Iglesias olvida la crisis del coronavirus ante la «tarea fundamental» de implantar la república
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha antepuesto este sábado la «tarea fundamental» de acabar con la Monarquía e implantar la república en España a la gestión del coronavirus. En su discurso en el Consejo Ciudadano Estatal del partido ante los altos cargos de la formación, ha dedicado sus 17 minutos de discurso a hablar del veto a Ciudadanos para aprobar los presupuestos, las causas judiciales del partido o la futura Ley de Memoria Democrática. Pero ni un minuto a las medidas para atajar la difusión del virus a nivel nacional por parte del responsable de Derechos Sociales que se erigió públicamente como responsable de atajar el drama en las residencias de ancianos.
Ante el máximo órgano de dirección de su partido, Pablo Iglesias tan solo se ha referido a la pandemia del Covid-19 para justificar que muchos miembros de la cúpula del partido estaban acudiendo a la reunión a través de Internet. «Por la situación sanitaria que vive Madrid la mayor parte os habéis tenido que conectar de manera telemática», ha señalado antes de cargar contra «la extrema derecha, que estos días se está atreviendo a reivindicar abiertamente la dictadura franquista y los gobiernos de la dictadura como preferibles al nuestro quería empezar hablando de la Ley de Memoria Democrática que tendrá elementos que jamás se ha atrevido a poner sobre la mesa ningún Gobierno en 40 años».
Presupuestos
Tras enumerar el contenido de ese anteproyecto de Ley «que no es perfecta pero se enriquecerá en el trámite parlamentario», el líder del cuarto partido en el Congreso ha tratado la cuestión de los presupuestos. Ha prometido que presentará el proyecto de cuentas públicas con Pedro Sánchez «muy pronto» y tendrá la huella de Podemos con «avances importantes» en justicia fiscal. Ha agradecido el trabajo a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, que están ultimando estas cuentas que tendrán más justicia fiscal, esto es, más impuestos. Algo que, según ha expuesto, no gustará a Ciudadanos. Por ello, el líder morado continúa su campaña para apartar a los de Inés Arrimadas y, en su lugar, firmar el pacto de las cuentas de 2021 con las formaciones radicales y antisistema de ERC y Bildu.
«Seguramente, a quienes forman un bloque de gobernabilidad con la extrema derecha (el proyecto de Presupuestos Generales del Estado) no les van a gustar, porque va a dejar ver nuestra influencia y que en España hay un gobierno progresista en el que está Unidas Podemos», ha esgrimido Pablo Iglesias ante los suyos. Será, según augura, unos presupuestos «ambiciosos» e incluirá una fuerte inversión pública y medidas para corregir la «desventaja de siete puntos en justicia fiscal que arrastra España con respecto a Europa».
A continuación, el vicepresidente segundo del Gobierno ha «advertido» que recibirán «muchas presiones» para que su apuesta de pactar con ERC y Bildu no tenga éxito. «Algunos dirán que la transversalidad no es plasmar consensos sociales y sí pactar con la derecha», ha indicado.
«Además también van a seguir desgastándonos con toda suerte de acusaciones que después no tienen recorrido judicial pero que generan horas y horas de tertulias, portadas de periódico… pero que acaban quedando en nada como estamos viendo por enésima vez estos días con la última decisión de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía», ha agregado Pablo Iglesias en referencia a las denuncias de su ex abogado José Manuel Calvente y la investigación sobre el teléfono de Dina Bousselham.
En todo caso, el vicepresidente sostiene que «cuando nos presionan, nos confirman una vez más nuestro peso político en nuestro país». «Estos ataques nos tienen que animar para seguir haciendo nuestro trabajo: que cosas imposibles en España, estén ocurriendo», apostilla.
República
Sobre el fin de la Monarquía, Pablo Iglesias ha pedido «trabajar y construir alianzas para avanzar hacia un horizonte republicano. Tiene que ser una de las tareas políticas fundamentales de Podemos en los próximos tiempos». Así, ha defendido que «los republicanos deben ser capaces de entender el momento histórico de crisis de la Monarquía y del modelo de estado que encarna» y en consecuencia » tener valentía y audacia para poner sobre la mesa la necesidad de que España avance hacia el horizonte de una República» en el que «llegue a la Jefatura del Estado».
En este sentido, ha opinado que «cada vez menos gente en España entiende, especialmente la gente joven, que en pleno siglo XXI la ciudadanía no pueda elegir quien es su jefe de Estado y que este no tenga que responder ante la Justicia como cualquier ciudadano y no pueda ser apartado de su cargo si comete un delito».
A renglón seguido, Pablo Iglesias ha expuesto que ese horizonte republicano servirá «para encauzar la crisis económica y territorial de España», al plantear un proyecto que suponga fortalecer los derechos sociales, los servicios públicos, la igualdad de género, educación y cultura, que sea «modernizador» y pase página del modelo económico basado en «especulación inmobiliario, la exclusividad del turismo y la contratación pública del que la Monarquía fue un ineficaz promotor».
Según el líder de Podemos, la Monarquía borbónica ya no representa las nuevas oportunidades de negocio de sectores empresariales más dinámicos, sino que estos deben formar parte de un horizonte republicano que suponga modernización económica, mayor eficiencia y mayor capacidad competitiva en el marco europeo. «Seguramente esta disociación entre intereses económicos de España y viejas estructuras revela el agotamiento del papel histórico que la Monarquía jugó en la patria», ha sentenciado flanqueado por Irene Montero y Alberto Rodríguez.
Junto a lo económico, ha abogado por la república como «escenario de superación de la crisis territorial», poniendo en marcha así una organización «más federal, más confederal y construida sobre fraternidad y reconocimiento de la diversidad y plurinacionalidad de España», frente al «modelo centralista encarnado por la Monarquía».
Ataques a Vox
Por último, otra idea que ha vertebrado el discurso de Iglesias ha sido los reproches a PP y Ciudadanos por gobernar gracias a Vox. Ha criticado la «anomalía» que supone que conservadores y liberales pacten y gobiernen con la «extrema derecha» que a su juicio representa Vox que «reivindica públicamente la dictadura y propone ilegalizar a millones de españoles de PNV, ERC, EH Bildu o Unidas Podemos».
Considera que los PGE trazarán las «claves fundamentales de la dirección de Estado para los próximos años y décadas». Por ello, rechaza al bloque del centro derecha por gobernar con Vox y hacer políticas de «intereses de la élite corrupta y la destrucción de lo público». «El ejemplo lo tiene todo el mundo, no hay más que ver lo que significa el gobierno del PP y Aguado en Madrid», ha comentado.
En su lugar, ha insistido en negociar las cuentas con la mayoría que propició la investidura y el Gobierno de coalición, tras haberse mostrado dispuestos a ello, puesto que a pesar de que dicho proceso no será «fácil», considera que se ha demostrado «viable» para sacar adelante unas cuentas «sociales» y dar «sentido y estabilidad a los próximos años».
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