España

La industria del porno contra el ‘pajaporte’: «Quieren controlar a los adultos, no a los menores»

El Gobierno de Pedro Sánchez lanzará a finales de verano la primera versión de la Cartera Digital Beta, más conocida como cartera porno o pajaporte, se trata de la aplicación móvil que incorporará un sistema de verificación de edad a través del DNI electrónico para que los menores no accedan a páginas con contenido pornográfico y otros materiales para adultos y limita a 30 las visitas mensuales a estas páginas para los mayores de edad. En realidad se trata de un pasaporte para poder acceder al porno. Esto no ha sentado bien a una parte de la industria del porno que cree que esta medida por parte del Gobierno pretende ahogar aún más al sector. «Creo que esta medida va dedicada más al control de adultos que de jóvenes», dice Antonio Marcos, productor de cine para adultos.

Esta medida se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Protección de la Infancia y de la Adolescencia en el Entorno Digital ideado por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, que se encuentra en manos de José Luis Escrivá. «Vamos a oír que esto no es suficiente y es verdad», reconoció el propio Escrivá en su presentación. Desde el Ejecutivo se recalca que la descarga de esta aplicación será voluntaria. Algo con lo que, desde luego, discrepan –y mucho– desde el sector. «Es una medida absurda porque el 95-97% de la pornografía que se consume es de páginas extranjeras», continúa diciendo el productor de cine. Antonio, desde su productora, ha hablado con todos partidos políticos sobre la problemática de los menores en estos contenidos para adultos: «Los únicos partidos políticos que nos han hecho caso han sido el Partido Popular y VOX», sentencia.

Otro de los objetivos del Gobierno al poner este Carnet Digital Beta, es combatir el número de agresiones sexuales entre menores. Esto, también ha generado mucha controversia entre las actrices y actores porno. «Es muy peligroso asemejar las agresiones sexuales con este contenido, al final, los que nos dedicamos a los trabajos sexuales sentimos que somos un cajón de sastre donde se meten todos los problemas», argumenta Pikara Blood, actriz porno. A ella le parece muy adecuado que se controle el acceso de los menores a estas páginas web pero cree que hay parte del Gobierno que tiene una fijación con su profesión. «Ahora está de moda ser abolicionista, y todo esto se hace para recabar votos, sin haber hablado con un/una trabajadora sexual en su vida», dice con cierto enfado.

«Nos ha costado mucho estar donde estamos», continúa. Un razonamiento que también comparte el productor Antonio Marcos y que tiene claro que este pajaporte no va dedicado a los menores. «Quieren controlar qué, cuándo y qué tipo de pornografía consumen los adultos, porque ellos también tendrán que poner ese DNI digital», argumenta.

30 visitas

Para cumplir con la Ley de protección de datos, la credencial sólo contará con un distintivo que identificará al usuario como menor o como adulto, sin compartir otros conceptos como el nombre o el documento de identidad. «Habrá que ver cómo de segura es la aplicación, hay otros países en los que incluso te hacen poner las tarjetas de crédito y no te da privacidad», sentencia la actriz porno en la entrevista a OKDIARIO

A partir de los datos recabados para saber si el usuario es mayor de edad o no, se realizará una verificación de la edad del ciudadano para finalmente emitir la credencial de mayoría de edad como un lote de 30 credenciales, un número configurable que se irá modificando según necesidades del sistema. «Es una cortina de humo del Gobierno que pretende tapar otros problemas con el porno», dice Antonio Marco. Estas credenciales tendrán una caducidad de 30 días y desde Transformación Digital han determinado que como máximo se use tres veces la misma credencial en cada plataforma.

«Si les importa tanto los jóvenes y menores, ¿por qué no se pone en marcha antes de 2027?», dice Marcos. Cree que esta imposición, sin duda, va dedicada a cualquier otra cosa y no a restringir el acceso de menores de edad, algo con lo que él está de acuerdo.