España
Asalto de Pedro Sánchez al Constitucional

El plan de Pumpido hoy: volver a levantarse y dejar el Pleno sin quórum si ve que hay mayoría a favor del PP

Los magistrados del Tribunal Constitucional se reúnen este lunes en un Pleno que será clave para impedir el asalto de Pedro Sánchez al intérprete supremo de la Carta Magna. Los magistrados deberán pronunciarse en el Pleno sobre los escritos presentados por PSOE y Podemos y, en última instancia, si admiten las medidas cautelarísimas requeridas por el PP para frenar el atropello del Gobierno al Estado democrático y de derecho. Fuentes de la Corte de Garantías consultadas por OKDIARIO temen que Cándido Conde-Pumpido y otros afines a los socialistas que le apoyen se levanten para dejar sin quórum el Pleno –se necesita un mínimo de ocho magistrados– e impedir nuevamente la votación. Así el Gobierno ganará tiempo para aprobar en el Senado una insólita reforma del Código Penal que aniquila el delito de sedición y, vía enmienda, rebaja hasta el mínimo la malversación e impone un vuelco en el Constitucional forzando un cambio en el sistema de elección para asegurarse una mayoría de izquierdas en el órgano máximo garante de la Constitución.

Pumpido necesita solamente el apoyo de tres compañeros más para reventar el Pleno de este lunes. Ya cuenta con el respaldo incondicional de los magistrados Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán. Ahora falta por ver si los izquierdistas María Luisa Balaguer o Juan Antonio Xiol se suman a su propuesta. Fuentes judiciales aseguran que es probable que la magistrada Balaguer, propuesta por el PSOE, le dé el beneplácito a Pumpido. «El vicepresidente del Constitucional Xiol tiene un carácter más institucional y menos político», aseguran.

De esa manera se repetiría lo ya acontecido en el Pleno extraordinario del pasado jueves cuando Pumpido, ex fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero, pergeñó una artimaña para abortarlo. Tal y como adelantó este periódico, el plan de Conde-Pumpido pasaba por dejar al Pleno, convocado para poder decidir sobre el recurso de amparo del PP, sin el número mínimo de magistrados para poder celebrarse. Y así fue. El magistrado -apoyado por todos los izquierdistas del tribunal- amenazó al presidente Pedro González-Trevijano con «levantarse de la silla» si no suspendía la reunión.

La estratagema de Pumpido

Pumpido visitó el pasado martes por la mañana el Palacio de La Moncloa para reunirse con miembros del Gobierno. Tras ese encuentro, el magistrado diseñó una estrategia con el fin de abortar el Pleno que paralizaría la tramitación parlamentaria de los cambios en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el propio Constitucional. El bloque socialista del Constitucional más afín a Sánchez decidió que no iba votar alegando que «no han tenido tiempo» para analizar el recurso del PP. Pero, con el objetivo de reforzar esta excusa, planearon que el PSOE y Podemos también presentaran sendos escritos al Constitucional que provocara una crisis en plena reunión.

El responsable del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, solicitó apartar al presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, y al magistrado Antonio Narváez. Por su parte, el PSOE también envió un escrito al Tribunal Constitucional mediante el cual pedía al Pleno que rechazase la medida cautelarísima solicitada por el PP –que evitaría el asalto de Sánchez al Poder Judicial– al considerar que, de hacerlo, se provocaría «una perturbación en un interés constitucionalmente protegido», como la potestad legislativa.

Esto provocó un caos en medio del Pleno. El bloque izquierdista formado por Cándido Conde-Pumpido, Juan Antonio Xiol, María Luisa Balaguer, Inmaculada Montalbán y Ramón Sáez amenazó al presidente González-Trevijano con abandonar el Pleno si no lo aplazaba hasta el lunes. Si los afines al Gobierno se marchaban, el Pleno no contaba con el quórum mínimo y, por tanto, no podía celebrarse. El presidente con el objetivo de «preservar la institución» y de proteger la imagen del Tribunal Constitucional decidió aplazar el Pleno que, de todos modos, ya no podía desarrollarse.

Ahora, el bloque izquierdista del Constitucional no tiene excusas para sentarse este lunes en el Pleno y deliberar. Ellos pretenden paralizarlo discutiendo sobre los escritos presentados por el PSOE y el partido morado, pero si el cauce no va según lo previsto se levantarán para provocar una crisis sin precedentes en el Tribunal de Garantías. Y es que el partido aún no está decidido. Magistrados del Constitucional explican a este periódico que si las cautelarísimas se aprueban antes de que la reforma tenga luz verde en la Cámara Alta, el próximo 22 de diciembre coincidiendo con la celebración del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, se paralizaría de manera inmediata la tramitación de las enmiendas que afectan al Constitucional.