Pretenden aislarles

La mayoría del Parlament ultima una alianza contra Vox

Quieren dejar a VOX fuera de los órganos de dirección del Parlament, aislarles en el hemiciclo y evitar que tengan presencia en los medios

Vox (11) se estrena en el Parlament con más escaños que Cs (6) y el PP (3) juntos

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El líder de Vox, Santiago Abascal, e Ignacio Garriga, el portavoz del partido en Cataluña y cabeza de lista en las elecciones catalanas del 14-F. Foto: EP
Joan Guirado

Aislar a Vox es la máxima de la mayoría de formaciones políticas que lograron representación parlamentaria en las elecciones catalanas del 14 de febrero. A excepción de Ciudadanos y Partido Popular, el total del resto de fuerzas negocian ya un plan para reducir la visibilidad del numeroso grupo capitaneado por Ignacio Garriga, que será el cuarto con más diputados en la cámara catalana.

De momento el PSC y los Comuns trabajan con un documento propio de cada partido mientras que los independentistas -ERC, JXCat y la CUP- están trazando uno de conjunto. El objetivo, según fuentes de las cinco formaciones, es acabar poniendo en común las cuatro propuestas y con el resultado dejar a Vox fuera de todas las decisiones que se tomen en el Parlament.

El primer gran movimiento para alejar a la formación de Santiago Abascal de los órganos de decisión del legislativo catalán pasa por dejarles fuera de la mesa del Parlament. Como cuarto grupo, y por el número de escaños logrados en las pasadas elecciones, podrían optar a una de las secretarías de este órgano. Sin embargo, los principales partidos ya han pactado que sus candidatos no logren los apoyos necesarios y queden fuera de cualquier opción.

Se trata de un veto bastante inédito en la política catalana. En anteriores legislaturas incluso los partidos independentistas han prestado sus votos a formaciones como Ciudadanos, el PSC o el PP para que la composición de la mesa quedase tal como querían la mayoría de los grupos. En esta ocasión los separatistas tratan de pactar el nombre de la presidencia, que se debate entre la CUP -con menos escaños que Vox- y JXCat, y a partir de ahí se acordarán el resto de cargos para dejar a los de Garriga sin nada.

Estas formaciones también impedirán la presencia de miembros de la formación verde en las mesas de las diferentes comisiones parlamentarias que se crean en cada legislatura. De esta forma, Vox no tendría acceso a gran parte de la información que pasa por estas reuniones. Normalmente se reparten los puestos de mando de estas comisiones entre todos los partidos, dejando incluso que los más pequeños lideren alguna de ellas. Como cuarta fuerza política, a VOX, le correspondería presidir dos o tres comisiones.

Los mandan a la última fila

La segunda de las medidas que adoptarán PSC, ERC, JXCat, CUP y los Comuns para invisibilizar todo lo posible a Vox es su situación en el hemiciclo. Los cinco partidos, usando su mayoría, dejarán al grupo de once diputados constitucionalistas en la última fila, la zona conocida como el gallinero. Allí también prevén situar a los representantes de Ciudadanos y Partido Popular, en este caso por ser los menos votados.

Más allá de estas decisiones estéticas, para que aparezcan lo menos posible en los medios de comunicación y las retransmisiones en directo que TV3 hace de los plenos, la mayoría de la cámara catalana también quiere dificultar la tarea parlamentaria de los diputados de Vox. Entre otros vetos estos partidos quieren impedir que Ignacio Garriga, como portavoz, o al que él designe se siente en las comisiones de secretos o materias reservadas. Algo se antoja muy complicado por la propia ley que rige al Parlament.

En el pleno, los impulsores del cordón sanitario contra Vox, quieren impedir que ningún miembro de esta formación pueda ejercer de ponente de una iniciativa legislativa. También exigen a los representantes de estos partidos que no firmen ni suscriban ninguna de las peticiones que los de Garriga quieran formular para su tramitación parlamentaria. El objetivo es dejarles completamente aislados y sin posibilidad de trabajar en el ámbito parlamentario.

Además, en el hemiciclo, también pretenden evitar entrar en el debate con los portavoces del partido constitucionalista. En definitiva lo que proponen PSC, ERC, JXCat, CUP y Comuns en los documentos «antifascistas» que están trabajando es que ni sus dirigentes ni los miembros del Govern respondan a las interpelaciones o preguntas de Vox.

Este intento para amordazar a la cuarta fuerza política en número representantes en un parlamento español es nuevo. Desde la irrupción de Vox en las instituciones, en las elecciones andaluzas del 2018, se ha recelado mucho sobre su presencia pero nunca hasta ahora se había planificado hacerles un vacío de estas características. Ni en el Congreso de los Diputados donde el presidente Pedro Sánchez sí les excluía de su ronda de llamadas. Hace unos días, sin embargo, el líder socialista agradeció a los de Abascal su «responsabilidad» en una votación que ayudó al Ejecutivo a salvar los fondos europeos por la negativa del PP a apoyarles.

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