España

Interior lleva a juicio a 2 mujeres por poner el himno en el “perímetro de seguridad” del casoplón de Iglesias

Ascensión y Claudina están imputadas por desobediencia tras negarse a identificarse y cruzar el perímetro de seguridad del chalé del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en Galapagar, según recoge la denuncia.

Ambas mujeres acuden este miércoles a juicio tras ser denunciadas el pasado lunes, menos de 48 horas antes, por los agentes que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desplegó para proteger el casoplón de Pablo iglesias e Irene Montero en Galapagar. El atestado señala con toda claridad que ambas mujeres se negaron a identificarse mientras «llevaban banderas España», «hacían sonar el himno de España» y criticaban el dispositivo de la Guardia Civil mientras les reprochaban que «golpeaban a compañeros suyos» en otros sitios.

El atestado relata «que siendo las 17:23 horas del presente día [29 de junio] aparece un grupo de personas conformado por cuatro individuos de sexo femenino, que las mismas se han bajado de unos vehículos y se han dirigido hacia la zona del perímetro de seguridad de la casa, cita esta en el lugar descrito anteriormente y que es la residencia del vicepresidente del Gobierno don Pablo Iglesias y la ministra del Gobierno doña Irene Montero».

La denuncia de la Guardia Civil narra «que estas personas portaban banderas de España, un paraguas con la bandera de España y que se encontraban grabando con sus terminales móviles en los aledaños de la vivienda, fuera del perímetro de seguridad».

Identificación

En ese momento, los agentes se dirigen a identificar a estas personas, «motivada esta actuación policial por encontrarse éstas próximas a un perímetro de seguridad establecido, que en ese momento una de las personas que forman el grupo se niega a identificarse ante el requerimiento reiterado de los agentes, lo que sucede en los siguientes términos: en primera instancia los agentes se dirigen a la persona y le solicitan que se identifique, negándose la mujer de forma rotunda a este hecho y alegando literalmente: ‘No te doy mi DNI porque ya lo tenéis de anteriores veces que he venido aquí, parecéis nuevos’».

Los agentes emprenden un segundo intento y le manifiestan: «Señora, permítanos su identificación, está usted próxima a un perímetro de seguridad», a lo que nuevamente se niega alegando que «me encuentro en la vía pública y puedo hacer lo que quiera, si queréis identificar a gente iros a la Gran Vía». Terminado este intercambio de palabras con los agentes, se marcha del lugar sin obedecer los mandatos de la autoridad para que se identifique», señala el citado atestado.

No fue el último intento: «En un tercer requerimiento, los agentes caminan detrás de la mujer, mientras ésta camina, sin detenerse, y que nuevamente se le solicita que se identifique, informándole de que la negativa a ello de forma reiterada puede suponer la comisión de una infracción a la Ley de Seguridad Ciudadana y en casos más graves, esta figura se recoge en un delito en el Código Penal».

En ese momento se acerca una segunda persona que responde al nombre de Claudina, «quien solicita su acompañante que por favor se identifica ante los agentes».

La denuncia relata que, por fin, los «agentes logran la identificación de esta persona, que en reiteradas ocasiones anteriores desobedece para identificarse, obteniendo como resultado que esta persona responde al nombre de Ascensión».

El texto relata que Ascensión y Claudina «comienzan a moverse por los aledaños del perímetro de seguridad y siempre en dirección a la finca objeto de protección» y la denuncia detalla que «Claudina en su teléfono móvil lleva puesto el himno de España».

Los agentes las interceptan

En ese momento los agentes las interceptan mientras ellas caminan en dirección a la casa de Iglesias y Montero en Galapagar y les indican que no pueden permanecer paradas, estáticas, al lado del muro de la finca, y «que además no pueden adentrarse en el perímetro de seguridad, momento en el que las dos mujeres se dirigen a los agentes recriminándoles que hagan este tipo de trabajos».

La denuncia prosigue asegurando que las dos mujeres fueron «invitadas numerosas veces, o bien a caminar por los lugares permitidos en los aledaños de la vivienda, o bien a salir del perímetro de seguridad» y  «también se le indica que no griten o den voces dirigiéndose a los moradores de la casa».

«Si bien es cierto que las dos personas, manifiestan de forma verbal que no se van a marchar de ahí, que tienen derecho a gritar lo que quieran y que se pueden parar en cualquier punto de la calle porque así lo consideran, ante las reiteradas combinaciones y requerimientos de los agentes, ambas mujeres vuelven a su posición inicial, fuera del perímetro de seguridad, y habiendo sido advertidas nuevamente de que no se puede permanecer dentro del perímetro de seguridad y que no se puede gritar en el muro de la vivienda dirigiéndose de forma clara al interior de la misma, volviendo a ser informadas que la negativa a requerimiento de la autoridad puede suponer una infracción o un delito», señala el atestado.

Pero, añade «nuevamente sin haber pasado cinco minutos de la intervención reseñada en el párrafo anterior, Claudina y Ascensión vuelven a caminar en dirección al muro de la vivienda, emitiendo Claudina en su teléfono móvil el himno de España y gritando ambas dos: ‘¡Viva España!’ y otros términos como: ‘¡Qué bien vivís!’, en clara alusión a los moradores de la vivienda, volviendo los agentes a tener que intervenir para garantizar la seguridad del perímetro exterior de la vivienda, volviendo a reiterar a estas personas que tienen que circular o marcharse del lugar y que no pueden insultar o increpar a la gente que vive en esa finca, siendo acompañadas de nuevo por los agentes al exterior del perímetro de seguridad».

La escena continuó con nuevos acercamientos al casoplón de Iglesias y Montero. Y con nuevas intervenciones de los agentes, mientras las mujeres criticaban el dispositivo policial frente al casoplón de Galapagar y que se destinaran tantos agentes mientras en otros sitios «están pegando a compañeros vuestros».