España
HERMANO DE SÁNCHEZ

Moncloa regó con 250.000 € a la ONU mientras intentaba colocar a la cuñada japonesa de Sánchez

España es el segundo país europeo que más aporta a esta oficina de la ONU, sólo superado por los Países Bajos

El Gobierno de Pedro Sánchez destinó el pasado mes de junio, vía Consejo de Ministros, una partida de 250.000 euros a la Oficina de Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo (UNOCT), el centro de la ONU con sede en Madrid en el que el Ejecutivo intentó colocar a la cuñada de Sánchez, la diplomática japonesa Kaori Matsumoto. El desembolso se realizó justo cuando se intensificaban las gestiones, que finalmente fracasaron después de que la oficina se negase a retirar a un funcionario que ya ocupaba ese puesto.

El Gobierno lo intentó de todas maneras, pero sin éxito. La cuñada de Pedro Sánchez no logró ese puesto en la oficina de la ONU, que consistía en la dirección de un proyecto para Mauritania enfocado en la detección de posibles focos de riesgo yihadista. Un campo en el que Matsumoto no tiene experiencia, ya que ha dedicado sus últimos años profesionales a cuestiones de corrupción en el Sudeste Asiático.

En medio de las gestiones del Ejecutivo, el Consejo de Ministros llegó a autorizar un pago de 250.000 euros a la UNOCT, destinado a cubrir un congreso internacional de Víctimas del Terrorismo previsto para celebrarse en octubre de este año en España. Fue el pasado 4 de junio, una fecha que coincide con el momento en que Exteriores intensificaba sus gestiones para impulsar la candidatura de Matsumoto a ese puesto en la ONU en Madrid, que de facto le otorgaría inmunidad a ella y a su marido, David Sánchez.

El mimo con el que el Gobierno ha tratado a esta oficina no ha pasado desapercibido en círculos diplomáticos, que recuerdan que desde su creación, Moncloa ha regado con fondos públicos a este departamento de la ONU que se instaló en España en 2022. Según datos internos de la ONU, España es el segundo contribuidor europeo a esta oficina, solo superado por Países Bajos.

Entre el desembolso realizado por el Gobierno se encuentra el cerca de medio millón de euros con el que Moncloa financia ese proyecto de gestión antiterrorista en Mauritania, el mismo en el que quiso colocar a la cuñada del presidente.

Colocar a la cuñada de Sánchez

Kaori Matsumoto, la mujer de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, no va a trabajar finalmente en esta Oficina de las Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo (UNOCT). Pero no será porque no lo haya intentado profusamente Moncloa durante meses. El Ejecutivo insistió para que Matsumoto accediera a la dirección de un proyecto para Mauritania que ya tenía al frente a un funcionario de la ONU experto en la materia. La organización, pese a las presiones diplomáticas del Gobierno español, se negó a retirar a ese funcionario de su puesto para entregárselo a la cuñada de Sánchez

Matsumoto, con la que el hermano de Sánchez tuvo una hija en abril de 2022, aspiraba a convertirse en jefa de un proyecto específico de la ONU para Mauritania. Un plan que desde Naciones Unidas se viene diseñando para el país africano desde 2017 y que este mismo 2024 ha visto ya la luz, enfocado a detectar objetivos vulnerables para el terrorismo. La intención del Gobierno, que financia este plan con alrededor de medio millón de euros, pasaba por que Matsumoto, funcionaria de la ONU especializada en lucha contra la corrupción y el crimen organizado en el Sudeste Asiático, se hiciera cargo de ese proyecto.

A cambio, explican fuentes diplomáticas a OKDIARIO, recibiría un sueldo de alrededor de 80.000 euros. Y lo que es más importante, adquiriría el estatus de personal diplomático de la ONU adscrito a esa Oficina de Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo (UNOCT). Algo que le daría inmunidad legal a ella, a su hija y a su cónyuge, David Sánchez, inmerso en un proceso judicial por malversación, prevaricación y tráfico de influencias.

En las ambiciones del Gobierno de Sánchez por colocar a Matsumoto al frente de esa oficina había un escollo: el puesto fue convocado en noviembre de 2023 y, tal y como ha podido saber OKDIARIO, fue cubierto por un funcionario de la ONU. Una persona que, a diferencia de la cuñada de Sánchez, sí tenía experiencia en cuestiones relacionadas con el terrorismo en África.

Por tanto, explican fuentes diplomáticas, las ansias de Moncloa por situar a la cuñada de Sánchez al frente de este proyecto -cuya financiación aprobó el Consejo de Ministros en julio de 2023-, denominado oficialmente Global Vulnerable Targets Programme, chocaron con esa realidad: para colocar a Matsumoto haría falta desalojar el puesto. Y en la ONU no estaban por la labor. Pese a que España es el principal donante para este programa y figura en la lista de mayores donantes del organismo, la Oficina de Lucha contra el Terrorismo no cedió a la presión diplomática del Gobierno.