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Sánchez no sufre sequía en Doñana: dotó a su palacete de una máquina que genera 200 litros de agua al día

El Gobierno de Pedro Sánchez destinó el pasado verano 24.567,36 euros de los fondos europeos a instalar un dispositivo para la generación de agua potable en el Palacio de las Marismillas, en el Parque de Doñana (Huelva), una de las propiedades del Estado que el líder socialista suele utilizar como lugar de descanso. En cambio, el jefe del Ejecutivo de PSOE-Podemos sigue sin dar solución a los problemas de regadío de los agricultores andaluces en terrenos a 30 kilómetros del Parque.

Sánchez viajó este jueves a Doñana a hacerse la foto y criticó a la Junta de Andalucía por impulsar una ley de regadíos para estos agricultores, que no afecta en ningún caso al espacio protegido. El presidente andaluz, Juanma Moreno, le exigió un decreto de sequía.

Desde el pasado verano, Sánchez dispone en las Marismillas de dicha máquina, que convierte la humedad del aire en agua potable. El Gobierno realizó el encargo a través Tragsa, empresa perteneciente a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), adscrita al Ministerio de Hacienda, y exigió que el equipo de generación tuviera una capacidad de producción de en torno a 200 litros al día. Finalmente, la compra se realizó a Genaq Technologies SL, una empresa cordobesa con sede en Lucena, que ofreció un precio más bajo que otra firma aspirante. El acuerdo se adoptó el 16 de agosto de 2022 y el importe ascendió a 20.303,6 euros (24.567,36 euros, impuestos incluidos).

Características del generador que encargó el Gobierno.

Genaq Technologies SL cuenta con un modelo llamado Stratus que genera 200 litros al día en condiciones nominales, en formato de dispensador de agua, y que está dirigido a locales residenciales, comerciales y públicos, como hoteles, hospitales o viviendas aisladas.

En concreto, según consta en el expediente consultado por OKDIARIO, el contrato tuvo por objeto «el suministro de una máquina generadora atmosférica de agua potable para el Palacio de las Marismillas de Doñana, Almonte (Huelva), englobado en el marco del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea (Next Generation)». Es decir, esta adquisición fue costeada con fondos europeos.

Un modelo de generador que comercializa Genaq. (Foto: Genaq)

La memoria justificativa de esta contratación señala que el Palacio de Las Marismillas de Doñana, propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales, entidad pública dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, «no cuenta con acometida de agua de la red pública y cuenta con el sistema de abastecimiento y depuración de la recogida de aguas pluviales». Ante ello, el Gobierno procedió a «la colocación de un equipo de generación de agua potable a partir de la condensación del vapor de agua del aire ambiente».

Además, el Ejecutivo esgrimió que esta actuación, con cargo a los fondos europeos, se ajustó a la componente de «conservación y restauración de ecosistemas marinos y terrestres y su biodiversidad», en concreto al logro de «un estado de conservación favorable de los ecosistemas terrestres y marinos».

Asimismo, el pliego recogió que «el suministro de agua potable en el Palacio de las Marismillas, dado su emplazamiento aislado dentro del Parque Nacional, se realiza por medio del aporte y tratamiento de agua procedente de las lluvias y sondeos de pozos, de calidad actualmente muy dudosa y caudales paulatinamente menguantes, así como por medio de la compra y transporte de agua envasada».

Vista aérea del Palacio de las Marismillas.

El Palacio de las Marismillas, situado en Almonte (Huelva) y dentro de los límites del Parque Nacional de Doñana, ha sido uno de los destinos habituales de vacaciones de los presidentes del Gobierno y escenario de encuentros de política internacional desde la etapa de Felipe González en los años ochenta. En agosto de 2018 el propio Sánchez recibió aquí a la entonces canciller alemana, Angela Merkel.

Se trata de una construcción de estilo colonial de principios del siglo XX ubicada en el extremo sur de Doñana. Sólo se puede acceder a ella cruzando el Guadalquivir desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) o, en bajamar, recorriendo 30 kilómetros de playa desde Matalascañas, un aislamiento natural que facilita la seguridad. Cuenta, además, con una piscina-alberca.

«No manosee»

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, replicó a Sánchez este jueves que, en efecto, «Doñana no se toca», pero le exigió que «no manosee» el Parque Nacional, que es un «orgullo» para toda España, y que no culpe a los andaluces del problema de regadío. Desde Huelva, el jefe de la oposición denunció los cinco años perdidos del Gobierno central en política hídrica, en los que ha estado enfrentado a las comunidades y a los agricultores y ganaderos. «No es razonable vivir de la crispación y el enfrentamiento», lamentó Feijóo.

«Sánchez ha incumplido con Doñana, con los agricultores, ganaderos y con Huelva», añadió en referencia a las obras que el Gobierno de Sánchez se comprometió a hacer y no ha ejecutado. Además, Feijóo prometió un Pacto del Agua para solucionar la sequía con «presupuestos concretos e infraestructuras ejecutadas» y dio su palabra para ejecutar las obras necesarias por declaración de emergencia, así como para «preservar Doñana de los ataques y la desidia del Gobierno socialista».