No bastará con quitar a Trapero: la Policía avisa a Interior que mandos intermedios desobedecerán
El Ministerio de Interior se prepara para tomar el control directo de los Mossos en aplicación del artículo 155 de la Constitución. El plan pretende realizar la mínima intervención posible, con el menor traumatismo. Pero la Policía acaba de alertar de que numerosos colectivos de mossos están siendo aleccionados y presionados por mandos independentistas para no acatar las órdenes.
Las conversaciones que mantienen en estos momentos los altos cargos del Ministerio con los responsables policiales están alertando sin miramientos de que las prolongaciones de Trapero seguirán vivas pese a apartar al mayor de los Mossos del cuerpo. Las alertas policiales señalan que sus cargos de confianza y la capacidad que ha tenido de alterar las escalas de mando durante todo este tiempo le han permitido implantar a gente de confianza en segundos y terceros niveles. Y que, mientras sigan operativos estos mandos, será muy difícil garantizar la operatividad de las órdenes dictadas por Interior.
Los policías consultados por el Ministerio han explicado que dentro de los operativos de la policía autonómica existen distintos colectivos y algunos de ellos abiertamente sumados a la causa separatista y otros claramente influenciables por esta tendencia. Las estimaciones de la Policía Nacional hablan de que de los 17.000 mossos, cerca de 400 son abiertamente separatistas. Y otros 7.000 mantienen una tendencia indefinida en materia política que hace que, bajo presión, puedan asumir la coacción para bloquear las órdenes directas dictadas desde el Gobierno español fruto de la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española.
La Policía, de hecho, ha reclamado un protocolo de actuación claro para saber cuál va a ser su función a partir de ese momento. Y es que, literalmente, no saben hasta qué punto van a tener que estar vigilando el comportamiento de los Mossos para evitar que vuelva a ocurrir lo mismo que el 1-O, es decir, la omisión generalizada y amparada por la Generalitat.
Los policías han advertido de que sería conveniente contar con mandos leales a la Constitución porque, de lo contrario, la posibilidad de cortar las órdenes o, directamente, de aplicar una especie de huelga de celo en numerosos colectivos de los mossos puede ser evidente.