España

Un periodista de ‘El País’ sobre el incendio de Notre Dame: «Si Dios existiera, esto ocurriría en la Almudena»

Tras el aparatoso incendio en Notre Dame en París, Manuel Ansede, periodista de 'El País', ha afirmado en Twitter que "si Dios existiera, estoy habría ocurrido en la Catedral de la Almudena". Las redes han estallado contra él y ha tenido que borrar el polémico tuit para acto seguido disculparse en el mismo medio social.

Manuel Ansede, periodista científico de ‘El País’, ha afirmado que «si Dios existiera, estoy habría ocurrido en la Catedral de la Almudena», en relación con el imponente incendio que ha sufrido la Catedral de Notre Dame en París este lunes. Inmediatamente, ante la indignación de cientos de usuarios de la red social, el periodista, que escribe concretamente en la web de noticias de ciencia, tecnología, salud y medio ambiente del periódico de Prisa, ha borrado el polémico tuit para acto seguido pedir disculpas.

Tuit borrado por Manuel Ansede. Fuente. Twitter

Los comentarios de desaprobación e indignación por parte de cientos de usuarios de Twitter mencionando el perfil de Ansede han obligado al periodista a borrar su comentario y pedir perdón por su desafortunado tuit afirmando que Notre Dame «es una maravilla», aunque, ha añadido, la Almudena es un «engendro arquitectónico».

«Antes he tuiteado que, si Dios existiera, en vez de arder Notre-Dame, que es una maravilla, podría arder la Almudena, que es un engendro arquitectónico. Era un comentario arquitectónico sin maldad. Aunque Dios no existe, a mí me encantan las iglesias», así ha intentado justificarse el periodista ante la irritación de las redes sociales.

A media tarde un incendio terrible se ha desatado en la cubierta de la catedral de Notre Dame, la misma que inspiró a Victor Hugo durante el Romanticismo para escribir ‘Nuestra Señora de Notre Dame’ y la misma, además, que fue testigo de la coronación de Napoleón Bonaparte como emperador de Francia el 2 de diciembre de 1804. El fuego, que aún no ha sido controlado, ha dejado la cubierta totalmente derrumbada y ha provocado la caída de su emblemática aguja, una de las señas de identidad del templo parisino.