El Govern pedirá el acercamiento de los golpistas presos a cárceles catalanas tras el juicio

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha asegurado que los presos independentistas "tienen derecho a estar cerca de sus casas" y que cuando finalice el juicio del Tribunal Supremo solicitarán que vuelvan a prisiones catalanas para poder estar cerca de sus familias. Considera que esto es lo que establece la ley y que es la manera de "minimizar el daño que se está causando a estas familias".

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Meritxell Budó. Foto: Europa Press

También ha sido preguntada por si darán el tercer grado a los presos independentistas en el caso de que sean condenados y regresen a cárceles catalanas, a lo que ha criticado que «algunos se dedican a cuestionar el sistema penitenciario catalán, cuando los datos demuestran que es el más eficiente de todo el Estado».

Minutos después de las declaraciones de Budó, ha sido la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, quien ha asegurado que es el Tribunal Supremo el que determinará si los políticos juzgados por el proceso independentista en Cataluña vuelven a cárceles de esta comunidad cuando acabe la vista oral, a la espera de sentencia, y ha añadido que «el Ejecutivo no tiene competencia al respecto».

Asimismo, la portavoz del Govern ha destacado en su comparecencia que el acuerdo para que el exdiputado de CiU en el Parlament Oriol Pujol pueda salir de la cárcel es «una decisión técnica de los responsables de los centros» penitenciarios. «El Govern no participa de estas decisiones», ha asegurado en rueda de prensa después de un Consell Executiu extraordinario, tras ser preguntada por que Pujol pueda salir diariamente a trabajar y ejercer un voluntariado social, pese a que un juez le había revocado el tercer grado.

Además, se ha referido a las palabras del lehendakari, Iñigo Urkullu, que se ha comprometido a seguir trabajando para alcanzar una solución pactada en la situación de Cataluña, y Budó ha insistido en que el Govern «nunca se ha levantado de la mesa del diálogo».

Por eso, espera que, si Pedro Sánchez es investido presidente, debe tener la voluntad de sentarse en la mesa para hablar con el Govern: «España no se puede gobernar de espaldas a Cataluña. El conflicto político se tiene que resolver políticamente».

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