España

La Guardia Civil investiga rutas de dinero negro en las colectas de ANC y Òmnium para los golpistas

La Guardia Civil no cree que el dinero de las campañas de captación de fondos realizadas, principalmente, por ANC y Òmnium Cultural, dé para pagar los viajes de los familiares a visitar a los encarcelados, estancias como la de Carles Puigdemont en Bruselas, el pago de los gastos jurídicos de todos los imputados por el 1-O, las fianzas de Forcadell y sus compañeros, etc. La Benemérita investiga esas cantidades -justificadas teóricamente como supuestas donaciones- con la sospecha de que se puede estar introduciendo dinero negro dentro de esos circuitos. Dinero, posiblemente, desviado a cuentas corrientes durante los años previos al golpe separatista con la previsión, ya en esos periodos, de que tuviese que ser utilizado para diversos gastos ligados al proceso de ruptura con España.

Las campañas de colecta en favor de los presos y fugados han levantado las alertas de los cuerpos policiales. Y es que, según la versión de las asociaciones golpistas, sus fondos proceden de actos voluntarios como la compraventa de camisetas, la organización de eventos, o las aportaciones y donaciones privadas. Pero, incluso con todo ello, resulta complicado juntar -como aseguran fuentes cercanas a estas asociaciones- cuatro millones de euros. Y, además, incluso con cuatro millones de euros, resulta de nuevo difícil asumir todos esos gastos.

Hay que tener en cuenta que de esos fondos salió ya el pago al Tribunal de Cuentas de buena parte del dinero que tuvo que abonar Artur Mas en concepto de fianza derivada de la organización del referéndum ilegal del 9-N. El Tribunal de Cuentas exigió a Mas 5,2 millones de euros y, según las informaciones publicadas en su momento, el ex presidente reclamó ayuda de estas colectas para poder abonar 2,8 millones.

Dinero procedente de paraísos fiscales

A partir de ahí -y siempre teniendo como base esas aportaciones y donaciones teóricamente altruistas-, los separatistas habrían conseguido pagar la eterna estancia de Puigdemont en Bruselas -hotel inicial, apartamento posterior, comidas de todos los días, desplazamientos, viajes de sus familiares para verle en Nochevieja, etc.-; los gastos provocados por el resto de consejeros que se fugaron inicialmente con él a Bélgica; los desembolsos jurídicos de los dos Jordis; la ayuda a Junqueras; los desplazamientos de los familiares de los encarcelados; las fianzas de todos los imputados por golpismo -como Carme Forcadell- para que pudieran salir de la prisión preventiva; más el mantenimiento de todo el calendario de movilizaciones que han seguido realizando en Cataluña, precisamente, para poder recolectar dinero y mantener vivo el espíritu golpista. Todo un alarde de gestión y gasto difícilmente justificable ahora que, además, los envíos de subvenciones oficiales de la Generalitat se encuentran bajo control del Gobierno central debido a que sigue vigente la aplicación del 155 de la Constitución.

Por todo ello, la Guardia Civil ha decidido comprobar otras vías de posible llegada de fondos, tal y como ha reclamado judicialmente Vox. Hay que recordar que las fuerzas policiales ya abrieron hace meses una investigación para comprobar la posible existencia de rutas de dinero procedentes de cuentas en paraísos fiscales y utilizadas por las organizaciones separatistas. En concreto, en Suiza y Luxemburgo. Y, hay que recordar también, como adelantó OKDIARIO, que, de hecho, ya se ha localizado una sede de ellas en el paraíso de Luxemburgo. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) tiene una sede inscrita en el paraíso fiscal de Luxemburgo. Fue constituida como tal en este país el 15 de julio de 2014 y figura como entidad sin ánimo de lucro, condición que le permite recibir donaciones directamente desde este paraíso fiscal con una mayor dificultad para el seguimiento y control por parte de las autoridades españolas.