España
Valle de los Caídos

Patrimonio Nacional se desentiende de la exhumación de Franco

Patrimonio Nacional se pone de perfil en el trámite de exhumación de los restos de Franco. La entidad responsable de la gestión del monumento no quiere ser la encargada de liderar el proceso abierto por Pedro Sánchez tras su llegada a Moncloa.

Según ha podido saber OKDIARIO, la institución real, dependiente de Presidencia del Gobierno, se inhibe de la resolución de los trámites administrativos que tendrán que llevarse a cabo para el desentierro y traslado de los restos del dictador. Sus responsables quieren que sea el Gobierno quien articule previamente la fórmula jurídica necesaria.

Aunque la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, aseguraba «la decisión política está tomada» y que el Gobierno trabaja en diferentes niveles de la Administración y con Patrimonio Nacional, técnicos y funcionarios recuerdan que sería necesario, con carácter previo, la modificación de la actual Ley de Memoria Histórica -donde no se contempla expresamente la exhumación y traslado de los restos del dictador-.

Y la cuestión se hace más compleja teniendo en cuenta lo ajustado de los plazos si Sánchez quiere cumplir con su promesa de que el proceso se materialice este mismo verano.

Además, los empleados de Patrimonio Nacional insisten en que la Ley aprobada en 1982 y creada para regular su gestión no se ha venido aplicando en el Valle de los Caídos. Hasta la fecha la potestad se ha delegado en los monjes de la Abadía benedictina que se alberga en sus inmediaciones. Ellos han sido los encargados de custodiar el conjunto arquitectónico al amparo normativo de una ley franquista decretada en 1957.

Se repite la historia

No es la primera ocasión en la que los responsables de Patrimonio se desentienden en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica en el recinto del Valle de los Caídos.

Hace un año, coincidiendo con una de las múltiples visitas guiadas que organiza y coordina la entidad a través de su página web, el historiador y arqueólogo González Ruibal -que se encontraba con un grupo de alumnos extranjeros en el recinto- fue expulsado de la basílica tras retirar un ramo de flores que adornaba la tumba de Franco.

Tras el incidente, y la polémica generada a raíz del mismo, Patrimonio Nacional emitió una instrucción dirigida a todos sus empleados en la que no sólo se desmarcaba de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, sino que cedía a los monjes la resolución sobre los altercados y/o complicaciones que pudiesen sucederse en el Valle de los Caídos.