Hasta el INE recorta muertos ya: las dos últimas semanas muestran 1.899 fallecidos menos que en 2019
El Gobierno resta y suma muertos en el recuento de fallecidos del coronavirus dependiendo de las semanas y de sus deseos. Y ahora, el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de reflejar un descenso de 1.899 muertes en las dos últimas semanas con respecto al mimo periodo de 2019. El salto es llamativo, especialmente cuando las muertes por coronavirus siguen produciéndose y cuando, además, las semanas previas -desde el 24 de febrero- habían reflejado la evidencia de la mortalidad por el Covid-19 recogiendo un aumento de más de 47.000 muertes hasta el 24 de mayo. Ahora, el periodo desde el 25 de mayo hasta el 9 de junio acaba de mostrar una reducción de casi 2.000 muertes.
El llamativo descenso semanal se ha concentrado en las denominadas semanas 22 y 23 del año. En ellas, en el año 2019, las muertes fueron de 7.619 y 7.512 personas respectivamente. Ahora, en 2020, y con el virus aún en fase letal, las muertes, por lo visto, han descendido: en esas mismas semanas los datos muestran 6.978 y 6.254 personas fallecidas respectivamente.
La mortalidad recogida por el INE en esas dos últimas semanas es tan curiosa, como que es menor, incluso, a la reflejada en la semana del 24 de febrero al 1 de marzo, en la que se registraron, según el Instituto Nacional de Estadística, 7.992 muertes.
La corrección del ritmo de muertes sucede justo después de que OKDIARIO reflejara, además, el fuerte aumento de fallecimientos provocado por el coronavirus. De hecho, hace dos semanas, este diario reflejaba que el INE mostraba un incremento de muertes respecto al mismo periodo de tiempo de 2019 de nada menos que 47.194 personas.
Todo ello sucede en el contexto de que Pedro Sánchez no ha dejado de falsear las cifras de muertes para evitar reconocer una realidad: que España es el país con mayor tasa de mortalidad de todo el mundo. El presidente del Gobierno sabe que ese argumento apuntala el hecho de que la gestión del Ejecutivo socialcomunista ha sido la peor de todo el mundo.
Es más, la OMS ha pedido recientemente que se hagan públicas en las estadísticas las muertes por Covid-19 consideradas «confirmadas» por test o analítica, y las calificadas como «probables» por determinación del criterio clínico. Y España, con ese método, y con la cifra que mostraba el INE hasta hace dos semanas de incremento de muertos desde el 24 de febrero, con respecto al mismo periodo del año pasado -los 47.194 fallecimientos- ocupa la primera posición indiscutible en el ranking de países de todo el mundo con mayor tasa de mortalidad.
Hasta ahora, los datos de muertes en España por coronavirus se han situado oficialmente, y con el dato evidentemente falseado del Gobierno, claramente por debajo de los 30.000 muertos. La cifra se eleva por encima de los 40.000 si se incluyen los oficializados por muertes en residencias y domicilios particulares de Madrid y Cataluña. E incluso se puede llegar a ver el dato de 43.000 muertos del sistema MoMo por medio del recuento de anticipo estadístico de los registros civiles.
Pero el INE ha constituido igualmente un apartado de recuento a efectos del Covid-19. Y de ese sistema estadístico es posible extraer un dato más exacto del volumen de muertes por culpa del virus. Así, tomando la muestra estadística de muertes contabilizadas en el INE entre el 24 de febrero y el 24 de mayo de 2020, tal y como hizo este diario hace dos semanas, era posible ver que el volumen de muertes totales que figuraba en los archivos oficiales ascendía a 151.212.
Eso suponía un total de 47.194 muertes más de las registradas en el mismo periodo de tiempo del pasado año. Puesto que la única causa comprobable de mortalidad añadida conocida es el coronavirus, resulta más que probable que todo ese incremento de muertes corresponda al Covid-19.
Pues bien, con ese dato en la mano, lo cierto es que España, por mucha distancia, es el país con mayor volumen de muertes por millón de habitantes de todo el mundo por Covid-19. España lideraba hace dos semanas ese nefasto ranking con 1.010 muertes por millón, seguido de Bélgica con 837. En la tercera posición figuraba Andorra, con 662 muertes por millón; en cuarta Reino Unido, con 606; Italia ocupaba la quinta posición, con 558 muertes; Suecia, con 455, la sexta plaza; y Francia se situaba en séptima posición, con 434 fallecimientos por millón de habitantes.
La explicación a este enorme desfase con respecto a las muertes declaradas oficialmente por el Gobierno de Pedro Sánchez es conocida: España sólo ha estado reflejando en sus estadísticas las muertes confirmadas por test, analítica hospitalaria o autopsia. Y eso ha supuesto que, en plena escasez de tests, con los hospitales saturados, e infinidad de muertes producidas en los domicilios o residencias de mayores, muchos de los fallecimientos no hayan quedado registrados oficialmente como muertes confirmadas por Covid-19 en el día a día.
En concreto, más de 20.000 muertes han quedado en esta nebulosa estadística usada por el Gobierno para ocultar su desastrosa gestión humanitaria del coronavirus.
Pero lo cierto es que España es el primer país del mundo en muertos por millón de habitantes. El peor de los récords imaginables.
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