El Gobierno prepara una lluvia de actos en defensa de la República para divulgar su guerracivilismo

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Pedro Sánchez se convierte en Presidente tras la moción de censura a Rajoy. (Foto: Francisco Toledo)
Carlos Cuesta

El Gobierno prepara una lluvia de actos públicos en defensa de la República para divulgar su guerracivilismo. Lo quiere hacer como mecánica para impulsar el ambiente necesario que acompañe a las exhumaciones y a la búsqueda de víctimas del franquismo por toda España. Y lo pretende regular de forma obligatoria, de manera que las administraciones -locales y autonómicas- se unan a un alarde de presencia guerracivilista que haga avanzar la ‘verdad’ impuesta por el PSOE y mantenga la atención sobre Franco.

El plan se ha denominado como de “medidas de satisfacción y reparación simbólica”. Y consiste en realizar acciones dirigidas a restablecer lo que los socialistas denominan como dignidad de las víctimas y difusión de la versión oficial de lo sucedido.

Las denominadas como medidas de satisfacción incluyen, entre otras el “reconocimiento público del carácter de víctima, de su dignidad, nombre y honor; efectuar las publicaciones a que haya lugar relacionadas con el literal anterior; actos conmemorativos y homenajes públicos; y reconocimientos públicos y solicitudes de perdón institucional”, tal y como recoge la propuesta socialista de inyección de la memoria histórica.

Además de todo ello, el Gobierno planteará la construcción de monumentos públicos con “perspectiva de reparación y reconciliación”. Y se mezclará, por supuesto, con la pretendida remodelación del Valle de los Caídos para, según la última y cambiante versión de Pedro Sánchez, convertirlo en un cementerio civil.

El Gobierno planteará la construcción de monumentos públicos con «perspectiva de reparación y reconciliación»

Hay que recordar que no es la primera vez que los socialistas aluden a estas campañas de divulgación de su versión de la Guerra Civil y la II República.
De hecho, la última proposición de los socialistas sobre memoria histórica planteó incluso la creación de un “día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas”. Ese día debía ser el 31 de octubre de cada año, concebido como un día de recuerdo y homenaje “a las víctimas del golpe militar y la Dictadura, coincidiendo con el aniversario del 31 de octubre de 1978, fecha en que fue aprobada la Constitución Española en sendas sesiones plenarias del Congreso de los Diputados y del Senado”, tal y como recoge el texto de la proposición de ley del PSOE de diciembre de 2017.

La regulación de sanciones para quienes divulguen versiones de ese periodo histórico no aceptadas como oficiales; la creación de un banco de ADN para lanzar las búsquedas de víctimas del franquismo por toda la geografía española; la preparación de permisos administrativos de ocupación temporal de espacios privados o públicos para que los que lo reclamen puedan realizar sin problemas ni trabas judiciales las búsquedas de los restos mortales; o la preparación de un manual de estilo de obligado cumplimiento en todos los medios públicos en el que se recogerá esa versión oficial de la Guerra Civil. Todo ello forma parte de un cúmulo de medidas que pretende sumarse a este alarde de actos de conmemoración de la II República y de recuerdo permanente del franquismo. Y todo ello con el fin de mantener de actualidad lo que parece que se ha convertido ya en el tema favorito, por no decir único, de los socialistas como mecanismo para ocupar a la opinión pública y evitar que se hable de otras cuestiones.

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