España

Un ex presidente balear del PP impulsa un frente independentista de los ‘Països Catalans’

El PP elevó a Cristòfol Soler a la presidencia del Govern balear, cargo que ocupó entre julio de 1995 y mayo de 1996, y ya le había aupado antes a lo más alto en el Parlament de las Islas, Cámara que presidió durante cuatro años (1991-95), pero su ideología política dista ahora un abismo de los postulados que defendía cuando accedió a la cúspide de las primeras instituciones de Baleares. Este jueves se hacía público que Soler está entre los impulsores de la Confederació d’Entitats Sobiranistes pel Dret a Decidir, que aglutina a entidades independentistas de Cataluña, Valencia y Baleares.

Soler preside la Assemblea Sobiranista de Mallorca, una de las tres asociaciones que han firmado la alianza independentista en un acto celebrado en Valencia, junto a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y la Plataforma pel Dret a Decidir del País Valencià.

La presencia de Soler en la creación de un frente independentista de los Països Catalans es la última vuelta de tuerca en la deriva nacionalista que inició cuando fue obligado a abandonar la presidencia de Baleares, aunque siguió afiliado al PP hasta 2014. Soler siempre discrepó del discurso oficial del partido y sus flirteos con el catalanismo le llevaron a participar, siendo el inquilino del Consolat de Mar, en una Diada por la lengua organizada por la Obra Cultura Balear (OCB), entidad muy próxima al independentismo catalán. Su presencia en la manifestación fue el preludio de una caída anunciada. Un president del PP en una marcha reivindicando el catalán no cuadraba en absoluto con unas siglas que defendían postulados diametralmente opuestos.

Su salida del Govern balear, donde fue sustituido por Jaume Matas, marcó el principio de su paulatino alejamiento del PP. Aunque se trataba de un ex president, fue perdiendo peso en el partido y su área de influencia quedó limitada a esos sectores regionalistas del PP balear que, pese a estar impregnados de tics nacionalistas, conviven sorprendentemente bajo las mismas siglas con sensibilidades políticas muy diferentes.

La trayectoria de Soler fue virando cada vez más a posiciones nacionalistas. Su afiliación al PP era testimonial desde una perspectiva ideológica, y su radicalización culminó en abril de 2015, sólo meses después de abandonar las filas populares, cuando fue elegido presidente de la Assemblea Sobiranista de Mallorca, próxima a ERC.

Sobre su cambio de discurso hay pocas dudas. Soler fue el más beligerante en la firma de la alianza entre entidades independentistas. El antiguo líder del PP balear acusó al Gobierno de Rajoy, entre otras cosas, de tratar como a «colonias» a Baleares. Una muesca más en sus ataques a su ex partido. Ya acusó al Govern presidido por su entonces compañero de siglas José Ramón Bauzá de «españolizar Mallorca». Tampoco tuvo esta vez ningún reparo en afirmar que «el objetivo es un estado federal formado por los territorios catalanes».

La iniciativa independentista se rubricó en Valencia en un acto al que asistieron, además de Soler, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, y el de la Plataforma pel Dret a Decidir del País Valencià, Toni Infante.

La confederación trabajará a través de un Consejo que respetará, según afirman, «los ritmos propios» de cada entidad, con la voluntad de que sean los ciudadanos de cada territorio los que decidan «sus propias sendas».

El pacto, aseguran, es fruto de la «solidaridad mutua» que históricamente han expresado las tres entidades, y sirve para unir fuerzas en todos aquellos temas independentistas transversales que sean compartidos. Por ejemplo, según manifiestan, en la defensa de los derechos lingüísticos y culturales, y en la reivindicación del «derecho a decidir».

Una delegación de la nueva Confederación acudirá a la manifestación que ha organizado Acció Cultural del País Valencià este sábado en Valencia con motivo de la conmemoración de la Batalla de Almansa de 1707: será el primer acto en el que participará el nuevo organismo.