El Gobierno lanza una campaña «antirracista» para vetar frases como «trabajo de chinos» o «tengo la negra»
Igualdad destinará 120.000 euros en "poner de manifiesto los prejuicios racistas interiorizados" que se reflejan en el lenguaje

El Gobierno quiere acabar con frases populares como «es un trabajo de chinos» o «tengo la negra» dentro de una campaña contra el racismo. Para Pedro Sánchez, una de las principales manifestaciones de los delitos de odio es «el lenguaje», por lo que es prioritario erradicar este tipo de expresiones. Un fin para el que el Ejecutivo, a través del Ministerio de Igualdad, destinará más de 120.000 euros en «poner de manifiesto los estereotipos y prejuicios racistas interiorizados» y que se reflejan en la forma de comunicarse.
Concretamente, el ministerio encabezado por Ana Redondo ha licitado el contrato para realizar una campaña de publicidad de «sensibilización contra el racismo y la discriminación racial», que se desarrollará entre los meses de septiembre y octubre de este año. Entre las directrices para la realización de este plan publicitario, el Ejecutivo expone la necesidad de abordar el racismo en el lenguaje.
«Existe racismo en la forma en la que utilizamos el lenguaje, y que pone de manifiesto los estereotipos y prejuicios racistas interiorizados: la utilización de expresiones como vivimos como gitanos o no seas gitano, como referencia a la falta de higiene; parecemos gitanos, por ejemplo, cuando hay muchas personas de una misma familia en una sala de espera en un hospital; tengo la negra para referirse a la mala suerte; te han engañado como a un chino o trabajo de chinos, trabajar como un negro», exponen los pliegos del contrato licitado por Igualdad.
Así, a través de esta campaña de publicidad, el Gobierno quiere erradicar el uso de este tipo de frases populares por la connotación de «racismo estructural» que tienen. «La campaña busca ayudar a cambiar la actitud y el comportamiento de quien ejerce racismo y de la población en general en materia de discriminación. La lucha contra el racismo exige un ejercicio profundo de autorreflexión y conciencia, en el que cada individuo asuma su responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. No basta con rechazar el racismo de manera abstracta, y silenciosa, es necesario cuestionar los prejuicios, tomar conciencia de los privilegios y llevar a cabo acciones concretas, practicando un antirracismo activo», expone el Ejecutivo.
Además, el Gobierno insta a no caer en el «complejo del salvador blanco», evitando presentar un mensaje condescendiente y paternalista. «Se deben evitar visiones victimistas o de lástima, que contribuyan a reforzar estereotipos y sitúen a las personas racializadas en posiciones de inferioridad. Asimismo, se debe evitar, en todo caso, culpabilizar de cualquier manera a las personas racializadas de la discriminación racial o étnica y de la violencia racista. También se debe evitar una representación heroizante de las personas racializadas, de manera que parezca que, para ser merecedoras de derechos, tengan que ser personas modélicas, excelentes, excepcionales, etc. en comparación con lo que se exigiría a una persona blanca», exponen.
«Racismo policial»
Recientemente, el ala comunista del Ejecutivo ha acusado a la Policía Nacional de racismo por cachear a «jóvenes de rasgos latinos» en un control aleatorio. Concretamente, se refieren a los agentes encargados de vigilar el orden público durante la fiesta de San Isidro el pasado 9 de mayo en Madrid.
Verónica Martínez, Enrique Santiago, Lander Martínez y Alda Reca, diputados de la formación magenta, han presentado en el Congreso una pregunta para respuesta por escrito del Gobierno sobre la «valoración de la actuación de la Policía Nacional el día 09/05/2025 en la Pradera de San Isidro relativa al cacheo de un centenar de jóvenes, hombres y mujeres, con rasgos latinos frente a la tapia del Cementerio de San Isidro».
En ella, se refieren a un control aleatorio que realizaron los agentes entre los asistentes al acto, como subraya el escrito de la formación coaligada con el PSOE. Y detallan que esta intervención tuvo lugar sobre las dos de la mañana. En esa actuación, los policías escogieron al azar a diferentes ciudadanos que participaban en la fiesta.
Sumar se queja de que la mayoría de los asistentes seleccionados para ser cacheados era «un centenar de jóvenes, hombres y mujeres, con rasgos latinos». El partido de Yolanda Díaz lamenta que la elección de los ciudadanos inspeccionados se respondía al «uso de perfiles raciales». Estas personas realizaban un «posterior cacheo delante de todo el mundo frente a la tapia del Cementerio de San Isidro».
Desde el partido de Díaz se subraya que «varios jóvenes que protestaron de manera absolutamente pacífica ante esta actuación policial fueron identificados». El partido magenta cree que la «actuación no parece corresponder a un protocolo adecuado y no discriminatorio de actuación policial». Como consecuencia de ello, Sumar ha instado al Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska a «investigar los hechos» y «abrir expediente» a los agentes «que llevaron a cabo dicha actuación», así como «a los mandos policiales».