España

Iglesias autoriza a los sin techo “complicados” a seguir en la calle en pleno confinamiento

El confinamiento ordenado por Pedro Sánchez vuelve a anotar otra excepción. El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, ha ordenado que los sin techo cuyo traslado sea “claramente complicado o incluso inconveniente por sus condiciones particulares” puedan seguir en la calle.

Un documento del Ministerio comandado por el líder morado recoge literalmente esta posibilidad. En dichos supuestos, “y sólo si se valora como inevitable, al menos se conocerá y anotará la ubicación de la persona con indicación expresa de evitar la deambulación al máximo y se intentará garantizar un seguimiento diario de la situación y del estado de salud”.

La orden procede del Ministerio de Pablo Iglesias. Y se recoge bajo el título de Documento técnico de recomendaciones de actuación ante la crisis por Covid-19, para los gestores de servicios sociales de atención a personas sin hogar.

En ese texto se señalan las “Actuaciones para la protección a las personas sin hogar”. El documento señala inicialmente los postulados generales: “Dirigidas a garantizar la continuidad en la atención. Los servicios sociales municipales reforzarán, y reorganizarán para su correcto y más eficaz funcionamiento los recursos existentes de atención a personas sin hogar con el fin de atender las necesidades de esta población ante esta crisis sanitaria y el estado de alarma decretado. Así mismo, pondrán en marcha todas aquellas nuevas iniciativas necesarias para cumplir con las actuaciones señaladas en este documento”.

Documento del Ministerio de Derechos Sociales.

Entre esas exigencias están las de proporcionar “plazas de alojamiento adecuadas y suficientes para evitar su mantenimiento en situación de calle y, como consecuencia, los riesgos asociados a esta crisis sanitaria”. Además, “las Comunidades Autónomas apoyarán y coordinarán en lo necesario la actuación de los servicios sociales municipales en esta materia”.

Personas «en situación de calle»

Pero es en el aparato de “personas en situación de calle” donde surge la principal excepción. “Con carácter general, las personas en situación de calle deberían cumplir las normas de confinamiento establecidas para el resto de la ciudadanía al tiempo que se garantiza su seguridad, la cobertura de sus necesidades y la posibilidad de disponer de un servicio de alojamiento”, señala el documento usando un verbo condicional.

Por eso, en el documento del ministerio de Pablo Iglesias se asegura que “una vez detectadas estas personas serán invitadas a no deambular y a acudir a los centros establecidos al efecto”, pero “no obstante lo anterior, puede haber supuestos especiales en los que el traslado voluntario a centros y/o alojamientos de estas personas resulte claramente complicado o incluso inconveniente por sus condiciones particulares”. Y “en dichos supuestos, y sólo si se valora como inevitable, al menos se conocerá y anotará la ubicación de la persona con indicación expresa de evitar la deambulación al máximo y se intentará garantizar un seguimiento diario de la situación y del estado de salud, a través de equipos/unidades”.

Esos equipo/unidades ya no tendrán capacidad para obligar a los sin techo a ir a albergues. Sólo deberán insistir “en la conveniencia de la utilización de los centros habilitados para la acogida a esta población o de otras alternativas a la situación de calle”.

A partir de ahí, esos equipos deberán comprobar “el estado de salud (tomen la temperatura) y deriven/orienten en caso necesario mediante notificación al correspondiente Sistema de Salud, en caso de presentar síntomas compatibles con COVID-19”, deberán entregar “kit de higiene/prevención, alimentación y bebida básica”, y explicar “las medidas de higiene/prevención y utilización del material entregado”. Nada de realizarles test para saber si esas personas pueden portar el virus y ser potenciales vectores de contagio.

Y todo ello, tras reconocer en el propio documento que “la evolución de la actual epidemia en España ha supuesto pasar de escenarios de contención a escenarios de contención reforzada, mitigación y en estos momentos de generalización”.

Porque “las situaciones de confinamiento tienen un enorme impacto en las personas más vulnerables, estuvieran o no vinculadas a los servicios sociales. Por ello, no podemos ignorar las consecuencias que esta crisis tiene para las personas más gravemente excluidas, entre las que se encuentran las personas sin hogar”.