España

Covite denuncia que se han multiplicado los actos de enaltecimiento a ETA en el último año

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) ha denunciado hoy que los actos de enaltecimiento del terrorismo de ETA en las calles de Euskadi han aumentado un 147 % en lo que va de año con respecto a 2017 y ha mostrado su preocupación por la presencia de niños en ellos.

La presidenta de esta asociación, Consuelo Ordóñez, y su responsable de comunicación, Inés Gaviria, han comparecido hoy en comisión en el Parlamento Vasco a petición del PP para dar cuenta de los datos recopilados por el Observatorio de Radicalización de la organización.

Enaltecimiento a terroristas

Gaviria ha explicado que desde que empezaron a documentar actos de enaltecimiento a terroristas de ETA en 2016 estos han ido en aumento, ya que han pasado de tres en ese año a 76 (48 de ellos homenajes a miembros de ETA) en 2017 y a 187 (59 homenajes) en lo que va de año.

Ha llamado la atención sobre el hecho de que este año se han incrementado en un 147 % distintas manifestaciones, entre las que se incluyen homenajes a expresos de ETA, fiestas populares en las que se les ensalza, y pancartas y pintadas en favor de la banda terrorista y de sus miembros.

Ordónez ha subrayado que estos actos no se pueden consentir porque humillan a las víctimas y por tanto son contrarios a la legislación vasca que las protege, por lo que ha defendido que los poderes públicos «no pueden asistir impasibles a lo que está ocurriendo».

Además, ha hecho hincapié en que es muy preocupante que los niños «sean sentados en primera fila y tengan un papel protagonista» porque supone que van a crecer en un entorno en el que se les va a explicar que los terroristas «son héroes». Estas actitudes no son, a su juicio, una garantía para que la violencia de ETA no se repita.

En plena calle

Ordóñez ha destacado que lo que Covite denuncia es que estos homenajes se hagan en la calle y en espacios públicos. «Nada que decir si se hicieran en las ‘herrikos tabernas’ (sedes sociales de la izquierda abertzale)».

Durante su intervención, Covite ha puesto imágenes de distintos homenajes a presos de ETA, de los que el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha dicho no sentirse responsable.

Arzuaga ha opinado que este tipo de actos son cada vez menores y ha confiado en que se mantenga esa tendencia, al tiempo que se ha negado a calificarlos como homenajes o «reconocimientos por el currículum delictivo», ha asegurado que no se hacen con la intención de humillar a las víctimas y ha dicho que se trata de recibimientos a presos de ETA que han cumplido sus condenas.

«Estamos mejor que hace diez años, la situación está más sosegada y nosotros hacemos un esfuerzo para que todavía sea mas sosegada», ha señalado.

Tras escucharle, Ordóñez le ha pedido que no engañe y se ha mostrado convencida de que «se les están haciendo estos homenajes porque se sienten orgullosos de su pasado criminal. No hay otra razón».

Pili Zabala (Elkarrekin Podemos) ha trasladado a Ordóñez que las víctimas de otros grupos terroristas, como el GAL, tienen el mismo sufrimiento que las de ETA cuando se ensalza por ejemplo al exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo.

Sin perdón no hay reconciliación

Zabala, cuyo hermano fue asesinado por el GAL, se ha solidarizado con el dolor los miembros de Covite y ha propuesto a Ordóñez la apertura de un camino de trabajo común para superar «hostilidades» y desarrollar «nuevos escenarios».

Ordóñez ha respondido a este emplazamiento y ha dicho que es «imposible reconciliarse con quien no te pide ni siquiera perdón y no ha reconocido que lo que hicieron estuvo fatal».

«¿Tú te reconciliarías con quien defiende la trayectoria profesional de Rodríguez Galindo? ¿A qué no?», ha preguntado a Zabala.

Desde el resto de grupos, Carmelo Barrio (PP) ha defendido que es «desolador» que haya homenajes en las calles vascas a expresos de ETA, mientras que Iñigo Iturrate (PNV) los ha reprobado moralmente aunque ha dicho que la «condena moral y la jurídica no siempre coinciden», y la socialista Rafaela Romero ha advertido de que «no hay justificación para revictimizar a las víctimas».