Sánchez envió a las Cortes 2 documentos en los que miente sobre su postura en el Sáhara

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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

No uno, sino dos son los documentos oficiales que el Gobierno de Pedro Sánchez remitió este mismo mes a las Cortes en los que defiende una posición opuesta sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Como reveló OKDIARIO, el primero de ellos se envió el 1 de marzo. El Ejecutivo mantenía entonces ante el Congreso de los Diputados la postura que tradicionalmente han defendido los gobiernos españoles: «La posición de España es constante. España defiende la centralidad de Naciones Unidas y apoya los esfuerzos del Secretario General de Naciones Unidas en la búsqueda de una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable, tal y como establecen las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad, y en el marco de disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas».

Pero el engaño del Gobierno no se quedó ahí. En otra respuesta, en este caso al Senado, y fechada el pasado 7 de marzo -sólo una semana antes de conocerse el acuerdo con Marruecos- Sánchez defendía exactamente lo mismo. Hasta ahora, ningún presidente español había apoyado de forma explícita las reivindicaciones de una de las partes, como Sánchez hace con Rabat. La nueva posición del mandatario socialista ha roto con un consenso de 46 años en política exterior.

El pasado 14 de marzo, Sánchez remitió una carta al rey Mohamed VI en la que confirmaba el giro en la política española sobre el Sáhara Occidental. En la misiva, el socialista reconocía «la importancia que tiene la cuestión para Marruecos» y también «los esfuerzos serios y creíbles» de Rabat «en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable». Pero el presidente español fue más allá y en un vuelco histórico aseguró: «España considera la propuesta marroquí de autonomía  presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».

Haciendo caso omiso a las críticas por el volantazo sobre el Sáhara, Sánchez se ha desplazado este miércoles a Ceuta y Melilla, donde ha asegurado que el acuerdo con Marruecos garantiza la soberanía territorial y abre una relación «más sólida» en seguridad e inmigración. El presidente socialista no ha aclarado, sin embargo, si Marruecos le ha dado garantías sobre las dos ciudades autónomas, cuya soberanía siempre ha ambicionado. Tampoco ha respondido si Argelia estaba al corriente de la decisión. Sánchez ha tratado de justificar este giro en que la situación con Marruecos era «insostenible» y había que resolverla ya. En este contexto, ha destacado que la nueva posición «no deja de ser una de las propuestas recogida en las resoluciones de Naciones Unidas».

Sánchez oculta, en cambio, que esas resoluciones recogen también el derecho saharaui a la «libre determinación». De hecho, los socialistas han difundido un argumentario en el que se asegura que «la postura de España está en el marco de Naciones Unidas y de las resoluciones del Consejo de Seguridad, como la más reciente de ellas, 2602, para encontrar una solución mutuamente aceptable al conflicto».

El PSOE, sin embargo, mutila el texto íntegro de la resolución, en la que la ONU exhorta a las partes a «reanudar las negociaciones (…) sin condiciones previas y de buena fe (…) con miras a lograr una solución política justa, duradera y aceptable para todas ellas que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas».

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