EL CATALÁN QUE PUSO LA BANDERA ESPAÑOLA EN SU AYUNTAMIENTO:

«Los Mossos me han enviado a prisión por defender la unidad de España en Cataluña»

raúl m.p.
Raúl M.P., ante las imágenes del vídeo en el que coloca la bandera española en su ayuntamiento.

El rostro de Raúl M.P. se ha hecho conocido por los vídeos en los que retira esteladas en espacios públicos o, como hizo el pasado verano, coloca la bandera española en su Ayuntamiento, el de Balsareny (Barcelona). En la jornada del referéndum ilegal del 1-O, utilizó su móvil para grabar a los miembros de la mesa electoral de su pueblo y presentar una denuncia contra ellos.

También denunció a los Mossos d’Esquadra por facilitar la celebración de la consulta ilegal. Ha pagado un precio muy elevado por estas acciones. Desde hace un mes, se encuentra en la cárcel de Lledoners (Manresa), después de que los Mossos le denunciaran por «boicotear un acto catalanista». OKDIARIO publica hoy la segunda parte de la entrevista que ha concedido desde la prisión.

–¿Por qué se hicieron virales algunos de sus vídeos? ¿Qué clase de activismo hacía?

-Me dedicaba a hacer limpieza de símbolos sediciosos por toda Cataluña, especialmente en mi comarca, el Bages. Sobre todo sustraía esteladas de espacios públicos, a plena luz del día y sin taparme la cara.  Eso no es ningún delito, los delincuentes son los que ponen ese trapo anticonstitucional, no los que lo quitan. Nunca he tocado un trapo que esté en una propiedad privada. Cada cual que tenga lo que quiera en el balcón de su casa. Pero los espacios públicos hay que respetarlos, porque son de todos, no sólo de los separatistas. Ellos no dejan lucir ninguna bandera rojigualda, ni siquiera en los espacios en los que lo ordena la Ley, y nos obligan a ver esteladas por todas partes, imponiendo su régimen totalitario que yo no acepto ni aceptaré.

También he sustraído muchos carteles del referéndum ilegal, porque esa propaganda estaba prohibida por el TC. He denunciado a 13 ayuntamientos por incumplir la Ley de Banderas y he exigido enseñanza bilingüe en el colegio donde estudia mi hija. Y he facilitado cómo hacerlo en otros tantos colegios a petición de muchos padres.

Mi última aparición fue en el referéndum ilegal, cuando grabé en vídeo a los responsables de las mesas electorales de mi pueblo y luego los denuncié. Como también denuncié el dispositivo de los Mossos que facilitó descaradamente ese acto. Me podía haber llevado las urnas y entregárselas a la Guardia Civil, pero los Mossos me impedían acceder a la plaza. Igual que en la Diada, protegieron un acto ilegal. Así que decidí grabar el delito y les denuncié.

Si en cada municipio alguien hubiera hecho lo mismo, todos los responsables de llevar a cabo el referéndum ilegal hoy estarían imputados. Por eso el separatismo me odia tanto y quiere arruinarme la vida. Pero la culpa es de quien se lo permite. Por mucho artículo 155 que se aplique ahora, si todo esto no se sanea como Dios manda y las personas que han luchado como yo siguen desprotegidas y desamparadas, no hay nada que hacer. Los catalanes patriotas vivimos en tierra hostil y estamos a merced de los separatistas, que son los que ocupan todas las instituciones catalanas. Mientras ellos sigan moviendo nuestros hilos, seguiremos siendo marionetas de su régimen.

–¿Cree que esas acciones provocaron la denuncia de los Mossos que le ha llevado a prisión?

–Para los separatistas yo soy lo peor, y había que eliminarme. Primero me señalaron, como decía el lema de la CUP, assenyalem-los. Luego se me persiguió y reprimió. Los Mossos colaboraron en ello inventándose una falsa denuncia, que es la que me ha devuelto a prisión. Yo les denuncié por coacciones, amenazas y contra la integridad moral, hay decenas de testigos de lo que pasó. Los Mossos mienten, y por aquel entonces obedecían directamente a la ANC. Después del episodio de los Jordis, ha quedado demostrado que la ANC y Òmnium dirigían a los Mossos.

–¿Cree que el Gobierno español ha actuado correctamente?

–Habría que disolver todos los partidos políticos apátridas o sediciosos e inhabilitar a sus militantes de por vida: CUP, Arràn, ERC, PDeCXAT, Podemos, Bildu, IU… Y en las escuelas, algo parecido. No se puede consentir que haya profesores que estén adoctrinando a nuestros hijos, inculcándoles un odio enfermizo hacia todo lo que sea español. Estos profesores deberían estar en el paro, sustituidos por profesores que enseñen la Historia real de Cataluña y España, y que practiquen una enseñanza bilingüe.

Y la prensa, la radio y la televisión catalanas, más de lo mismo. ¿Cómo es posible que los catalanes estemos pagando de nuestro bolsillo hasta cinco cadenas de televisión públicas que atentan constantemente contra nuestro país? La mala hierba nunca muere si no se extrae de raíz, y las raíces del separatismo son esas. Hay que hacer buena limpieza y se acabó. Y una Ley que prohíba silbar o abuchear a nuestro himno nacional.

¿Cómo es posible que se consientan tantas faltas de respeto hacia España y los españoles? Somos una vergüenza mundial. Ningún país del mundo habría aguantado tanto. Las medidas que el gobierno está tomando ahora no están mal, pero llegan tarde. Los patriotas catalanes llevamos mucho tiempo sufriendo la dejadez del Estado español.

–¿Ha tenido algún conflicto en el módulo en el que está ingresado ahora?

–Todos los funcionarios de Lledoners saben quién soy y por qué estoy aquí. Como en todas partes, hay funcionarios separatistas y otros que no lo son, por suerte la gran mayoría. A los separatistas los distingo a la legua y no nos llevamos bien, claro, ni hablo con ellos.  Pero hay otros que me han dado hasta palmaditas en la espalda y alguno me ha llegado a decir: «Ayer vi tu vídeo del ayuntamiento y el de la excavadora, olé tus cojones».

También hay debates, claro. El otro día un funcionario me decía que votar no es ilegal, que debería haberse permitido el referéndum del 1 de octubre porque era un acto democrático. Yo le dije: ¿En serio? Entonces voy a hablar con el resto de internos, fabricamos unas urnas con cajas de cartón y votamos democráticamente si nos vamos en libertad o nos quedamos aquí, ¿vale? Si sale que sí, nos vamos todos.

-¿Qué echa de menos en la prisión?

–Sobre todo a mi hija. Echo de menos mi casa, mi familia, a mi madre y mis animales. Añoro correr con mi perro por el monte y me muero de ganas de ondear una rojigualda al viento. Una semana antes del referéndum, mi chica y yo subimos Montserrat a pie, hasta lo más alto, y clavamos una bandera española. El 29 de octubre se me caían las lágrimas viendo al más de un millón de patriotas que se manifestaron en Barcelona a favor del 155. Así debería ser siempre. Desde mi prisión invito a todo el mundo a que ponga su bandera en el balcón, que la saquen a la calle, que las muestren en las redes sociales. Si es verdad que la mayoría silenciosa ha despertado, ya es hora de que se lave la cara.

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