Polémica

‘Caso FIB’: Sánchez y su mujer se quedaron en casa de la pedrista Susana Ros

‘Caso FIB’: Sánchez y su mujer se quedaron en casa de la pedrista Susana Ros
Susana Ros. (Foto. PSOE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, compartieron su estancia en Benicàssim, donde acudieron al FIB, con una de las diputadas más afines al líder socialista: Susana Ros.

Ros, ex concejal del PSOE en el Ayuntamiento de la localidad castellonense, es actualmente diputada en el Congreso y una de las personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez. De hecho, el ahora jefe del Ejecutivo premió su fidelidad durante los momentos difíciles-tras su dimisión como secretario general-con un puesto en su dirección, como secretaria ejecutiva para la violencia de género.

La dirigente socialista acompañó al matrimonio al concierto de The Killers, en viernes, y ofreció su casa para que ambos pernoctasen de la forma más discreta. Esto permitió a Sánchez evitar el alojamiento en un hotel, como había sido el plan inicial, luego descartado por razones de seguridad.

El presidente del Gobierno se desplazó al día siguiente, sábado, de vuelta a Madrid, en el avión oficial que le había llevado el viernes. Su mujer optó sin embargo por quedarse un día más en el festival, para disfrutar del concierto de Pet Shop Boys.

Como informó OKDIARIO, lo hizo en las primeras filas, lo que obligó a hacer uso de un fuerte dispositivo de seguridad, lo que técnicamente se conoce como ‘cápsula’. Un cordón compuesto por siete personas, entre escoltas y fuerzas de seguridad del Estado.

Gómez y sus dos hijas, de 11 y 13 años, no acudieron a Castellón en el avión oficial que trasladó a Sánchez, sino en coche. Y también regresaron a Madrid por carretera.

Tras dejar a Sánchez en Castellón, el viernes, el avión oficial regresó a Madrid, y volvió a volar el sábado por la mañana para recoger al presidente. En total, realizó cuatro desplazamientos, lo que supondría un coste de unos 33.600 euros, considerando que la hora de vuelo llega a los 5.600 euros.

Lo último en España

Últimas noticias