España
Ministerio del Interior

El Gobierno reta a Estados Unidos e instalará tecnología de la sancionada Huawei en la valla de Melilla

Interior prevé utilizar este material en marquesinas con paneles solares en el puesto fronterizo de Beni Enzar

La compañía china explota su división solar tras las sanciones impuestas por Washington a su telefonía móvil

El Gobierno de Pedro Sánchez instalará tecnología Huawei en la valla de Melilla en pleno choque con Estados Unidos por otro contrato del Ministerio del Interior que usa material de la compañía china -a la que Washington aplica restricciones- para gestionar las escuchas telefónicas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Según el nuevo expediente del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende instalar en el paso fronterizo de Beni Enzar, en Melilla, antes de entrar a Marruecos, lo que denomina «marquesinas con planta solar fotovoltaica», utilizando para ello inversores de la marca Huawei. Los inversores son los aparatos encargados de transformar la corriente continua en corriente alterna para poder utilizarla o inyectarla a la red eléctrica.

El pliego de prescripciones técnicas de esta obra, cuyo precio de licitación asciende a 382.589,34 euros (impuestos incluidos) para un periodo de ejecución de seis meses, contempla el suministro de hasta cuatro tipos de inversores de la compañía asiática: el Huawei SUN2000-100KTL-M2 (100kW); el SUN2000-10KTL-M1 (10kW); el SUN2000-20KTL-M5 (20kW) y el SUN2000-50KTL-M3 (50kW).

En concreto, los paneles solares que harán uso de estos inversores chinos se situarán sobre «estructuras debidamente orientadas y con la inclinación suficiente para la generación eléctrica y que además sirvan como elementos de sombra para un total de 74 plazas de aparcamiento cubierto», dice el pliego. Estos aparcamientos son usados por los agentes y funcionarios que desarrollan su labor en el puesto fronterizo.

Extracto del expediente de Interior que incluye la contratación de inversores Huawei.

Está previsto que la energía generada por estos paneles fotovoltaicos se distribuya a tres suministros o contadores distintos, uno perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía (CNP), un segundo perteneciente a la Guardia Civil (COS) y un tercero perteneciente a la Agencia Tributaria.

La página web de Huawei señala que además de las funciones básicas de un inversor híbrido, estos aparatos incorporan «monitorización vía web, smartphones o tablets por vía Ethernet o wifi», de modo que poseen un «servidor propio» y permiten la «monitorización completa de la instalación, sus consumos y producción».

Uno de los inversores Huawei que quiere instalar el Gobierno en la valla de Melilla.

Si bien Estados Unidos ha adoptado restricciones para Huawei fundamentalmente en telefonía móvil por suponer un riesgo para la seguridad nacional, todavía no se han extendido a su división solar, que la compañía china está explotando.

No obstante, el pasado mayo, y esto no escapa a la Administración Trump, trascendió que las «autoridades energéticas estadounidenses están revaluando el riesgo que representan los dispositivos fabricados en China, cruciales para la infraestructura de energías renovables, tras el hallazgo de equipos de comunicación inexplicables en el interior de algunos de ellos», según publicó Reuters respecto a estos inversores.

La agencia de noticias británica destacó, además, que «si bien los inversores están diseñados para permitir el acceso remoto para actualizaciones y mantenimiento, las empresas de servicios públicos que los utilizan suelen instalar cortafuegos para evitar la comunicación directa con China». Sin embargo, según esta publicación de Reuters a partir de fuentes del sector, «expertos estadounidenses que desmontan equipos conectados a la red eléctrica para detectar problemas de seguridad han encontrado dispositivos de comunicación no autorizados que no figuran en la documentación del producto en algunos inversores solares chinos».

«Preocupación»

Entretanto, tal y como publicó OKDIARIO el pasado martes, los congresistas de Estados Unidos Richard Hudson, republicano por Carolina del Norte, y Gus Bilirakis, republicano por Florida, han reclamado que se investigue el contrato de 12,3 millones de euros del Gobierno de Sánchez con Huawei para gestionar las escuchas telefónicas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un contrato sobre el que ya hay una investigación abierta por parte de la directora de inteligencia de EEUU, Tulsi Gabbard.

Estos congresistas, ambos miembros del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes y presidentes de subcomisiones clave, han enviado una carta al secretario del Departamento de Comercio, Howard Lutnick, denunciando que este acuerdo representa una grave amenaza para el comercio digital, la seguridad de los datos y la seguridad nacional de EEUU.

En dicha misiva, los firmantes expresan su «preocupación» por las «recientes decisiones del Gobierno español» de adjudicar este contrato a la china Huawei para gestionar y almacenar datos sensibles relacionados con los servicios de escuchas telefónicas del país, basándose en la tecnología existente de Huawei utilizada por los servicios de inteligencia españoles.

«Resulta profundamente preocupante que un aliado de un tratado utilice equipos y servicios de telecomunicaciones de una entidad alineada con el Partido Comunista Chino (PCCh)», señalan, destacando que «Huawei y otras empresas chinas mantienen vínculos documentados con el PCCh, lo que supone graves riesgos para la seguridad nacional y económica», por lo que en 2019, la Administración Trump prohibió a Huawei y ZTE participar en la red de telecomunicaciones de EEUU.

Distribución de las placas solares con inversores Huawei en el puesto fronterizo de Benzi Enzar.

Los firmantes también advierten que «la decisión de España pone de relieve una lamentable tendencia en la Unión Europea: los gobiernos adoptan tácitamente la tecnología china y aplican un doble rasero a las exportaciones comerciales digitales estadounidenses», lo que genera, a su juicio, «una incertidumbre significativa para las empresas estadounidenses en todos los sectores que participan en el comercio transatlántico».

Mediante esta carta desde el Capitolio, sendos congresistas instan al Departamento de Comercio a «investigar la decisión del Gobierno español y acciones similares de los gobiernos de la UE, que afectan negativamente al comercio digital, la seguridad de los datos y los intereses de las telecomunicaciones de Estados Unidos, así como a los intereses de los trabajadores estadounidenses».

Asimismo, el contrato con Huawei ya llevó a los principales legisladores de los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado a solicitar a la directora de Inteligencia Nacional de EEUU, Tulsi Gabbard, que revisara el intercambio de inteligencia con España para garantizar que Pekín no estuviera interceptando secretos.

Por su parte, la Comisión Europea también ha publicado una advertencia formal, indicando que «Huawei representa riesgos considerablemente mayores» y ha instado a los Estados miembros a «restringir o excluir» a este proveedor chino de las redes 5G.

En España, fuentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han expresado igualmente su inquietud por esta dependencia de tecnología china. «Se nos pide que protejamos operaciones sensibles utilizando sistemas en los que la mayoría de nuestros aliados no confían», han lamentado.