España
ARMADA ESPAÑOLA

Los generales de Vox ponen en un aprieto al Gobierno: «¿Puede un submarino español con uno argelino?»

Una hipotética hostilidad con Argelia dejaría a España en mal lugar mientras no llegan los nuevos submarinos S-80

Los generales de Vox alertan de que España se queda sin submarinos e indefensa ante Argelia y Marruecos

España no tuvo ningún submarino operativo para defender sus costas entre los meses de agosto y octubre de 2022. Una situación anómala de la que advirtió la Armada y que señaló Vox en el Congreso de los Diputados. El Gobierno, sin embargo, respondió que esa cuestión no se podía plantear por tratarse de una «materia clasificada». Los ex generales que hoy son diputados de Vox, Manuel Maestre, Agustín Rosety y Alberto Asarta, señalan la obsolescencia de los dos buques submarinos que quedan en servicio -con cerca de 40 años de antigüedad- y han sacado los colores al Ejecutivo socialista al plantearle una pregunta: ¿Podrían los submarinos de la clase S-70 neutralizar a uno de la clase Kilo 636 -fabricado por Rusia- con los que cuenta la marina argelina?

Que la Armada española tiene un grave problema con su sus submarinos es un secreto a voces desde hace ya una década, a pesar de que el Gobierno insista en ponerle un sello confidencial al asunto. Los submarinos de la clase S-70, que han visto artificialmente alargada su vida útil hasta los 40 años, son casi una reliquia entre las fuerzas de la OTAN. Con dos de ellos ‘jubilados’ en 2012 y 2020, aún siguen operativos otros dos: el Tramontana y el Galerna.  Los planes originales de la Armada pasaban por tener ya operativos hace años a sus relevos: los avanzados S-80, una obra faraónica de Navantia que dará a la Marina española cuatro nuevos buques por una inversión total de 4.000 millones de euros.

El primero de ellos, el S-81 Isaac Peral -en honor al marino español que inventó el primer submarino torpedero a propulsión eléctrica-, será entregado a la Armada a lo largo de 2023. O eso se espera, sin descartar un nuevo aplazamiento. Su fecha de entrega original era 2013 pero, tras un tortuoso desarrollo del proyecto que obligó incluso a rediseñar el buque para alargarlo porque se iba a pique, la década de retraso acumulado ha dejado a España prácticamente sin una de las capacidades esenciales de defensa de un país con cerca de 8.000 kilómetros de costa.

Sin submarinos

Fue el pasado mes de agosto cuando se cumplieron las previsiones más agoreras de la Armada y España se quedó sin el Tramontana y el Galerna. Fue durante apenas tres meses, pero fueron 90 días sin esa capacidad esencial. Y han sido varios diputados de Vox, entre ellos Agustín Rosety -general de brigada retirado de Infantería de Marina-, Manuel Mestre -teniente general retirado del Ejército del Aire- y Alberto Asarta -general de división del Ejército de Tierra- los que han planteado al Gobierno en el Congreso las graves implicaciones que ello supone.

La pregunta registrada en el Congreso, a la que el Gobierno no ha querido contestar amparándose en la Ley franquista de Secretos Oficiales 9/1968 -la misma que utiliza el Ejecutivo para opacar los viajes en Falcon de Sánchez y sus ministros-, planteaba una situación hipotética en la que un submarino español de la clase S-70 mantuviese hostilidades con uno argelino.

Vox preguntaba, textualmente, por «la capacidad de los submarinos de la clase S-70 de neutralizar una de las naves clase Kilo 636, con los que cuenta la marina argelina». «Una cuestión puramente técnica», matizaba la formación presidida por Santiago Abascal, que recordaba su propuesta para una «posible ampliación de la serie S-80 al objeto de poder hacer frente a la superioridad numérica de las unidades argelinas en el Mar de Alborán».

La respuesta, que el Ejecutivo no ha querido materializar amparándose en la naturaleza clasificada de la información, dejaría en muy mal lugar las previsiones realizadas por el Gobierno de Sánchez para mantener la operatividad de la Armada: a día de hoy, Argelia tiene un arma submarina mucho más avanzada que la española y no le resultaría difícil salir victoriosa.

Argelia

En concreto, se sabe que Argelia tiene desplegados y operativos al menos seis unidades de los submarinos denominados ‘Proyecto 636 Varshavyanka’, buques clase Kilo de diseño soviético pero mejorados y construidos con tecnologías modernas. Las dos últimas unidades están operativas desde septiembre de 2019 y cuentan con todas las mejoras incluidas en el modelo avanzado.

Estos submarinos, construidos en los astilleros Admiralty Shipyards en San Petersburgo (Rusia) cuentan con un sistema de lanzamiento de misiles de crucero de largo alcance Kalibr, los mismos que están utilizando recurrentemente las fuerzas de Vladimir Putin para atacar Ucrania.

Se trata de buques de propulsión diésel-eléctrico cuyas características, en resumen, los convierten técnicamente en más rápidos, silenciosos y letales que los vetustos Clase S-70 españoles.