España
Polémica en el carnaval de Ripoll

El carnaval de Ripoll exhibe una comparsa con Soraya y Arrimadas desnudas en una escena lésbica

Los separatistas se mofan de la Policía Nacional y la Guardia Civil en el carnaval de Torrelles de Llobregat ante niños

Una escena lésbica entre la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha hecho las delicias de los separatistas en los carnavales de Ripoll (Gerona). Se trata de dos figuras gigantes de cartón en la que aparecen semidesnudas, caricaturizadas como brujas y con un alto contenido sexual.

Ambas llevan sólo un delantal como vestimenta, con los pechos al descubierto y con escobas en la mano. La mano libre que tiene la supuesta Soraya se encuentra en los genitales de Arrimadas, como si se los estuviese acariciando. La mano de la dirigente ‘naranja’ le introduce dos dedos en el ano de la vicepresidenta practicando la sodomía.

A los pies de ambas mandatarias hay lazos amarillos en apoyo a los golpistas catalanes encarcelados. Las dos esculturas se encuentran a plena vista del público, que incluye a menores de edad al estar expuesto al aire libre. Los separatistas han buscado ridiculizar a la líder del partido que ganó las elecciones del 21-D y a la máxima autoridad en Cataluña con la aplicación del artículo 155.

El alcalde de Ripoll es Jordi Munell García, del PDeCAT. Su partido ganó las elecciones municipales de 2015 con una amplía mayoría, al conseguir 11 concejales. ERC es el principal partido de la oposición en este Ayuntamiento, con 4 ediles. La CUP obtuvo una concejal. El partido que cierra la oposición es Fem Ripoll, la candidatura del PSC en unión con ICV (Iniciativa per Catalunya Verds). El municipio cuenta con 10.611 habitantes.

En otro carnaval se mofan de la Policía

Esta misma semana, en la localidad de Torrelles de Llobregat (Barcelona), los separatistas se mofaron de la Policía Nacional y la Guardia Civil con una carroza de niños disfrazados de antidisturbios que simulaba el barco Piolín, que durante algunas semanas sirvió como alojamiento para los agentes desplazados a Cataluña desde días antes del referéndum ilegal del 1-O.