CATALUÑA

La Generalitat dispara un 270% las ayudas que impulsan el «sentimiento catalán» entre musulmanes

Las subveciones han pasado de menos de 20.000 euros a casi 60.000 en apenas unos años

Cataluña
Evolución de las subvenciones a la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña.
Pelayo Barro

La Generalitat de Cataluña prácticamente ha triplicado el dinero en subvenciones que entrega a la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña entre 2021 y 2024. Una plataforma que representa a los musulmanes en la región y a la que la Generalitat utiliza para extender el «sentimiento catalán» en esa comunidad religiosa. En 2021 recibían menos de 20.000 euros y en este 2024 han recibido ya cerca de 60.000 euros. Con ellos se financia, entre otras cosas, un congreso que se celebrará la próxima semana y en el que participan desde personas acusadas de salafismo hasta oradores que llaman «fornicadoras» a las mujeres que utilizan perfume.

Un 270% más en subvenciones respecto a hace 3 años. Eso es lo que recibe la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña en ayudas económicas de la Generalitat «en materia de asuntos religiosos», tal y como recogen las sucesivas convocatorias. Se trata de subvenciones de «entrega dineraria sin contraprestación» que otorga el Departamento de Presidencia de la Generalitat.

Entre otras acciones, esta plataforma que el independentismo ha mimado en las últimas legislaturas organiza un Congreso Nacional Islámico anual. El de este año se celebrará los próximos días 13, 14 y 15 de septiembre en Torredembarra (Tarragona).

Este evento, que lleva más de dos décadas realizándose, busca este año profundizar en temas relacionados con las «Creencias, usos, costumbres y familia» dentro del islam. Su objetivo es proporcionar un espacio para aprender, reflexionar y explorar la religión islámica a través de diversas actividades, incluidas charlas abiertas al público.

«Mujeres fornicadoras»

Sin embargo, el congreso ha generado polémica debido a la participación de algunos ponentes que han estado envueltos en polémicas previas. Entre ellos se encuentran figuras asociadas a comentarios misóginos y vínculos con el salafismo, lo que ha llevado incluso a la deportación de uno de los participantes en el pasado.

Entre los conferencistas destacados estará Malik Benaisa, quien ha recibido críticas por declaraciones realizadas en 2013 en Ceuta, donde expresó que «toda mujer que se perfuma y sale de casa paseándose ante los hombres que huelen su perfume, esta mujer es una fornicadora», citando un dicho del profeta Mohamed. Estas palabras, difundidas por RTVE de Ceuta, han vuelto a ser motivo de controversia, especialmente en redes sociales, donde han resurgido como ejemplo de sus posturas conservadoras.

Volcados con el Islám

La Generalitat promovió la expansión de centros educativos donde se imparten clases de árabe y religión islámica, en una comunidad que supera las 500.000 personas, muchas de ellas con derecho a voto. En 2022, la religión islámica se incorporó a la enseñanza pública catalana, a pesar de la controversia generada por la exclusión de clases en castellano en algunas escuelas. Ocho colegios comenzaron a ofrecer clases de Islam a 337 alumnos con profesores financiados por la Generalitat, que destinó 169.925 euros anuales a este proyecto impulsado por el consejero de Educación, Josep González-Cambray.

El apoyo de la Generalitat a la comunidad islámica no se limitó a la educación. En el Congreso Islámico, la Generalitat se involucró directamente al ofrecer apoyo financiero y aparecer en la publicidad del evento, con el logo oficial en el cartel. El congreso incluyó talleres, seminarios y mesas redondas donde se discutieron temas como la «identidad religiosa», la «identidad nacional» y el «sentimiento de pertenencia», todo orientado a difundir el catalanismo entre los jóvenes musulmanes.

Estas acciones se enmarcan en una estrategia más amplia del independentismo que ha llevado adelante durante toda la anterior legislatura, buscando crear un vínculo sólido entre la identidad catalana y la comunidad musulmana. Pere Aragonés, en diversas ocasiones, manifestó su compromiso con el reconocimiento de la pluralidad y la diversidad religiosa en Cataluña. En discursos dirigidos a la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña, el presidente expresó que los musulmanes no necesitan integrarse, ya que «ya son Cataluña».

Durante los últimos años, la Generalitat ha incrementado las iniciativas destinadas a la comunidad islámica, ampliando la red de centros educativos y apoyando públicamente actividades religiosas y culturales. Este enfoque ha sido interpretado como un intento de ERC de consolidar su influencia en un segmento creciente de la población catalana, reflejando una política activa de acercamiento y reconocimiento hacia las comunidades islámicas del territorio.

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