España
Mientras Irene Montero presentaba la moción de censura

Los que criticaban a Villalobos: el alcalde podemita de Coruña jugando al Candy Crush en el Congreso

La moción de censura, la tediosa moción de censura, el eterno debate iniciado con dos horas de intervención de Irene Montero y coronado por las dos horas y tres cuartos de Pablo Iglesias ha podido hasta con los más fieles. El alcalde de La Coruña, el podemita Xulio Ferreiro, no ha podido aguantar más y se ha echado unas partiditas al ‘Candy Crush.

Ferreiro, primer edil de la ciudad gallega por Marea Atlántica, ha asistido a la eterna mañana en el Congreso de los Diputados este martes 13 de junio para apoyar a su socio Pablo Iglesias. Pero no ha sido capaz de seguir los discursos con atención. Irene Montero lo ha aburrido, según se ve en la imagen.

El líder de Podemos ha gastado la primera hora de su discurso en impartir una clase de historia política, comenzando en el siglo XIX, pasando por el XX completo y dejando su cometido como candidato para el final: las propuestas del líder morado han sido desgranadas entre el tedio de quienes ya llevaban seis horas sobre su asiento en el hemiciclo. Y más entre los que ocupaban la bancada de invitados.

Algunos diputados han mirado el reloj con insistencia, otros han sacado un libro, se han mensajeado entre ellos… o han sacado la tableta para echar el rato. Ése ha sido el caso de Ferreiro, cuyos socios hicieron mofa y befa de Celia Villalobos, ex vicepresidenta del Congreso por le Partido popular, quien fue cazada en febrero de 2015 ‘matando’ frutas mientras ejercía la Presidencia en un debate.

Celia Villalobos es pillada jugando al Candy Crush con su tableta oficial.

Precisamente, Pablo Iglesias también fue pillado jugando al famoso juego durante la sesión de investidura de Mariano Rajoy el pasado mes de agosto. Entonces, desde su propia bancada, en lugar de críticas hubo celebraciones. Así, su entonces ‘número dos’, Íñigo Errejón, declaró a los medios que «el discurso de Rajoy» estaba siendo aburrido y que todos sabían «de antemano» lo que iba a decir: «¿Qué más da que estemos jugando al Candy Crush o leyendo la prensa?».

Queda saber si ahora alguien va a defender a Xulio Ferreiro argumentando igual: que la moción estaba siendo un aburrimiento, que todos sabían de antemano lo que Irene Montero y Pablo Iglesias iban a decir y que era lo mismo estar ‘matando’ frutas que leyendo los periódicos regionales.