medida sólo afectará a la Comunidad presidida por Díaz Ayuso, que ha tratado de evitar el cierre total que plantea Moncloa advirtiendo de las graves consecuencias económicas y sociales que supondría. Sin embargo, el Gobierno de Sánchez ha decidido seguir adelante con el plan trazado: Madrid debe cerrarse antes del puente del 12 de octubre.
Madrid ya permanecía, desde el pasado viernes a las 22:00 horas, en una situación de teórico confinamiento. Sin embargo, las autoridades no habían comenzado a multar a quienes se saltasen la restricción de movilidad a la espera de que la Justicia se pronunciase sobre la legalidad de la Orden Ministerial de Illa. El fallo llegó este jueves por parte del TSJM: la orden carecía de encaje legal suficiente como para limitar derechos fundamentales, como denunciaba Madrid, y quedaba revocada.
El Gobierno de Sánchez defiende que la decisión se toma siguiendo «criterios científicos y técnicos» y que el objetivo es «preservar la salud de los madrileños». Sin embargo, las cifras de la pandemia para la Comunidad de Madrid muestran que la situación ya ha superado una fase de estabilización y desde hace más de 10 días la tendencia es descendente en todos los indicadores.
Madrid, por ejemplo, constataba este jueves que la presión hospitalaria del Covid sobre su red de centros sanitarios había descendido un 18% en apenas 10 días. Una reducción de cerca de 600 pacientes, 600 plazas hospitalarias que han quedado liberadas tras darse de alta a los contagiados ya curados.
El estado de alarma llega a Madrid, además, con la incidencia acumulada en significativo descenso. Hace dos semanas, cuando el ministro Illa comenzó a hablar abiertamente de la posibilidad de confinar Madrid, la tasa superaba los 700 casos por cada 100.000 habitantes. Actualmente, ese indicador ha bajado hasta los 590.
De hecho, según datos de la Comunidad, la incidencia en Madrid capital se ha desplomado tras dos semanas de restricciones y ya se encuentra debajo de los 500 casos cada 100.000 habitantes. Ese es el umbral establecido por Illa para confinar a los 3,5 millones de habitantes y, a día de hoy, la ciudad ya no los cumple.
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