España

Podemos plantea una ley para controlar la propiedad de los medios privados

Bien es sabida la manía de Pablo Iglesias contra los grandes grupos de comunicación, especialmente cuando dejan de dedicarle minutos o se muestran críticos con él y su partido, así como su anhelo de poder manejar televisiones, como reconoce en un vídeo muy reproducido ya, y como recordado el ataque que recientemente lanzó contra los periodistas en la Universidad Complutense en la persona de Álvaro Carvajal, a quien puso en el disparadero.

Este viernes, Podemos ha llevado al Congreso de los Diputados tres iniciativas para revolucionar el modelo que básicamente consisten en que el Gobierno pueda intervenir en mayor medida a la hora de frenar grandes concentraciones, especialmente en el sector audiovisual y ‘salvando’ a los periódicos. Los documentos son parte de la campaña ya que no tendrán recorrido ninguno al estar a punto de disolverse las Cortes Generales.

Su idea es «poner límites a la propiedad cruzada», algo que, según Miguel Álvarez, especialista de la materia en la formación morada, no afectaría a los dueños actuales pero sí a futuras compras o fusiones. Se apoya en que España, dice, es un país con escaso pluralismo, lo que anima, añade, a trabajar para «situar» nuestro espacio informativo y de entretenimiento «a la altura de los estándares de calidad europeos».

Asimismo, se plantea un cambio sensible en la elección de las direcciones de la agencia Efe -que, según los de Iglesias, no se rige por el criterio de la «libertad de expresión»- y de Radio Televisión Española (RTVE), para las que sugiere sacar las plazas «a concurso público transparente y objetivo» para «dotar de independencia» a estos entes y «poner fin a su control gubernamental y opacidad».

Los textos llegados a la Cámara Baja suponen de ser aprobados y llevados a la práctica un mayor dominio del poder político sobre la actividad de los profesionales de las cadenas y las emisoras. En todo caso, el «debate amplio» que pretenden abrir tendrá que ser en otro momento, al menos en la próxima legislatura y si los líderes, como no ha ocurrido en la que ya agoniza, consiguen que se ponga en marcha.