España

El ex vicedircom de Sánchez imputado por dar a Villarejo el chat de Iglesias sobre Mariló

Convocado a las 11 de la mañana, Alberto Pozas ha visto interrumpida su declaración al cambiar su condición de testigo a investigado al cabo de unos minutos y tendrá por tanto que volver a la Audiencia Nacional acompañado de su abogado.

Alberto Pozas, ex director general de Información Nacional en La Moncloa, ha quedado imputado después de acudir este lunes a las dependencias de la Audiencia Nacional para declarar por el ‘pendrive’ con el contenido del móvil robado a la asesora de Pablo Iglesias que Pozas le entregó al comisario José Manuel Villarejo cuando era director de ‘Interviú’.

Convocado a las 11 de la mañana, Pozas ha visto interrumpida su declaración al cambiar su condición de testigo a investigado al cabo de unos minutos y tendrá por tanto que volver a la Audiencia Nacional acompañado de su abogado.

El hasta el viernes número dos del secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, ha testificado durante dos horas ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García-Castellón, para explicar cómo llegó el ‘pendrive’ hasta la redacción de Interviú y por qué se lo entregó al ex comisario Villarejo, tal y como éste declaró en su último interrogatorio. A su salida de la Audiencia Nacional, Pozas se ha negado a hacer declaraciones ante los medios de comunicación y sólo ha asegurado que se encuentra tranquilo.

Con los datos que figuraban en ese dispositivo, según declaró Villarejo, el entonces comisario redactó un informe que facilitó a sus superiores y en el que aseguró que no tenía «interés policial», por lo que decidió archivarlo, como hacía con todos sus trabajos.

El pasado 2 de abril, el presidente de Zeta, Antonio Asensio Mosbah, acudió a declarar a la Audiencia Nacional ante el juez que instruye el caso Tándem. Él mismo calificó de «tema menor» que fuera a comparecer como testigo.

En un chat del teléfono robado, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró en una conversación de Telegram que estaría dispuesto a azotar a la periodista Mariló Montero hasta sangrar.

Alberto Pozas presentó el jueves su dimisión al presidente del Gobierno. Fue aprobada el viernes por el Consejo de Ministros. Ese mismo día fue citado a declarar como testigo ante García-Castellón. Ahora se puede enfrentar a un delito de revelación de secretos.

En la carta de dimisión, Pozas aseguró que quiere tener las «manos libres» para “redimensionar” determinados asuntos y que no le utilicen contra el presidente del Gobierno.