España

El Congreso Mundial del Derecho expresa su apoyo al «impecable» Estado de Derecho español

El Congreso Mundial del Derecho, organizado por la Asociación Mundial de Juristas, ha alertado contra los populismos y nacionalismos excluyentes que aspiran a "destruir" el modelo democrático constitucional, al tiempo que ha asegurado que "no se puede apelar a la democracia por encima del derecho".

Esta reflexión está contenida en la declaración final del XXVI Congreso Mundial del Derecho, que durante dos días ha reunido en el Teatro Real de Madrid a alrededor de 2.000 juristas de 77 países.

El magistrado emérito del Tribunal Constitucional Manuel Aragón ha leído las conclusiones del congreso, que, en su jornada de clausura celebrada este miércoles, ha entregado a Felipe VI el Premio Mundial por la Paz y la Libertad que otorga la Asociación Mundial de Juristas (WJA, en sus siglas en inglés).

El foro de la asociación de juristas más importante del mundo se ha celebrado en Madrid con motivo del 40 aniversario de la Constitución de 1978 y ha coincidido con el juicio por el proceso independentista en Cataluña.

La WJA ha expresado su apoyo a la democracia española, a su «impecable» Estado de derecho y a la monarquía parlamentaria. «No puede aceptarse que se apele a la democracia por encima del derecho, ni a la libertad por encima del derecho, ni a la paz sin el derecho», señala la declaración en alusión al pulso entablado por los dirigentes separatistas que abogan por la ruptura con España.

Por ello, la WJA ha hecho un llamamiento a «hacer frente a los populismos, nacionalismos excluyentes y cualquier otro fundamentalismo identitario que, aún escudándose en un falso entendimiento de la democracia o la seguridad, lo que pretenden realmente es destruir la única democracia auténtica y pacífica: la democracia constitucional».

Los jueces, abogados y académicos que integran la asociación mundial se han mostrado preocupados por «el deterioro del modelo democrático constitucional», que supone «un riesgo para la paz, los derechos humanos y la división de poderes».

Para conjurar esta amenaza, la WJA subraya que «no hay otro camino que el de mejorar y reforzar las instituciones políticas y sociales representativas». «Sin el Estado de derecho, no hay democracia, ni libertad, ni igualdad, porque sin el derecho, ninguna de ellas estaría garantizada», añade la declaración.

También han hecho un llamamiento a las instituciones y partidos para que «revistan sus actuaciones de la ejemplaridad que la Constitución y los ciudadanos demandan». «Éste es el camino más seguro para mantener y fortalecer la democracia constitucional», se afirma en el texto, donde también se defiende la independencia judicial.

En la sesión de clausura, también han intervenido el presidente de la WJA, Franklin Hoet-Linares, y el presidente del comité organizador del Congreso Mundial de Derecho, Javier Cremades.

Cremades ha considerado merecida la concesión del premio a Felipe VI por ser «el primer rey jurista de la historia» y un «estadista capaz de alzar la voz en defensa de los valores democráticos».

Según Cremades, el Premio Mundial por la Paz y la Libertad, que ha definido como «una suerte de Nobel del Derecho», es un reconocimiento a las instituciones democráticas españolas «por su compromiso con el Estado de derecho y la separación de poderes».