La directora que no abrió su instituto el 9N: «No soy la única que se siente amenazada por el Govern»

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Dolores Agenjo en una reciente imagen (Foto: Efe).

La única directora que se negó a ceder las llaves de su instituto por el proceso participativo del 9N, Dolores Agenjo, ha pedido al Gobierno que «haga algo» para frenar el proyecto independentista si se insiste en «imponer una ilegalidad» y asegura no ser «la única que se siente amenazada por el Govern».

En una entrevista con Efe, asegura que el Govern la está amenazando: «Me está amenazando con expoliarme mis impuestos e impedirme que los ingrese en el organismo correspondiente y me está amenazando con crear un Estado que me robe mi identidad española, con una serie de medidas que me hacen sentir desprotegida y vulnerable».

La que fuera directora del instituto Pedraforca de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y actual colaboradora en la sectorial de enseñanza de la plataforma contra la independencia Sociedad Civil Catalana no descarta que ese «algo» que debe hacer el Ejecutivo español sea aplicar el artículo 155 de la Constitución, que implicaría la suspensión de la autonomía.

«El Gobierno tiene la potestad de aplicar todo aquello que constitucionalmente puede aplicar, siempre que la situación lo recomiende», recalca.

Una de las situaciones en las que el Gobierno podría valorar esta opción sería ante una hipotética convocatoria de un referéndum «ilegal» por parte de la Generalitat, en cuyo caso Agenjo pide que se deje al margen a los funcionarios de la responsabilidad de abrir o no los centros escolares.

La exdirectora ha participado recientemente como testigo en el juicio al expresidente de la Generalitat Artur Mas y a las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau porque sostiene que recibió presiones cuando se negó a facilitar las llaves del centro que dirigía para la celebración del 9N de 2014.

Agenjo se ha mostrado convencida de que hubo muchos más directores en contra de facilitar la entrada a sus centros, pero que accedieron a hacerlo «para evitar problemas».

En este sentido, augura que sucedería lo mismo si hay una nueva convocatoria: «Realmente es más cómodo para cualquier ciudadano decir que sí al Departamento de Enseñanza o a cualquier departamento dependiente de la Generalitat que intentar defender la legalidad».

La convicción de que hacen falta más voces que representen a la «mayoría de catalanes en contra de la secesión» ha empujado a esta directora, ya jubilada, a sumergirse de nuevo, aunque no en primera fila, en la actividad política, algo que asegura que no hacía desde sus «tiempos estudiantiles».

Agenjo se desmarca de la «política de partidos», aunque ha formado parte de varias listas de Ciudadanos desde las elecciones municipales de mayo del 2015, eso sí, «en puestos no elegibles».

Donde dice sentirse más cómoda es en su labor dentro de la sectorial de enseñanza de la plataforma Sociedad Civil Catalana (SCC), que ha convocado el próximo 19 de marzo una manifestación en Barcelona para «defender la democracia» frente a la hoja de ruta del Govern y los partidos independentistas que lo apoyan.

Agenjo remarca que su trabajo dentro de esta asociación es luchar por el bilingüismo en Cataluña, frente a la política de la Generalitat, que, según afirma, en las últimas décadas ha consistido en una «progresiva instauración del monolingüismo» que discrimina a quienes tienen el castellano como lengua materna.

«Si en el franquismo se impedía estudiar en catalán, ahora se impide estudiar en español. La única diferencia es que ahora se enseña la lengua castellana como si fuera una lengua extranjera, durante dos horas a la semana, lo que me parece totalmente insuficiente y discriminatorio», ha afirmado.

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