España
Eduardo Inda entrevista al presidente de la Junta de Andalucía

Moreno: «Si la gente se confía en una victoria del PP y se queda en casa hay riesgo de que Sánchez siga»

El malagueño nacido en Barcelona Juanma Moreno (1970) demuestra estar en forma durante su entrevista con OKDIARIO pese a los cuatro meses que lleva de campaña electoral permanente, en los cuales ha recorrido de norte a sur y de este a oeste la región más poblada de España y la segunda más extensa: Andalucía. Durante el encuentro, admite estar cansado pero su rostro no es el espejo de ese agotamiento. Es más, al más puro estilo Indurain, al que no se le alteraba el rictus cuando estaba contra las cuerdas en las empinadas cuestas de los Alpes, cualquiera diría que el presidente de la Junta viene de un balneario.

Nuestro protagonista confía en un resultado histórico. Pase lo que pase, para el PP andaluz lo será, entre otras muchas razones, porque las encuestas le otorgan un mínimo de 25 escaños en la Carrera de San Jerónimo y un máximo de 30 frente a los 15 con los que cuentan en la actualidad. Disimula peor la responsabilidad que carga sobre sus hombros: Andalucía tendrá más culpa que nadie de la suerte de unos comicios para la historia por la elemental razón de que elige más diputados que ninguna otra comunidad autónoma. Vamos, que las posibilidades de que el PP vuelva a La Moncloa dependen cuantitativamente más de Moreno que de ningún otro barón. La charla termina cuando el gran jefe, ese otro hombre tranquilo que es Alberto Núñez Feijóo, arriba al Hotel Miramar. Se saludan, nos saluda, se abrazan, nos abraza, toman fuerzas y se van a la última gran cita conjunta en el paradisíaco restaurante de los Baños del Carmen, donde mitinearán con el Mediterráneo a sus pies.

PREGUNTA.- Pedro Sánchez se va a despedir fastidiándonos la vida, convocando elecciones en julio.

RESPUESTA.- Sánchez va a firmar su epitafio al estilo de Sánchez, tomando decisiones absolutamente fuera de lo normal y pensando exclusivamente en él y en sus propios intereses. Y por eso nos lleva a este absurdo de tener unas elecciones en pleno verano.

P.- ¿A qué temperatura se va a votar en Andalucía?

R.- Pues vamos a tener temperaturas por encima de 40 grados en muchas zonas del interior, como el valle del Guadalquivir, Jaén y muchos pueblos, y por encima de 32 y 35 grados en la costa. Se van a producir situaciones muy incómodas para muchos ciudadanos, interventores, funcionarios y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

P.- ¿Qué recomendación hace a sus conciudadanos para que no sufran un golpe de calor y no haya más disgustos de la cuenta?

R.- Lo más importante es no salir a votar en las horas centrales del día, es decir, entre las doce y las seis de la tarde, que es cuando el calor se concentra más en Andalucía. Yo les recomendaría que salieran a votar a primera hora, una vez que estén los colegios abiertos, que es cuando hace más fresco y suele haber menos asistencia de personas. Además, es una manera de garantizar que ya has cubierto tu responsabilidad constitucional del voto y, a partir de ahí, ya puedes desarrollar un domingo con normalidad.

P.- Con la polémica del voto por correo, ¿ha habido mucha gente, simpatizantes y militantes del PP, que se han quedado sin poder votar porque les han llegado las papeletas cuando ya no estaban en su domicilio?

R.- Sí, y es verdad que en las últimas 24 horas muchos ciudadanos han hecho un esfuerzo, especialmente aquellos a los que no les había llegado el voto por correo y que han ido directamente a Correos para votar. Aún así, creo que hay miles de ciudadanos que no van a ejercer ese voto. Un presidente tiene que ser responsable y buscar una fecha para facilitar el voto a los ciudadanos, no para desmovilizarlo, que es lo que ha hecho Sánchez. Y eso ha provocado una eclosión monumental del voto por correo. El Gobierno tendría que haber previsto que ese voto por correo iba a batir récords y planificar refuerzos en tiempo y forma, cosa que evidentemente no ha hecho.

P.- En Andalucía está prohibido celebrar comicios en julio y en agosto, por razones obvias de temperatura, ¿quién implementó esa prohibición?

R.- Pues, curiosamente, el Partido Socialista, con lo cual, fíjese usted el disparate. Se hizo así porque cualquier presidente que tuviera la tentación de convocar en julio y agosto jugaba con el ventajismo de desmovilizar a una parte del electorado y, para que eso no se produjera en esta España meridional y calurosa, se tomó una decisión que me parece sensata. Pero quiero recordar que el domingo no solamente se van a superar los 40 grados en Andalucía, también en Zaragoza y en muchos puntos de Extremadura y Castilla-La Mancha. Por eso, me parece muy oportuna la reforma electoral que propone Alberto Núñez Feijóo para que los presidentes no convoquen elecciones en meses calurosos.

P.- Menuda responsabilidad la suya, porque el mayor caladero de votos es Andalucía. Hay seis millones y medio de electores. La Presidencia de Alberto Núñez Feijóo está en buena medida en sus manos. Desde luego, más que en las de otros barones autonómicos, ¿eso le pesa?

R.- Claro que pesa, pero lo hemos asumido con mucha determinación y mucha responsabilidad. La primera alegría la dimos el 19 de junio del año pasado, con una mayoría absoluta que cambió las dinámicas de Pedro Sánchez. El 28 de mayo sacamos el mejor resultado de la historia y gobernamos las ocho capitales de Andalucía y seis diputaciones. Hemos entrado en el interior de Andalucía, cosa que hasta ahora era prácticamente imposible. Y ahora, evidentemente, aspiramos a ganar estas elecciones y aportar el mayor número de diputados, dado que somos la comunidad donde más españoles vivimos. Es verdad que es una gran responsabilidad y eso hace que tanto mi equipo como yo nos hayamos matado en estas elecciones, como si fuesen nuestras. Vamos a esperar. A veces se siembra y se recoge y otras se siembra y no se recoge. En política uno está acostumbrado a eso. La fecha electoral es inédita y hay muchas variables que no somos capaces de controlar, como el calor o que mucha gente no está en su domicilio habitual, y todo eso puede distorsionar un poco el resultado final. Pero yo tiendo a ser optimista y creo que España necesita un cambio. La mayoría de los españoles ya han calado quién es Pedro Sánchez y consideran que no es la persona indicada, que no tiene la altura institucional para representar un gran país como es España.

«30 diputados»

P.- El PP de Andalucía tiene 15 diputados en el Congreso, ¿cuál sería un resultado óptimo y cuál uno sólo decente?

R.- Lo óptimo sería ganar en Andalucía. Pasó con la mayoría de Rajoy de 2011. Pero entonces no existía Vox y, por tanto, no compartíamos esa franja. 30 diputados sería un resultado idílico.

P.- ¿Y eso cuánto supondría para Feijóo?

R.- Pues por encima de los 160 escaños, sin lugar a dudas.

P.- ¿Usted lo ve posible?

R.- Sí, es difícil pero lo veo perfectamente posible, sobre todo si conseguimos arañar voto útil de votantes de Vox y de aquellos otros frustrados y decepcionados del sanchismo. Nuestro primer objetivo es ganar y 25 diputados sería un buen resultado. Pero 30 sería un muy buen resultado que acercaría a Alberto a esa posibilidad de gobernar en solitario, que es nuestra obsesión.

P.- En Sevilla, la patria chica de Alfonso Guerra y de Felipe González, ustedes no han ganado nunca, siempre lo ha hecho el PSOE. Ahora tienen la posibilidad de ganar por primera vez en unas elecciones generales, ¿lo ve factible?

R.- No habíamos ganado ningún proceso electoral desde 1979 hasta estas elecciones autonómicas, cuando ganamos por primera vez en Sevilla, un resultado que nadie esperaba. Después de ver el resultado de las elecciones municipales, sí lo veo factible. Es verdad que es una lucha difícil. En Sevilla está instalado el cuartel general del socialismo andaluz desde hace más de cuatro décadas y hay unas raíces muy profundas y unas terminales que siguen funcionando. Nosotros las estamos desmontando, pero todavía tienen una enorme influencia en algunas comarcas. Vamos a soñar en grande. Es difícil, pero vamos a intentarlo. No pudimos ganar con las dos mayorías del PP, ni con Aznar ni con Rajoy, pero vamos a ver si esta vez lo conseguimos.

P.- ¿Qué le parece la rival de Juan Bravo, María Jesús Montero? Una médico metida a ministra de Hacienda.

R.- Híbrida.

P.- No sé cómo se puede saber de tributos siendo médico, que sabes de vísceras, de corazones, de cánceres.

R.- En el ámbito personal es una persona afable y cercana. En el político, aquí ha dejado una herencia envenenada, de pésima gestión durante su etapa como consejera de Sanidad, con grandes agujeros, problemas de organización y un enorme rechazo por parte de los profesionales y trabajadores sanitarios. Y, como ministra de Hacienda, no ha cumplido ni siquiera lo que ella reivindicaba. Cuando era consejera reclamaba un modelo urgente de financiación autonómica para Andalucía, de 5.000 millones, y como ministra no ha movido ni un músculo para que Andalucía tenga una financiación adecuada. Somos la última comunidad de España en financiación por población.

P.- ¿Se sienten maltratados por María Jesús Montero?

R.- Absolutamente. Montero ha maltratado a los andaluces por una razón: porque ha obedecido a Pedro Sánchez. ¿Por qué Sánchez no viene a Andalucía? Porque sabe que no tiene nada que traer aquí. No ha hecho proyectos de infraestructuras, en términos de red viaria o de AVE, ni tampoco ninguna obra hidráulica, con lo importantes que son aquí debido a la sequía. Sus incumplimientos hacen que Andalucía sea ahora mismo una tierra hostil. Sánchez ha perdido el sur y no hay que perder nunca el sur.

P.- ¿Y en Doñana qué ha pasado? Los socialistas montaron una campaña de agitprop de manual, con la colaboración de todos los medios de izquierdas. Todos fueron contra usted. Pero los ciudadanos no entendimos muy bien qué pasaba, con lo cual, no  sé si le han hecho mucho daño…

R.- Básicamente , lo que ha pasado en Doñana es que, a un problema heredado del Gobierno socialista, le hemos intentado buscar una solución equilibrada entre la sostenibilidad medioambiental y el desarrollo económico. Nadie puede creer que modificar la ordenación de un territorio que no esté dentro del Parque Natural ni del Parque Nacional, de 700 hectáreas, implique la destrucción de un parque que tiene 122.000 hectáreas. Nosotros planteamos dar una solución a este problema enconado a través de un proyecto de ley, abierto a las propuestas de todo el mundo. Propuestas que no ha sido capaz de hacer el Partido Socialista. Pero las mentiras tienen las patas muy cortas. Sánchez empezó a hablar de Doñana en todos los mítines, hasta en La Coruña o en Zaragoza, y pensó que iba a movilizar voto, que había encontrado por fin un elemento de distorsión y de desgaste hacia el Gobierno andaluz.Y lo que pasó es que en Andalucía sacamos el mejor resultado de la historia. No se puede engañar al ciudadano. Han faltado a la verdad y cuando se han dado cuenta que no cuela la mentira, han retrocedido. Sánchez no ha vuelto a hablar de Doñana, ni tampoco el PSOE. Porque saben que han fracasado en esa estrategia de la mentira.

P.- ¿Usted sigue adelante con el proyecto?

R.- Sí, sigue adelante. Pero también estoy abierto a que me hagan propuestas para mejorarlo. No me cierro en banda. Yo he buscado una solución, que es la que técnicamente me ha buscado mi equipo. Pero puede haber otra visión complementaria. Y estoy dispuesto a escucharla e incluso, si es positiva, a incorporarla al proyecto de ley. Por supuesto que vamos a blindar y a proteger Doñana, como no puede ser de otra manera, pero la sostenibilidad medioambiental tiene que llevar aparejada la económica y social.

Vox

P.- ¿A usted Vox le parece un partido homófobo, racista, xenófobo y machista, como dijo su compañera, la baronesa Guardiola?

R.- A mí no me gusta etiquetar a ningún partido político. Evidentemente, Vox es un partido muy conservador en muchas posiciones y a veces se empeña en buscar ese tipo de etiqueta. La verdad es que me llama la atención. Conozco equipos de Vox y personas que son conservadoras, que pueden estar en el ámbito del Tea Party americano. Eso se entiende y hay un espacio electoral en España para ello. Lo que no entiendo de Vox es por qué se empeña en buscar perfiles, a veces para puestos de responsabilidad, excesivamente fuera de la normalidad o de la mayoría. En la vida, ser anti, anti, anti tampoco es bueno. Creo que Vox es un partido muy conservador, muy a la derecha.

P.- ¿Es un partido democrático y constitucional?

R.- Sí, evidentemente.

P.- ¿Es homófobo, racista, xenófobo y machista?

R.- Vamos a ver, tiene comportamientos que, a veces, digamos… que algunos de sus miembros pueden destilar un puntito de homofobia. Eso lo puede destilar. Yo no creo que sea todo el partido así, porque conozco a dirigentes de Vox…

P.- Usted conoce a Santiago Abascal desde los 20 años porque compartían Nuevas Generaciones…

R.- Y me llama mucho la atención, porque Santi Abascal no es ese tipo de persona. Pero es verdad que hay dirigentes de su partido que han hecho cosas que no están bien. Cuando usted está en un homenaje a Miguel Ángel Blanco en un ayuntamiento y hay un minuto de silencio, no puede quedarse sentado. No hay excusa que valga. Cuando hay una víctima de violencia machista, no puede sonreír o no coger una pancarta. Son asuntos de Estado. Puedes pensar lo que quieras, tener fórmulas distintas para solucionar ese problema y la visión de la sociedad que te dé la gana, pero no debemos perder el respeto institucional. Y hay sectores de Vox que sí pierden ese respeto institucional y ahí es cuando Vox pierde y cuando se convierte en un partido que roza el populismo. Ahí es donde creo que no conecta incluso con una parte de sus electores. Pero Vox es un partido constitucional, acata la Constitución y la respeta.

P.- ¿Quién respeta más la Constitución, Pedro Sánchez o Santiago Abascal?

R.- Pues mire, el señor Sánchez ha hecho una cosa que me parece complicada. Él tiene que respetar la Constitución porque no le queda más remedio. Es el marco de convivencia y tiene ese imperativo legal. Pero ha llegado a tensionarla como ningún otro presidente del Gobierno de España. En el ámbito judicial, con la okupación de instituciones que son fundamentales o dividiendo a la sociedad. Sánchez ha generado un frentismo que considera que le beneficia y eso no lo debe hacer un presidente. El acuerdo de concordia que supone el espíritu del 78 lo ha llevado a la mínima expresión. Y estoy convencido de que, si tuviese otra oportunidad de gobierno, mucho más debilitado y más en manos de Bildu y ERC, haría un jaque mate al espíritu del 78 y la concordia.

Pactos

P.- ¿Pedro Sánchez es un autócrata?

R.- Tiene puntos, tiene actitudes de autócrata.

P.- Feijóo ha dicho que después de las elecciones preferiría hablar con los barones socialistas antes que con Vox, ¿usted a quién iría a consultar antes, al Partido Socialista o a Vox?

R.- Tienes que empezar por quien tiene más fuerza, más representatividad social. El PSOE es la segunda fuerza política y debes apoyarte en esa representatividad social. Para que ninguna de las dos grandes fuerzas políticas tuvieran que ceder ante partidos determinantes, como puede ser una izquierda radical o independentista o Vox, lo ideal sería que Sánchez hubiera asumido el acuerdo que Alberto Núñez Feijóo puso encima de la mesa. Si gana el PSOE, el PP facilita la investidura. Si gana el PP, lo hace el PSOE. Pero como a Sánchez no le salen los números… Creo que es bueno que el PSOE sea la primera opción. Yo aspiro a que, una vez que Sánchez salga, se recupere un Partido Socialista con sentido de Estado. Es lo que deseamos todos, incluido el PP. Yo echo de menos ese socialismo que era capaz de entender y defender al país. Un partido socialdemócrata como en otros países de nuestro entorno. Pero ese socialismo ha sido abducido por la figura de Sánchez. Estoy seguro de que muchos socialistas quieren recuperar su partido, y la única manera de hacerlo es que Sánchez salga derrotado. Bien que se hable con el PSOE pero si el PSOE se niega, evidentemente, pues se tendrá que hablar con Vox.

P.- ¿Usted metería a Vox en el Gobierno de España?

R.- Yo intentaría que Vox no entrara en el Gobierno de España.

P.- Pero si ellos tienen 40 escaños y ustedes 140…

R.- Pero lo digo por una razón, y es que España necesita una política muy transversal. España es un país muy complejo, muy diverso, y para hacer un proyecto político que integre al conjunto de los españoles sería necesario que el PP gobernara en solitario. Por eso yo apelo permanentemente al voto útil, porque creo que es fundamental para nuestro país.

Voto útil

P.- Pues dígales a los andaluces y a todos los españoles por qué tiene que haber voto útil.

R.- Pues porque España, tras muchas dificultades y divisiones sociales, necesita hacer reformas de calado, y hacerlas con la unidad de todos los españoles. El único proyecto político que tiene la experiencia para asumir ese reto y que es capaz de integrar al conjunto de la sociedad, es el Partido Popular y Alberto Núñez Feijóo. Por eso necesitamos esa mayoría suficiente. Ahora lo que toca es votar útil, votar inteligente, y eso es votar al Partido Popular. Vamos a ganar las elecciones, pero lo que nos toca decidir de aquí al domingo es si queremos que Alberto Núñez Feijóo tenga las manos atadas o las manos libres para hacer las grandes reformas que necesita España. Ése es el objetivo.

P.- ¿Teme que Vox se hunda y que no sumen?

R.- Bueno, Vox también tiene un riesgo. Tengo mucho miedo al bloqueo, a que se produzca una situación en que no se sume. Bien porque Vox caiga, porque el PSOE esté más alto de lo que esperamos o porque no se dé una mayoría clara. Un bloqueo para el país sería letal. Significaría una parálisis institucional de no menos de cinco meses y, en estos momentos, cuando estamos gestionando los fondos europeos, saliendo de una crisis complicada, con una crisis inflacionista, con la deuda en la que nos ha metido Sánchez… sería letal. Conozco a un montón de inversores que están esperando a ver qué pasa el 23. Y si se va al bloqueo no van a estar esperando cinco meses. No podemos estar otros cinco meses más en un proceso preelectoral.

P.- ¿Su ex consejero de Hacienda, Juan Bravo, será el próximo ministro de Hacienda?

R.- Eso le corresponde al presidente.

P.- ¿Usted que cree? Pinta que sí, ¿no?

R.- No lo sé, porque Alberto es muy gallego y los gallegos son muy gallegos…

P.- Pero es el gran asesor en materia fiscal de Feijóo, seguramente el que más sabe de tributación del PP…  Digo yo que será ministro de Hacienda.

R.- Desde luego, tiene las mejores credenciales. Hizo una reforma fiscal que ha colocado a Andalucía como la segunda comunidad con menos presión fiscal de régimen general, después de Madrid. Y se han recaudado 7.800 millones más que en la anterior legislatura. Ha tocado los impuestos necesarios para que haya dinamismo económico. Tiene las mejores credenciales para ser ministro. Pero, repito, Alberto es muy gallego. Y hay dos decisiones que los presidentes nos respetamos muchísimo, la disolución de las Cortes y la formación de Gobierno.

P.- ¿Y Feijóo se va a llevar a más consejeros andaluces?

R.- Bueno, para mí es un halago…

P.- Cuando le birla a la gente, le avisa, ¿no?

R.- Sí (risas), me lo avisa, me lo avisa. Él es muy educado y muy correcto. Me dice: ‘¿A ti te importa?’. Tenemos muy claro que lo mejor que hay en Andalucía se lo ofrecemos a España. Es verdad que muchas veces me trastoca mis propios equipos, me descapitaliza, me hace tirar de banquillo más de lo que me gustaría. Pero para eso estamos. Ahora lo que toca es sacar a España adelante.

P.- ¿Y habrá un Gobierno de España paritario?

R.- Pues no tengo ni idea, porque eso es decisión de Alberto. Pero estoy convencido de que será un Gobierno más reducido, como él ha dicho, que no será el disparate de Gobierno que hemos tenido hasta ahora, que será más solvente en términos técnicos y políticos y que estará equilibrado territorialmente.

Sanchismo

P.- ¿Qué leyes del sanchismo considera que hay que derogar en los primeros días de Gobierno?

R.- Hay que derogar muchas leyes. Se ha hecho mucho daño en el ámbito de la seguridad, de la integridad territorial. Que se haya modificado el Código Penal y se facilite la convocatoria de un referéndum es una amenaza que hay que revertir de manera inmediata. La sedición, la prevaricación… Hay figuras penales que han sido devaluadas para cumplir con los acuerdos con el independentismo y que deben ser puestas en su lugar. Y una Ley de Vivienda que está estrangulando la capacidad de ofertar vivienda al conjunto de los ciudadanos… eso tiene que ser revertido.

P.- ¿Eso está pasando en Andalucía?

R.- Sí, claro, en el momento en que se restringe la oferta, los precios se disparan. Tenemos que facilitar que quien tiene un inmueble lo ponga en el mercado.

P.- ¿Se ha disparado el precio de la vivienda?

R.- Sí, se ha producido un momento de contracción que ha disparado los precios, especialmente en las grandes ciudades. Tenemos que ampliar notablemente la oferta de vivienda. Y también solucionar lo de los okupas. Una persona no puede estar en pleitos durante años para intentar recuperar una vivienda, que al final se la encuentra destrozada. Hay mucha inseguridad jurídica y eso tenemos que recuperarlo. Tenemos que ir a un gobierno de los jueces elegido por los jueces y quitar la tentación del Ejecutivo de controlar al Poder Judicial, flexibilizar la economía, quitar impuestos que se han añadido….

P.- 42 figuras tributarias, en concreto. ¿El señor Bravo será Montoro o será el Rodrigo Rato que bajó los impuestos y disparó el crecimiento económico?

R.- Yo creo que va a ser un híbrido entre Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, porque va a ser responsable. Se aprobará una bajada de impuestos, sobre todo para la clase media trabajadora y productiva. Los autónomos y las pymes no pueden estar asfixiadas porque se limita la capacidad de crecimiento. Aquí quitamos el Impuesto de Patrimonio y nos lo han metido por la puerta de atrás, y grandes fortunas se nos están yendo a Portugal. Estoy convencido de que lo que hará será una redistribución de esas figuras tributarias y una simplificación. Sánchez tiene una obsesión por las leyes al peso. Todos los días tendríamos que leernos 300 folios para estar al día de las modificaciones legislativas, y eso no lo puede hacer ni un despacho ni un inversor. Necesitamos seguridad jurídica. No se trata de hacer muchas leyes, sino leyes sensatas, razonables, consensuadas y duraderas. La Ley de Educación, la Ley de Universidades, que se ha hecho en contra de los propios rectores y de la comunidad universitaria… Todo eso hay que revertirlo, pero hay que hacerlo bien, desde la base y con unos mínimos de consenso para hacer leyes a largo plazo, sobre todo en el ámbito educativo, porque al final eso afecta a la calidad de la Educación.

P.- Si Emiliano García-Page es el sucesor de Pedro Sánchez, ¿ve más factible llegar a acuerdos de Estado?

R.- Ahora mismo, sí. Creo que Emiliano tiene una visión de país y de Estado que Sánchez no tiene. Sabe que España es un país diverso y plural pero sabe lo que es España, los intereses de Estado, lo que tiene primar. Sería volver a ese socialismo más clásico, a esa socialdemocracia que hemos tenido en España y que tenía un sentido de Estado transversal. Fíjese que el único que ha tenido mayoría absoluta ha sido curiosamente el único dirigente socialista que ha marcado distancias con Sánchez y que ha hecho una política distinta. Eso significa que la sociedad sintoniza mucho mejor con un partido de centroizquierda, sin una postura radical, que crea en la economía liberal, en la integridad territorial de España y que tenga una fuerte conciencia social y política.

P.- Ustedes están derogando todas las cuestiones de «memoria democrática» que habían aprobado los ayuntamientos socialistas en Andalucía, y en la Junta han hecho lo propio, ¿cree que es prioritario derogar la Ley de Memoria Democrática, que lo único que hace es dividir a los españoles y resucitar el guerracivilismo?

R.- Lo que han buscado con la Ley de Memoria Democrática es el frentismo. Sánchez considera que sólo puede ganar cuando hay dos Españas. No es capaz de trabajar para España en su conjunto. Se ha ido al extremo para dividir. Nosotros estamos absolutamente de acuerdo en que todos los ciudadanos tienen derecho a buscar y reclamar a sus antepasados, a que se le hagan las pruebas de ADN y a que descansen en paz. Eso es algo que estamos haciendo y que no hacía el Partido Socialista, porque es un derecho que tienen esos ciudadanos que sufrieron algo tan cruento como es una Guerra Civil. Sánchez ha hecho un revisionismo histórico, ha llegado a cuestionar las etapas de Felipe González y de Adolfo Suárez, que alarga como si fueran un tardofranquismo. Esos disparates son los que hay que derogar.

P.- Si la gente se confía en una victoria rotunda del Partido Popular, hay riesgo de que se queden en casa y de que Sánchez siga.

R.- Totalmente.

P.- ¿Qué llamamiento hace a los ciudadanos liberales de centroderecha, constitucionalistas, para que salgan a votar con 45 grados?

R.- Hoy mismo vengo de mi pueblo, Alhaurín el Grande, que hemos gobernado durante 20 años y hemos perdido por 800 votos. ¿Por qué? Porque hubo un exceso de confianza, los votantes del PP creyeron que ya estaba ganado y había feria.  ¿Qué quiero decir con esto? Que toca concentrar el voto. Aquellos socialistas que quieran recuperar su partido y dejar atrás el episodio del sanchismo tienen una oportunidad para regenerar el PSOE desde la oposición y para eso tienen que votar a Alberto Núñez Feijóo. Y a los votantes más conservadores les toca también concentrar el voto útil en el Partido Popular. Sánchez sabe que no va a ganar las elecciones y la única opción que tiene es una prórroga, un bloqueo. Eso sería lamentable para todo. O, lo que es peor, que consiguiera armar un nuevo Gobierno con lo peor de cada casa, con 18 siglas, ERC, Bildu…sería un presidente mucho más debilitado y más en manos del independentismo, que nos llevaría a un proceso de mucha preocupación desde el punto de vista institucional.

P.- ¿Más Sánchez sería el fin de la España constitucional?

R.- Más Sánchez sería probablemente el fin de la España del 78, de la España de la concordia, nos llevaría hacia otro modelo.

P.- ¿Cuál es su porra para el 23J?

R.- Las porras son difíciles, pero yo soy andaluz y los andaluces somos optimistas. Creo que vamos a estar en torno a los 160 escaños. Sería un resultado muy bueno porque tendríamos más votos que toda la izquierda junta. Y Vox creo que puede estar alrededor de los 30.