Marlaska admite que las quejas de la Guardia Civil son ciertas: faltan chalecos, porras y grilletes
Las unidades de intervención y de seguridad ciudadana de la Guardia Civil vienen denunciando, de la mano de las asociaciones profesionales del Cuerpo, la falta flagrante de material que sufren en el día a día. Chalecos antibalas, defensas extensibles, grilletes de alta seguridad para presos o sprays de autoprotección son algunas de las carencias que, ahora, desde la Dirección General han admitido dando la razón a las quejas.
Según señala la Asociación Unificada de Guardias Civiles, las unidades de Protección y Seguridad (SEPRPOSE) se enfrentan a «riesgos debido a la insuficiencia de medios». Así lo denunció ante el Consejo de la Guardia Civil, alertando de las carencias en el equipamiento, también de las unidades de seguridad que prestan servicio en centros penitenciarios (las que, entre otras misiones, trasladan a presos de alta peligrosidad).
Ahora, ha sido el propio Consejo de la Guardia Civil quien ha contestado a estas quejas, recurriendo a datos precisos aportados por el Mando de Personal. Y lo ha hecho reconociendo sin ambages la insuficiencia de medios, aunque «sin aportar soluciones a corto plazo».
En el documento oficial del Mando de Personal se detalla, punto por punto, los equipos que no han llegado a todas las unidades. Por ejemplo, los chalecos balísticos que evitan que los agentes sufran heridas graves o la muerte en caso de ser alcanzados por una bala en un órgano vital.
«Se han repartido 57.510 chalecos del modelo de seguridad ciudadana, asignados prioritariamente a agentes uniformados que prestan servicios fuera de los acuartelamientos. No obstante, el 10% de las unidades de Protección y Seguridad sigue sin contar con este equipamiento básico», puntualiza AUGC en base a ese informe.
Sobre las fundas antihurto, necesarias para que un sospechoso no logre arrebatarle el arma a un agente, se señala que «en los últimos tres años se han adquirido 48.000 fundas para armas cortas, destinadas prioritariamente a unidades que custodian detenidos. Sin embargo, el 12% de estas unidades carecen todavía de dichas fundas».
En cuanto a defensas extensibles, el informe señala que aunque ya se han adjudicado 59.397 defensas, el 5% de las unidades referidas aún no cuentan con dotación individual.
Lo mismo ocurre con los grilletes de alta seguridad (faltan a un 28% de las unidades de conducción de presos), los cinturones de anclaje para presos (falta un 15%) o los sprays de defensa (un 13%).
Críticas a la gestión
Desde AUGC lamentan que la respuesta de la dirección general se limite a ofrecer «datos numéricos» y a anunciar adquisiciones futuras sin abordar las necesidades inmediatas de los agentes. «Resulta preocupante que se ignore el grave riesgo que supone la falta de medios de protección individual para los guardias civiles de estas unidades», ha manifestado la asociación.
También señalan que el propio Servicio de Prevención de la Guardia Civil identifica la insuficiencia de equipos de protección como «un factor de riesgo específico, recomendando la dotación de equipos adecuados como medida preventiva».
Según la asociación, la falta de atención a estas necesidades refleja una «preocupante desatención hacia la salud laboral» de los agentes que trabajan en Protección y Seguridad. «Las carencias actuales no solo dificultan el desempeño de sus funciones, sino que también ponen en riesgo su integridad física», concluyen
En invierno como en Canarias
No es la única carencia que se denuncia estos días. España, como (casi) todos los inviernos, se congela por estas fechas. Quienes más sufren estas temperaturas son aquellos que trabajan en exteriores en zonas especialmente gélidas. Entre ellos, los guardias civiles que patrullan estas áreas y que denuncian que desde el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska no se ha garantizado el acceso a todos los agentes a ropa térmica de invierno, forros polares y chaquetas impermeables. Señalan que trabajan con el mismo uniforme que los agentes «de Canarias», y que en ocasiones vuelven al trabajo al día siguiente con la ropa aún húmeda tras la jornada anterior. Recuerdan que son ellos los encargados de actuar cuando un pueblo se queda aislado por la nieve.
Pasan los años y cada invierno siguen los mismos problemas. Si el pasado 2023 se repartieron guantes y calcetines térmicos para contrarrestar la falta de calefacción en algunos cuarteles de la Guardia Civil, este año los agentes denuncian que salen de patrulla sin ropa adecuada para las temperaturas bajo cero.
La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha denunciado que «a pesar de haber solicitado en repetidas ocasiones a la Dirección General de la Guardia Civil (DGGC) la dotación de uniformidad específica para climatología adversa para aquellas unidades que prestan servicio en demarcaciones que superan los 1.000 metros de altitud o que se enfrentan durante el período invernal a temperaturas especialmente frías, todavía siguen sin ropa de abrigo adecuada».
Desde esta plataforma de agentes señalan que «por parte de la Dirección General se ha dotado de uniformidad específica para climatología adversa solo a determinadas unidades específicas de montaña. Sin embargo, y pese a los continuos requerimientos, los guardias destinados en seguridad ciudadana en municipios donde la temperatura es congeladora continúan desempeñando sus cometidos profesionales a la intemperie con la misma dotación de uniformidad que los guardias civiles destinados en Canarias o Andalucía, cuando dicha uniformidad debiera estar adaptada de forma específica a la zona geográfica en que estos desempeñan sus funciones».
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